Amcham, la cámara que nuclea a las empresas de capitales estadounidenses en el país, cuestionó los distintos controles ejercidos por el Estado ante la falta de divisas y reclamó a las futuras autoridades una rápida solución a "la muy abultada deuda comercial acumulada por las empresas desde marzo de 2022" y la eliminación de los SIRA, trámite por el cual se autoriza la venta de dólares del Banco Central a los importadores al precio oficial. 

Vale recordar que este tipo de mecanismos surgen como una necesidad de compensar la fuga de divisas de las cuales, en gran medida, las mismas empresas ahora reclamantes son responsables. Pese al fuerte superávit comercial que Argentina logró sucesivamente entre 2019 y 2022 inclusive, las reservas internacionales quedaron exhaustas porque los dólares no ingresaban al país al mismo ritmo del superavit de la balanza comercial, y el Banco Central debió restringir la salida de los dólares propios. Esto generó complicaciones en las cuales no fueron justamente las empresas extranjeras las más afectadas.

El propio documento de Amcham admite que el 59 por ciento de la deuda comercial de las empresas del país importadoras, es con la propia empresa, es decir con sus filiales o casa matriz.

El documento de la entidad que preside Facundo Gónez Minujin, titular de la banca de inversión JP Morgan Argentina, destaca que "la abultada deuda comercial que las empresas importadoras han acumulado con sus proveedores locales o del exterior" desde marzo de 2022, llevó su volumen total a unos 56 mil millones de dólares.

Esta acumulación se origina, según señala, en "la imposibilidad de acceder al mercado oficial de cambios para cancelarlas", producto de las ya señaladas restricciones de las reservas líquidas en el Banco Central. esta circustancia, afirma Amcham, colocó en "posición crítica a las empresas que importan insumos y otros bienes del exterior".

“En el stock, el principal acreedor son las propias empresas (deuda intercompany), con más de la mitad del total (59%). En segundo lugar, los propios proveedores que los que financian (36%)". 

La salida propuesta por Amcham es “garantizar el pago de las deudas que a futuro se generen por importaciones”, “permitirles a los importadores acceder al MULC o a los dólares financieros para el stock de deudas”; y “si las limitaciones por la falta de reservas liquidas en el BCRA imposibilitaran el acceso al MULC, proponemos gestionar con las empresas su cancelación futura mediante el acuerdo de un sendero de pago creíble, confiable, comprometido y finalmente respetado”.

“El segundo problema es la existencia de un proceso de importaciones con fuerte intervencionismo del Poder Ejecutivo, llamado SIRAS, e integrado por varios organismos del Estado". La sugerencia de la cámara en este punto es “eliminar este mecanismo de aprobación burocrático o, en todo caso, que sólo permanezca como un sistema informativo, para que el Estado conozca el momento de pago de las importaciones acordado y hacer previsible el movimiento de dólares para las importaciones a futuro”.