Comenzó ayer el juicio contra cuatro policías imputados por homicidio culposo e incumplimiento de los deberes de funcionario público, por la muerte de Martín Carreras, de 33 años, cuando estaba bajo custodia tras haber sido detenido en la madrugada del 21 de junio de 2019 en barrio El Rosedal de la ciudad de Salta.

El juicio es unipersonal y está a cargo del juez Francisco Mascarello. Por el Ministerio Público interviene el fiscal Gabriel González. La querella de la familia Carreras está siendo representada por la abogada María Fátima Peckerle, mientras que la defensa es ejercida por los abogados Pablo González y Alberto Albornoz, del servicio jurídico de la Policía de Salta.

"Después de cuatro años y meses arranca el juicio de mi hermano, es volver a acordarse de todo, del comienzo, llegan esos sentimientos de tristeza. Estamos esperando que se haga justicia", manifestó a Salta/12 Facundo Carreras, el hermano de Martín que ha sido hasta ahora el vocero de la familia.  

El joven que encabezó diversas movilizaciones junto a otros familiares de víctimas de gatillo fácil en Salta, señaló que todavía "no está bien establecido cómo murió" Martín, bajo custodia de los policías. Añadió que espera "que sean condenados por lo que han hecho. Lo detienen con vida y después aparece en una morgue. Ya se van a cumplir dos años desde que mi vieja ha fallecido, de tristeza, de sufrir. Se nos fue otra parte de nuestra familia por la muerte de mi hermano".

Facundo expresó su desconfianza en la fiscalía, ya que consideró que está "a favor de la policía. Tengo por seguro eso, van a buscar la forma de que los policías queden libres. Veremos cómo se va a ir direccionando esto". Esas presunciones se basan en los resultados que han tenido otros juicios por muertes bajo custodia policial en la provincia. "Que se haga justicia y paguen los policías por la muerte de mi hermano", insistió. 

Está previsto que el juicio siga hasta el 12 de diciembre. La primera audiencia comenzó al mediodía de este lunes, con la lectura de la requisitoria fiscal. Luego el juez preguntó a los imputados si iban a declarar pero se abstuvieron. Se escucharon después las declaraciones del padre, de un hermano, un amigo, y también de la expareja de Martín. Además, brindó testimonio un policía que intervino en la investigación.

La acusación fiscal

En la acusación fiscal se señaló que a las 4.40 aproximadamente del 21 de junio de 2019, el sargento ayudante Rubén Esquivel junto al cabo José Santos, que conducía el móvil 1728 de la Dirección de Seguridad Urbana, fueron a verificar un hecho de violencia familiar en el barrio El Rosedal tras llamados al 911 de una mujer, la expareja de Carreras y madre de tres hijas en común.

Cuando llegaron, Martín Carreras estaba en la vereda y habría dicho que su pareja no lo dejaba entrar a la casa. Mientras que la mujer, que se encontraba dentro del inmueble, pidió que detuvieran a su expareja y dijo que haría la denuncia. 

Los policías detuvieron a Martín, "se le pidió que se estire y se deje colocar las esposas. En un primer momento hizo caso a la orden y luego se resistió a la detención. Ambos uniformados intervinieron, forcejearon con Carreras, los tres cayeron al suelo y al fin de concluir con la maniobra de sujeción de las manos en la espalda, por la fuerza los acusados dejaron al demorado en posición prona (boca abajo), que continuaba en estado de exitación por la maniobra",  leyó el secretario del Tribunal.

Por la contextura robusta de Carreras, los policías indicaron que tenían dificultad para subirlo a la camioneta por lo que solicitaron un refuerzo. Arribaron entonces el sargento Alberto Gabriel Figueroa junto al sargento Gonzalo Robustiano Delgado, en el móvil 1723, quienes intervinieron para subir a Carreras al móvil 1728, "sin calzado, con los pies que sobresalían la compuerta de la caja y las manos hacia atrás con las esposas" y las prendas de vestir levantadas. 

La autopsia indicó que la causa de muerte de Carreras fue por "un cuadro de delirio agitado y asfixia restrictiva por compresión torácica que se produce por maniobras de sujeción con las manos en la espalda, déficit en la respiración y descarga de la adrenalina del momento, más (sustancia) 'elucubrante' que lo colocó en ese estado, alcohol y cocaína"

La fiscalía sostiene además que ese cuadro se produjo por el inadecuado uso de la fuerza policial, que fue "antireglamentaria" y "faltando al principio de congruencia y proporcionalidad" y a los protocolos de traslado de las personas al llevarlo en la caja de la camioneta, lo que generó una situación de riesgo. 

Asimismo, la acusación añade que los policías cometieron una infracción al artículo 9 de la ley provincial 7888, de violencia de género, que ordena evitar toda coincidencia física entre agresor y víctima, debido a que en este caso trasladaron a Carreras en la caja y a su expareja junto a dos hijas pequeñas en la cabina, en el mismo vehículo. 

Carreras fue llevado a la subcomisaría de Villa Asunción y al llegar, según se indicó, no tenían signos vitales.

