El fiscal que investiga el crimen del colectivero César Roldán, asesinado de tres balazos el pasado sábado, dijo que el ataque "no estaba destinado al chofer" y que por el homicidio es intensamente buscado un joven de aproximadamente 22 años, quien efectuó ocho disparos contra la unidad. Además, el fiscal dijo que el tirador "dejó una nota manuscrita por debajo de la puerta (del colectivo), que siempre estuvo cerrada", la cual "no está dirigida al chofer, ni a los choferes, ni a la empresa (Movi), ni a la UTA (Unión Tranviaria Automotor)". Hay, en la pesquisa policial, una hipótesis que cobra fuerza por sobre las restantes: y es que la disputa podría ser entre dos bandas rivales y con dos sospechosos enfrentados: Valentino B. un violento tiratiros y dealer detenido hace un tiempo en un departamento de Dorrego al 1100; y Julián A. un soldado de Mauro Gerez en esa célula de Los Monos que opera de manera violenta en los barrios Industrial, Ludueña y Empalme Graneros.
"Hay que avanzar matando gente inocente". La frase pertenece a Brandon Bay, un violento capo narco de San Lorenzo, y se desprende de una escucha judicial. No es él justamente uno de los investigados, pero sirve para explicar por qué el cruce entre dos bandas rivales genera un crimen absolutamente aleatorio con una víctima inesperada y que provocó una conmoción social tal que dejó a la ciudad sin transporte durante tres días y el miedo instalado en cada barrio, en cada esquina. Porque esta vez no era un "ajuste de cuentas entre ellos ", como casi en todos los casos se razona, para darse tranquilidad entre quienes "no andan en nada y nada puede pasarles".
En tanto, desde el primer minuto de hoy volvieron a transitar las unidades del transporte urbano de pasajeros que habían parado desde el momento del crimen.
Las sospechas surgen de la nota dejada en la unidad de transporte urbano. Con respecto al contenido, los investigadores buscan establecer si tiene vinculación con una disputa entre los dos reclusos nombrados que lideran bandas dedicadas al narcomenudeo. Ambos están alojados en la cárcel de Piñero, donde hubo requisas y se secuestró el chip de un celular. Uno está relacionado con una célula de Los Monos; y el otro con el clan Funes, cuyo líder está detenido en un penal federal.
La hipótesis de que detrás del crimen podría haber una pelea entre los dos presos está también apoyada en el homicidio de Elías Gabriel Merlo, un hombre de 31 años que fue asesinado a tiros en la tarde de este domingo en Garibaldi al 200, en barrio Tablada, horas después del ataque a Roldán. Merlo, según las primeras medidas, fue baleado a metros de un búnker sindicado por vecinos como un punto de venta del clan Funes, que fue allanado en varias oportunidades en los últimos años. El cuerpo de la víctima tenía heridas de arma de fuego en el tórax y en el cráneo, y la Policía incautó once vainas servidas calibre 9 milímetros.
El fiscal Bianchini explicó ayer que "una persona joven, de entre 22 y 23 años, efectúa un primer disparo en el frente del colectivo, desde afuera", relató. "En esas circunstancias, Roldán, presuntamente ya herido, se levanta del asiento como para guarecerse y se desplaza hacia la parte de atrás del colectivo, mientras el rodado continúa haciendo cabeceos. Allí, el tirador efectúa otros siete disparos", explicó el fiscal, al sostener que tal reconstrucción de la mecánica del hecho fue realizada en base a testimonios de pasajeros.
Sin dar mayores precisiones, Bianchini dio a entender "que la nota estaría dirigida a personas vinculadas a la criminalidad en conflicto, lo que originó claramente una gran conmoción social".
Para el ataque, puntualizó el fiscal, el tirador utilizó una sola arma y llegó al lugar acompañado por un cómplice, también joven, con el que se movilizaba en una moto y junto a quien escapó tras el asesinato.
Bianchini dijo que hay muchas cámaras de seguridad en la zona que están siendo relevadas, aunque se excusó de dar mayores precisiones, ya que la causa está bajo secreto de sumario y no quiere entorpecer el curso de la investigación.
Con respecto a los dos sospechados de estar enfrentados ya señalados por una fuente de la pesquisa policial, uno de ellos es Valentino B., de 20 años, imputado como parte de la asociación ilícita liderada desde la cárcel de Ezeiza por Alan Funes, quien había montado un búnker en su departamento de Dorrego al 1100, y detenido en marzo de 2022. Proviene de una familia de profesionales y escapa al perfil más extendido de soldaditos.
El 23 de marzo la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y la Policía Federal realizaron una serie de allanamientos a viviendas relacionadas a la investigación contra la banda liderada por Alan Funes. En ese marco dos de esos operativos se realizaron en domicilios céntricos para dar con Valentino B., un joven que en las conversaciones entre el líder del grupo y su banda aparecía mencionado como un tiratiros activo. A “Valen” lo nombraban frecuentemente en las conversaciones que S., la hermana menor de edad de Alan Funes, mantenía por WhatsApp con el jefe del grupo y otras personas de confianza. El pibe era una opción habitual para ir a tirar tiros a distintos domicilios. Tras individualizarlo, los investigadores supieron que se trataba de un joven que tenía dos domicilios en el centro de la ciudad, uno en Mitre al 1500 y otro en un departamento del piso 10 de un edificio de Dorrego 1122.
El otro es Julián A. soldado de Gerez en Empalme, Industrial y Ludueña, barriadas cercanas al crimen. La tarde del lunes 5 de abril de 2021, Alejo "Pipi" Bravo se fue de su casa de Pasaje Jacques al 900 bis y de alguna manera fue captado por Julián A. que lo trasladó hasta Uriburu y Las Palmeras y lo ejecutó. La secuencia homicida fue transmitida por videollamada. Para el fiscal, el homicida tenía el teléfono en una mano y la pistola en otra. “Le apuntó con el arma a Alejo y le realizó dos disparos en la nuca provocándole la muerte por destrucción cráneo-encefálica por proyectil de arma de fuego”. Parte de la evidencia, también citada por el fiscal Bianchini, surgió por la declaración de un testigo reservado.
Durante esta jornada, los restos de Roldán terminaron de ser velados en una cochería rosarina, para ser trasladados luego a la localidad de Granadero Baigorria para su inhumación. Ayer también se conoció que Roldán había cambiado su turno con un compañero porque necesitaba estar libre este lunes para acompañar a su hijo más chico a un partido de fútbol.