Este martes se dio a conocer el informe de la última edición de las pruebas PISA de 2022, basada en las respuestas de 690.000 estudiantes en 81 países y territorios. De las tres categorías evaluadas, que son matemáticas, lectura y ciencias, la Argentina ocupó el puesto 65º, 58º y 59º, respectivamente, lo que la llevó a integrar en los tres casos el grupo de los rendimientos "por debajo del promedio".
El resultado del rendimiento estudiantil en estas áreas es compartido entre los países de Latinoamérica que participan de estos exámenes estandarizados que toma la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Al igual que la Argentina, Chile, México y Colombia solo aparecen en la segunda mitad de la tabla.
Por el contrario, seis países y economías asiáticas tuvieron la mayor proporción de estudiantes entre los niveles más altos de rendimiento: Singapur (41%), Taiwán (32%), Macao (29%), Hong Kong (27%), Japón (23%) y Corea (23%).
La OCDE, que lleva adelante el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), realiza esta encuesta cada tres años para evaluar la capacidad de los jóvenes de 15 años en disciplinas fundamentales para la vida, como las matemáticas, la lectura y las ciencias. En este sentido, la última prueba debía realizarse originalmente en 2021, pero se retrasó un año debido a la pandemia.
"Las comparaciones internacionales son complejas, pero los resultados de PISA 2022 apuntan a una clara tendencia global: muestran una caída en el desempeño de los estudiantes sin precedentes en la historia del informe", aseveró la analista de educación de la OCDE, Irene Hu, en una conferencia de prensa.
Estas declaraciones fueron sostenidas por los resultados en otras partes del mundo, como en Europa, que demuestran una disminución general del rendimiento académico -Alemania, Islandia, Países Bajos, Noruega y Polonia, por ejemplo, registraron resultados notablemente más bajos en matemáticas-. Según Hu, esta baja de la capacidad de aprendizaje representa "una caída sin precedentes" y una "tedencia preocupante".
Los resultados PISA 2022 en Argentina
Argentina partipa desde 2001 de los exámenes estandarizados PISA. En esta edición, 12.111 estudiantes de 15 años de edad de 457 colegios argentinos fueron evaluados y obtuvieron un promedio de 378 puntos en matemáticas -es decir, dos menos que en 2018-, 401 puntos en lectura - es decir, 1 punto menos que en la medición anterior- y 406 puntos en ciencias (dos puntos más que cuatro años antes).
Estos resultados "fueron aproximadamente los mismos que en 2018 en matemáticas, lectura y ciencias" aunque, si se compara con lo ocurrido una década atrás, "el rendimiento en matemáticas cayó unos 10 puntos", describe el informe, pero el desempeño se mantiene estable para las otras dos asignaturas.
El informe resalta que entre 2018 y 2022, la brecha entre el 10% de estudiantes argentinos con puntuaciones más altas y el 10% con resultados más bajos se redujo "en matemáticas y lectura, mientras que no cambió significativamente en ciencias".
Las calificaciones se miden en 6 niveles, siendo el número más alto el que representa un mejor desempeño.
- Matemáticas
Sólo el 27% de los estudiantes argentinos alcanzó al menos el nivel 2 -es decir, inferiores al nivel básico- de competencia en matemáticas, una proporción significativamente menor que el promedio registrado entre los países de la OCDE, que es de 69%.
Pertenecer al nivel 2 o superior, implica, como mínimo, que "estos estudiantes pueden interpretar y reconocer, sin instrucciones directas, cómo se puede representar una situación matemáticamente simple" como por ejemplo "comparar la distancia total a través de dos rutas alternativas, o convertir precios en una moneda diferente".
Por otro lado "casi ningún estudiante en Argentina tuvo un rendimiento alto en matemáticas, lo que significa alcanzar el nivel 5 o 6 en la prueba de matemáticas PISA", un peldaño que alcanzó el 9% en promedio de las poblaciones educativas de los países participantes.
Los estudiantes ubicados en estos niveles "pueden modelar situaciones complejas matemáticamente y pueden seleccionar, comparar y evaluar estrategias apropiadas de resolución de problemas para abordarlos".
- Lectura
"Alrededor del 45% de los estudiantes en Argentina alcanzaron el nivel 2 o superior en lectura", señala el informe, siendo el promedio de 74% entre todos los participantes de la evaluación internacional.
