Las cenizas de Fidel Castro ya están en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, donde fueron depositadas en un mausoleo construido especialmente junto al del héroe nacional cubano José Martí, luego de una caravana de cuatro días que, partiendo desde La Habana, recorrió mil kilómetros entre multitudes que se concentraron para despedir al líder.
En Santiago, a ambos lados de la Carretera Central los habitantes, recibieron con emoción la urna de cedro cubierta con la bandera cubana.
El cortejo fúnebre entró a la capital oriental por la localidad de El Cobre, donde se encuentra la imagen de la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba y protectora de los luchadores por la independencia en la isla.
La ceremonia será solemne y privada, a diferencia de los homenajes que se hicieron durante toda esta semana, y solamente asistirán familiares y “personalidades especialmente invitadas”, entre los que se cree que estará el presidente Nicolás Maduro, su par boliviano Evo Morales, y los ex mandatarios brasileños “Lula” da Silva y Dilma Roussef.
Los restos del líder cubano llegaron ayer a Santiago de Cuba luego del velatorio en el Memorial José Martí de La Habana. Sus cenizas serán depositadas en el histórico cementerio de Santa Ifigenia, donde descansan próceres y mártires cubanos.
El paso del cortejo fúnebre por Santiago de Cuba, la última parada del recorrido, estuvo acompañado por miles de personas que se situaron en ambos lados de las calles y vitoreaban: “Yo soy Fidel”.
Todos ellos participaron en el acto masivo que se celebró en la noche de ayer, sábado, en la Plaza de la Revolución "Antonio Maceo", en Santiago, y al que asistió alrededor de medio millón de personas, según cálculos de la televisión cubana. Allí, el presidente Raúl Castro pronunció las palabras centrales para la despedida de su hermano Fidel.