El traspaso del poder, como todo lo que rodea a Javier Milei, tiene cuestiones confirmadas y aspectos que están duda. Lo central ya está consensuado: el juramento como presidente, ante la Asamblea Legislativa, lo tomará como es debido Cristina Fernández de Kirchner en el recinto del Congreso. A continuación, también en el recinto, Alberto Fernández le entregará el bastón y la banda, los atributos de mando, al nuevo mandatario.
Lo asombroso es que, en principio, Javier Milei haría un discurso corto ante los diputados y senadores y se reservaría para explicar sus políticas y sus proyectos para un segundo discurso, instantes después, en un escenario dispuesto en las escalinatas del Congreso. Allí espera reunir a sus seguidores, una convocatoria que formuló por las redes este mismo martes, pidiéndoles que estén presentes con banderas argentinas. Hay un deseo que hasta el momento no pudo concretarse: el descapotable Cadillac, comprado por Juan Domingo Perón, está con problemas de motor. En fuentes del Museo de la Casa Rosada afirman que el uso del vehículo está descartado.
Diálogos de transición
El traspaso de mando fue tratado en reuniones entre el excanciller de Macri, Jorge Fourie, y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello. Todo avanzó sin inconvenientes y, sobre todo, se evitó el bochorno de aquella transición entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri. En 2015 se dispuso judicialmente que el mandato de CFK se terminaba el 9 de diciembre a las 24 y, por lo tanto, hubo un mandato de medio día de Federico Pinedo quien, por lo tanto, hizo el traspaso.
Lo que se va a hacer el próximo domingo es, ni más ni menos, lo que quería Cristina en aquel entonces: que el juramento y la entrega de los atributos se hiciera en el Congreso, una costumbre bastante habitual. Macri quería el juramento en el Congreso y la entrega de los atributos en Casa Rosada, algo que ocurrió a veces. No hubo acuerdo y el final fue la peor alternativa: por primera vez en la historia, le recortaron el mandato a una presidenta o presidente, cortándolo el 9 de diciembre.
Sin mayores problemas, ésta vez se acordó que todo se hará el domingo a las 11 ante la Asamblea Legislativa. Luego, Milei irá hasta la Casa Rosada donde le tomará el juramento de rigor a los ministros. Para esta recorrida, se busca todavía un descapotable.
Discursos adentro y afuera
La costumbre ha sido siempre que el presidente electo concreta un largo discurso ante diputados y senadores. El concepto es que, entre otras cosas, les anuncia las normas que enviará para que sean aprobadas. Además, los legisladores son quienes representan al pueblo y a las provincias.
Esta vez, Milei habría decidido hacer una breve alocución ante diputados y senadores, más bien una formalidad, y extenderse con sus planes y propuestas frente a sus seguidores. Página|12 consultó con uno de los hombres más cercanos a Milei y no confirmó ni desmintió esta versión: “Lo estamos decidiendo”. De todas maneras, se armará el escenario para que Milei se dirija a quienes lleguen a la Plaza de los Dos Congresos.
La movida es llamativa. Por un lado, tal vez Milei considere que tiene que tener a su gente movilizada porque piensa que sus planes derivarán en protestas y quiere que haya respuesta en la calle. O puede ser que considere que los miembros del Congreso “son la casta”, a la que tanto se refiere, por lo que optaría por exponer ante sus adherentes libertarios.
El Cadillac y los gestos
En algún momento, Fourie anunció que Millei usaría un descapotable para trasladarse desde el Congreso a la Casa Rosada. Se mencionó el Cadillac que Juan Domingo Perón compró, pero nunca usó. Actualmente está en el Museo de la Casa Rosada, pero según le informaron a este diario, no estaría en condiciones de usarse. Estaban haciendo esfuerzos, aunque está descartado para el domingo. Como se recordará, Alberto Fernández usó su propio auto, un Corolla, y Mauricio Macri una camioneta, cuando ambos hicieron el recorrido para llegar al Congreso y luego salir de la Asamblea Legislativa.
Más allá del estado mecánico del Cadillac, la idea de su uso llama la atención: no parece lo adecuado para un presidente que, supuestamente, viene con un discurso de austeridad. Lo mismo ocurrió con el viaje a Estados Unidos, más allá de quien corrió con los gastos. Milei tuvo la oportunidad de hacer un gesto viajando en avión de línea, pero optó por el avión privado, pese a que el trayecto no era muy complejo: Buenos Aires-Nueva York-Washington-Buenos Aires. Tampoco hubo ahorros con hoteles, siempre entre los más caros en ambas ciudades norteamericanas. No faltarán quienes consideren que lo gastado en la visita al norte puede encuadrarse en una dádiva, que consiste en aceptar regalos o favores que, supuestamente, después tendrán una devolución desde el Estado.
Despedida con cadena
Durante este martes, circuló la versión de que Alberto Fernández se despediría de los argentinos con una cadena nacional. Se habló de la posibilidad del jueves, pero esa alternativa quedó descartada.
La versión más fuerte es que el Presidente usará la cadena nacional el viernes y su alocución duraría aproximadamente 30 minutos. El mandatario dejará la Quinta de Olivos y se irá a vivir al departamento que dejó en 2019, en Puerto Madero, propiedad de su amigo, el publicista Pepe Albistur. “Voy a ocuparme de mi familia, de mi esposa y de Francisco”, le dijo a Radio 10, el domingo. Fernández no residirá en España. Antes de llegar a la presidencia ya daba clases en la Universidad de Salamanca y en otra casa de altos estudios de España, algo que retomará en 2024, pero sólo significan traslados por algunos meses. Fernández seguirá viviendo en la Argentina.