El Gobierno de Nicaragua decidió "retirar" a su embajador en Argentina, Carlos Midence, por las declaraciones y expresiones del presidente electo Javier Milei, quien había asegurado que no "promovería" la relación con ese país centroamericano, al momento de dejar trascender su odio ante países que no sean ultracapitalsitas.
"Ante la Instalación y Toma de Posesión de un nuevo Gobierno en la República Argentina, inauguración que se realizará el próximo 10 de diciembre, y frente a reiteradas declaraciones y expresiones de los nuevos Gobernantes, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua ha procedido a retirar a su Embajador, Compañero Escritor y Comunicólogo, Carlos Midence", indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores nicaragüense en un comunicado difundido este lunes.
Esta decisión, que se realizará "de forma inmediata" antes de que asuma Milei, se configura como una respuesta a los dichos que el presidente electo tuvo sobre el país centroamericano presidido por Daniel Ortega.
"Yo no promovería la relación con comunistas, ni con Cuba, ni con Venezuela, ni con Corea del Norte, ni con Nicaragua, ni con China", dijo Milei, en reiteradas ocasiones, durante la campaña presidencial.
Asimismo, poco después de ganar las elecciones, Diana Mondino, la futura canciller, aseguró que "la separación de Argentina del 'eje comunista' será total", siguiendo un libreto propio de la Guerra Fría . "No solo romperá relaciones con las tres dictaduras socialistas de América Latina y con la dictadura islámica iraní, sino que Argentina no ingresará a los BRICS", firmó.
Además, en otro gesto de indiferencia, el presidente electo no invitó al acto oficial de investidura, previsto para el 10 de diciembre, a los presidentes Daniel Ortega, Miguel Díaz-Canel (Cuba), Nicolás Maduro (Venezuela) e Ebrahim Raisi (Irán), para evitar tener que saludar y compartir foto con gobernantes que, según considera el ultraderechista, violan sistemáticamente los derechos humanos en sus países y apoyan a organizaciones terroristas como Hamás y Hezbolá.
Pese a los destratos de Milei, el pasado 20 de noviembre, el Gobierno de Nicaragua felicitó al líder de La Libertad Avanza (LLA), y al pueblo argentino "por su ejemplar y pacífica jornada electoral", trasladándoles "deseos de bienestar".
En ese mensaje, suscrito por Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, la pareja presidencial aseguraron ser "defensores de los principios de no intervención, respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos".