El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció finalmente que no viajará a Buenos Aires para asistir a la asunción de Javier Milei. La confirmación llegó a través del gobierno de ese país que, a la vez, informó que quien estará presente el próximo domingo en la ceremonia de traspaso del poder será el canciller Mauro Vieira.
El desaire de Lula es un claro posicionamiento del gobierno de Brasil ante el contrapunto generado por el presidente electo de La Libertad Avanza (LLA), que en varias oportunidades lo descalificó por su posición ideológica y anticipó que la Argentina no tendría relaciones con el país vecino.
También es una respuesta al gesto de Milei, que a horas de su triunfo electoral invitó personalmente al expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro a su asunción.
Luego de la victoria en el balotaje del mes pasado, la futura canciller argentina Diana Mondino había intentado recomponer esa relación dañada de antemano. Viajó por sorpresa a Brasil y le entregó a Vieira la invitación personal a Lula de parte de Milei.
La respuesta fue unívoca: "Lula no irá a Buenos Aires", dijo a la agencia Télam el ministro de Comunicación Social brasileño, Paulo Pimenta.
La Secretaría de Prensa del Palacio del Planalto informó, además, que el Gobierno brasileño estará representado por el actual ministro de Relaciones Exteriores, quien fue durante ocho años embajador en Buenos Aires.
El diplomático tendrá que cruzarse no solo con Bolsonaro, sino también con la comitiva de 30 personas, entre ellos líderes legislativos de la extrema derecha y los gobernadores de San Pablo, Tarcisio de Freitas; Goiás, Ronaldo Caiado; y Santa Catarina, Jorginho Mello; que Milei invitó.
Lula se encuentra de gira oficial en Alemania y debe regresar a Brasil para presidir, el próximo jueves, la cumbre de mandatarios del Mercosur, en la cual se despedirá el mandatario saliente Alberto Fernández.