Este año se cumplieron tres décadas de una de las masacres más infames sucedidas en suelo estadounidense: el caso de la secta davidiana y su trágico desenlace a manos del FBI que costó casi un centenar de vidas. Waco: The Aftermath (reciente estreno de Paramount+) viene a repasar e hilar sus consecuencias como si se tratara de una bomba de largo alcance. La entrega de cinco episodios tiene como antecedente la producción realizada por el mismo equipo que se focalizó en el asedio contra los seguidores de David Koresh en ese rincón perdido de Texas.

En este caso, el patrón sigue dos narrativas muy claras. Por un lado, está el juicio a los sobrevivientes del culto con todas las líneas y armas del drama legal (Giovanni Ribisi se luce en el papel del abogado defensor). Y por otro, aparece el negociador de FBI, Gary Noesner (notable Michael Shannon), quien se cuestiona el rol de las fuerzas de seguridad en tanto sigue el rastro de posibles acciones colaterales y más muertes. “Siento esta corriente de ira subterránea que recorre los Estados Unidos y creo que ayudamos a crear el monstruo que estamos tratando de detener”, dice su personaje antes de que aparezca en escena Timothy McVeigh. La serie limitada, entonces, proporciona un contexto más amplio para la escalada del movimiento de la milicia estadounidense, no solo con el cruento atentado en Oklahoma en 1995, sino que se olfatea hasta el asalto al Capitolio tras la derrota de Donald Trump en las últimas elecciones. “En vez de nazis o KKK se llaman patriotas y así justifican lo de derrotar una tiranía”, se escucha en el segundo episodio.