"Me daban el pésame y yo no sabía nada"

El primero en declarar ayer fue el padre de Martín, Ramón Alberto Carreras, empleado de Aguas del Norte, donde también trabajaba su hijo. "Yo entré a trabajar a las 2 de la tarde. Cuando llego al trabajo me empiezan a dar el pésame y yo no sabía nada, no me habían comunicado", relató respecto a cómo se enteró de la muerte de su hijo aquel 21 de junio de 2019. La policía no le había informado a la familia lo sucedido.

El padre indicó que después se comunicó con el hijo más chico (Facundo Carreras) para pedirle que fuera "al Hospital San Bernardo para ver si estaba internado y ahí le comunicaron que estaba en la morgue judicial". "Quedé destrozado con la noticia", manifestó. Dijo que después se enteró por comentarios que Martín había sido detenido, que lo trasladaron en la caja de una camioneta y "llegó sin vida a la policía". 

Ante preguntas del fiscal por la relación de Martín con su pareja, dijo que "peleaban siempre". Refirió que no habló con la mujer sobre lo sucedido aquella madrugada y que tanto él como sus hijos siguen en contacto con las nietas, a las que ven semana de por medio, los fines de semana.

Martín "era robusto", medía 1,80 y pesaba 100 kilos, no padecía enfermedades crónicas o afecciones, indicó el padre. Lo vio una semana antes, y lo notó "anímicamente mal" porque se había peleado con su pareja, pero lo vio bien de estado físico.

El testigo relató que su esposa y madre de Martín, "no pudo superarlo. A los dos años falleció de la pena que tenía, vivía llorando por la pérdida de su hijo". En la sala se evidenció el silencio que se prolongó unos segundos tras esa afirmación.

Consultado por los abogados defensores sobre el consumo de alcohol y estupefacientes de Martín, el padre dijo que sabía que lo hacía, y que consumía bebidas alcohólicas los fines de semana o días en que no trabajaba.

"Supe que estaba muerto porque no reaccionaba"

 La expareja de Martín, R. A. es madre de cuatro hijas, las tres más chicas en común con la víctima. "Que se sepa la verdad, que se esclarezca todo esto y que me dejen vivir en paz", dijo sobre su interés en la causa. Refirió que su expresión se debe a que vivió todo este tiempo "mal", al sentirse culpabilizada por la muerte del exmarido. "Yo lo primero que hice fue llamar al 911 y comunicarme para que alguien me defienda, alguien que pueda salvarme porque yo sabía que ese día moría", "en estos momentos no estaría acá, hubiese estado muerta", expresó.

Relató que tenía problemas con su pareja por "sus adicciones", que Martín "cuando estaba bien era "excelente persona, excelente marido" y "excelente padre". Aseguró que desde que él empezó a consumir "pasta base, marihuana y alcohol" comenzaron los hechos de violencia.

Por episodios violentos, y por el desacuerdo con la conducta que llevaba su marido, la mujer dijo que aquel 21 de junio hacía una semana que se habían separado y él no estaba viviendo en la casa. Le preguntaron si Martín tenía problemas de salud y dijo que una vez "tuvo una descompensación en el corazón", en uno de los cumpleaños de la hija, no podía respirar y se sentía mal pero no fue al médico.

Sobre el 21 de junio, la mujer dijo que Martín la había amenazado alrededor de las 1 de la madrugada por messenger, después como a las 4, empezó a golpear la puerta de la casa a "patadas y piñas" llegando a hacer saltar el pasador. "Dije, me mata, volví a llamar al 911, fue cuando llegó la policía", declaró. Contó que por un ventanal vio a dos policías, que le preguntaban si Martín era a quien estaba denunciando. 

"Martín estaba ahí como loco, fuera de mi casa (...). Yo justo cuando abro la puerta, uno de los policías lo estaba deteniendo, él era tan grandote, estaba tan sacado, no se dejaba. No sé si ellos pidieron que vinieran más policías. Vinieron dos más", describió, y dijo que su expareja estaba de pie en ese momento. Después ella se fue a cambiar porque le indicaron que debía ir a hacer la denuncia, alzó a sus dos hijas que se habían despertado, dejó a otra durmiendo y salió de nuevo. 

"Yo recuerdo que le pregunté a uno de los policías si mi marido estaba muerto. Lo poco que recuerdo es que Martín estaba en el piso pero tengo muchas imágenes, no recuerdo si era boca abajo (...). Yo lo había visto a él, yo ya supe en ese momento que él estaba muerto porque no reaccionaba", aseveró. Contó que el personal policial le dijo que subiera al móvil y que iban a llevar a Martín al Centro de Salud.

La mujer relató que la policía la llevó a la Comisaría de Asunción, la dejaron junto a sus hijas, esperando. Indicó que le pidieron el celular. Luego vio a personal del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, le hicieron varias preguntas y estuvo allí bastante tiempo, cuando vio el movimiento en el lugar se dio cuenta de que su marido estaba muerto. 

Antes, al declarar en la fiscalia, había dicho que vio a dos policías hacerle reanimación a Martín y que "tardaron un montón", al menos "40 minutos", en trasladarlo al Centro de Salud. Sin embargo, ahora no recordó esos detalles, sólo que los uniformados entraron a la dependencia a preguntar si lo llevaban a que reciba la asistencia sanitaria.

La testiga sostuvo que no vio que Martín golpeara al personal policial, y tampoco a la policía golpearlo. Recordó que al momento de la detención, él tenía una botella y no recordó verle sangre.