Un tormentoso sábado se avecinaba en la ciudad de Salta. El calor matinal y la humedad no daban tregua a los termómetros. El tórrido día continuaba y las barriadas se alistaban para un poco de esparcimiento, porque un sábado sin disfrute, juegos y torneo de fútbol, no es un sábado salteño.
En la zona sudeste de la ciudad capital, más precisamente en el barrio Primera Junta, un grupo de vecinos se viene organizando desde hace algunos años con la intención de tender puentes de alegría y esparcimiento a las castigadas barriadas, y a los vecinos y vecinas que la habitan.
Más allá de algunas fechas puntuales y siempre celebradas tales como el día de las infancias, el 25 de mayo o el 9 de julio, el grupo denominado La Cofradía, busca constantemente una nueva razón para organizar eventos y convocar a vecinos y vecinas. Y en este caso, el motivo elegido fue Maradona, para ellos, un baluarte, un ejemplo, y por qué no, un par que supo enfrentar adversidades, codearse con los mayores poderes, pero que al mismo tiempo, nunca perdió el horizonte desde donde vino.
Un Fiorito, muchos Fioritos
Quien está al frente de la autodenominada Cofradía es Carlos Vásquez, aunque todos lo conocen como Monono. Porteño de nacimiento, se afincó desde chico en Salta con su familia y adoptó un gran amor por los colores de Central Norte, ya que su primera zona de influencia barrial fue Villa Luján y el barrio 20 de Febrero.
Allá por 2007 la vida lo llevó hasta un terreno en Primera Junta, zona sudeste de la ciudad de Salta, “un barrio con diferentes problemáticas en general y con muchas carencias en lo social y lo cultural. Y como yo vengo de ese palo, del arte, de la murga, de una familia con militancia política, me incliné hacia ese lado”.
Sumada a las iniciativas sociales que fue construyendo a pulmón gracias a donaciones de amigos y la participación de artistas callejeros que se acercaban al barrio, aparecía la pasión por el fútbol, y muy especialmente por Diego Armando Maradona. “Yo creo que ahí se junta todo, el amor por Maradona y sus ideas como guía, el barrio y la solidaridad”, comenta Monono.
“Muchos dicen que Maradona pasó de moda, yo creo que eso no es entender de sentimientos”, subraya, y agrega como reflexión de contexto actual: “creo que estamos muy devaluados de amor… entonces, aprovechando la fecha en que pasó a la inmortalidad, vemos un momento para hacerle, no sé si un homenaje, pero sí profundizar la lucha de Pelusa, que dejó marcadas a muchas personas en la lucha de muchos Pelusas en todos lados”.
Manos estrechadas y una Cofradía
En el andar de vida fue tomando forma la idea de agruparse para tener más fuerza en las acciones cotidianas y que, esporádicamente, se planteaban hacer con los vecinos del barrio. Así es que nació en 2015 La Cofradía, un espacio abierto, sin organización rígida, que parte de un anhelo y se va formando en el andar, "de a poco fue tomando forma con actividades, con viajeros que nos visitaban y con mucha gente del palo de la cultura callejera. Así se fue armando esta cofradía que es una hermandad y que tiene como norma para cumplir, ayudar a sus otros hermanos y a los demás”.
La cofradía que de alguna forma toma su nombre de la Cofradía de la Flor Solar, (espacio fundacional de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota), “se formó a través de los primeros aportes y donaciones para el día del niño, el 25 de mayo, 2 de abril, también juntando libros, e intentando explicarle a la gente que no hacemos caridad, ni le pedimos que voten a tal o cual partido político, sino que tenemos derechos y los derechos los tenemos que pelear todos juntos y unidos”.
Un torneo Maradoniano en la barriada
Si bien Diego Maradona está en boca de muchos, cierto es que su nombre suena y resuena mejor en el potrero, en el barro, en los cientos y miles de “Fioritos”, en aquellas canchas donde los anónimos levantan polvareda y sueñan en grande.
De allí surge la idea de hacer un torneo en el barrio Primera Junta, incluyendo a barrios aledaños, donde el motor y la motivación, sea la figura de Diego. “En la mirada de lo que fue Maradona se explica el emblema de lucha de las personas de los barrios que la pelean día a día desde abajo”, remarca Monomo. “Diego fue una persona que se enfrentó al poder, que habló de Malvinas, que no se cansó de las criticas y las estigmatizaciones, como muchas veces nos pasa acá en el barrio, y eso lo vivimos con desazón, con frustración, da bronca que se cierren las puertas”.
Así surge el torneo de fútbol que lleva por nombre México 86. “Durante el día se desarrolla el torneo, hay trofeos y después merienda para los chicos, también algunos juegos, queremos poner un pelotero y hacer actividades para darle color y calor al barrio, así como para nosotros también es seguir fomentando la lucha del Diego que es la lucha de muchos de nosotros”.
“Diego representa muchas luchas que suceden en el barrio también, la lucha contra las adicciones, la lucha por la vida, el no rendirse y sobreponerse, no aflojar y sobre todo saber donde uno está parado en la vida”, comenta y repite Monono como un mantra, “yo siempre voy a estar de este lado, por eso hemos fundado este lugar y tomamos como emblema a Maradona, eso para nosotros ya es un gran compromiso”.
La tarde terminó pronto. Una gran tormenta azotó la ciudad de Salta y la final del torneo Maradoniano, quedará en suspenso hasta el día de mañana si las condiciones climáticas lo permiten. Sin embargo, el objetivo ya está cumplido: vecinas y vecinos unidos tras un mismo mensaje, tras un mismo sentir, tras un mismo símbolo de la argentinidad. Como dicen las paredes por ahí: el Diego así lo hubiera querido.