En este nivel, los adolescentes al menos "pueden identificar la idea principal en un texto de extensión moderada, encontrar información basada en criterios explícitos -aunque sean complejos-, y reflexionar sobre el propósito y forma de los textos cuando así se le solicite explícitamente".
En Argentina, sólo el 1% de los estudiantes obtuvo una puntuación de nivel 5 o superior en lectura, es decir, por debajo del promedio que se ubicó en el 7% de todas las poblaciones escolares participantes.
- Ciencias
Para la tercera de las materias evaluadas, ciencias, "alrededor del 46% de los estudiantes en Argentina alcanzaron el nivel 2 o superior", otra vez muy por debajo del promedio, que se ubicó en 76%.
Quienes se posicionaron en esta categoría, son capaces de "reconocer la explicación correcta de fenómenos científicos conocidos y puede utilizar ese conocimiento para identificar, en casos simples, si una conclusión es válida en base a los datos proporcionados".
En la Argentina, sólo el 1% de los estudiantes obtuvo los mejores resultados en ciencias, es decir, demostraron ser competentes en nivel 5 o 6, lo que logró, en promedio, el 7% de todos los estudiantes evaluados a nivel mundial.
En estos niveles, los adolescentes "pueden aplicar de forma creativa y autónoma sus conocimientos de y sobre la ciencia a una amplia variedad de situaciones, incluidas las desconocidas".
Un análisis más profundo de la educación a nivel mundial
La OCDE analizó otras cuestiones vinculadas a la formación académica de los jóvenes de todo el mundo para determinar con qué herramientas se puede mejorar la calidad de vida y de aprendizaje de las personas.
En países como Finlandia, Islandia y Suecia, por ejemplo, que llegaron a estar en las partes altas de la clasificación, el reporte remarca que hay problemas a largo plazo como, "el nivel de apoyo que los alumnos reciben de los maestros y el personal escolar", según Hu.
"Los países invirtieron en educación en los últimos diez años, pero tal vez no invirtieron de manera eficiente o suficiente en la calidad de la enseñanza", agregó por su parte Eric Charbonnier, otro analista de educación de la OCDE.
En la lista, el primer país de América Latina es Chile (puesto 52), seguido de Uruguay (53), México (57), Perú (59), Costa Rica (63), Colombia (64), Brasil (65), Argentina (66) y Panamá (74).
Cuatro países latinoamericanos figuran en el último tramo: Guatemala (77), El Salvador (78), República Dominicana (79) y Paraguay (80), justo por encima del último calificado, Camboya (81). Como referencia, España está en la posición número 27 y Estados Unidos en la 34.
Según el informe, las disparidades en los niveles de educación indican que "el mundo ya no está estrictamente dividido entre naciones ricas y bien educadas y naciones pobres y mal educadas".
La OCDE sostiene que si bien existía cierta correlación entre el gasto y el rendimiento académico, "la historia muestra que los países decididos a construir un sistema educativo de primera clase pueden lograrlo incluso en circunstancias económicas adversas".
No todo es conocimiento
Por primera vez, la OCDE también examinó, en un estudio separado, la felicidad de los estudiantes, utilizando nueve aspectos que incluyen su compromiso con la escuela, su bienestar material, cultural y psicológico o la apertura a la diversidad.
Este baremo demostró que en Singapur, Macao y Taiwán, con los mejores resultados en matemáticas, "muchos estudiantes dijeron tener un gran miedo al fracaso y una participación limitada en actividades extracurriculares, como los deportes".
Por el contrario, en países como España y Perú, con notas más bajas en las pruebas PISA, los investigadores a menudo encontraron "niveles más bajos de ansiedad y un mayor enfoque en los deportes" entre los estudiantes sondeados.
En Argentina, en comparación con 2018, el sentido de pertenencia de los estudiantes a la escuela disminuyó, informó la OCDE.
Esto se corresponde con los siguientes datos: en 2022, el 73% de los estudiantes en Argentina informaron que hacían amigos fácilmente en la escuela (promedio de la OCDE: 76%), mientras que el 78% se sentía integrado a la escuela (promedio de la OCDE: 75%). Mientras tanto, el 22% informó sentirse solo en la escuela y el 26% como un extraño o excluido (promedio de la OCDE: 16% y 17%).