Desde la Fiscalía de Instrucción Nº8 se demora una causa por abuso sexual que mantiene como imputado al empresario cervecero Sergio Coria. La acusación fue realizada en diciembre de 2020 por una joven que trabajaba para él, y aunque en junio la causa ya tenía todas las pruebas recabadas aún no fue enviado a juicio.

La denuncia fue radicada por la sobreviviente el 4 de diciembre de 2020. En ella relataba que durante el mes y medio de relación laboral que llevaba, su jefe y dueño de la cervecería para la que trabajaba como barwoman, no sólo la acosaba permanentemente con comentarios sexuales sobre su cuerpo, sino que luego la había abusado.

Tras dos años de espera, la fiscalía de octava nominación decidió la imputación de Coria en agosto del año pasado y fue en base a nuevas pruebas conseguidas en la causa. Una filmación de cámaras de seguridad de la cervecería del imputado, muestran cómo acosaba y abusaba constantemente de la joven de manera impune y aprovechándose de la necesidad económica de ella.

Luego de varias presentaciones realizadas en el marco de la causa por los defensores de Coria, quienes según los dichos del abogado de la víctima, Carlos Rosales Vera, sólo buscaban dilatar los tiempos procesales, la investigación penal preparatoria llegó a su fin en junio de este año, pero pese al paso de los meses, aún no fue enviada a juicio.

El hecho

La denuncia por el abuso sexual fue radicada en diciembre de 2020. En aquel momento y tras trabajar casi dos meses como barwoman en una reconocida cervecería ubicada sobre Avenida Illía, pudo relatarle a su padre los acosos a los que era sometida por su patrón y dueño del local.

Ese mismo día, se dirigieron a la Unidad Judicial en donde la víctima relató al menos 8 episodios en donde el sindicado, además de hacerle comentarios impúdicos sobre su cuerpo, la tocó en sus zonas íntimas en repetidas oportunidades. El último y más grave de los abusos, sucedió los primeros días de diciembre de 2020 y fue el que la decidió contarle a su familia.

Ante la justicia, la sobreviviente confesó que no se animaba a hablar porque necesitaba ese trabajo. En tanto, admitió el miedo que le producía la figura de ex jefe. Según su relato, los acosos del empresario serían constantes con ella y también con las demás empleadas del local.