"Estoy emprendiendo mi viaje", fue lo último que escribió en su teléfono satelital el guía de montaña Ignacio Lucero, quien luego de varios días desaparecido fue hallado muerto en la Cordillera de los Andes, en el cerro Marmolejo, junto con los andinistas Raúl Espir y Sergio Berardo.
La última vez que Nacho se había comunicado con su pareja, María Fernanda Martínez Thierry, había sido el miércoles 29 de noviembre, cuando avisó “que ya estaban en el campamento 3, (a 4.800 metros de altura), que había sido un ascenso difícil”, según comentó a Clarín la mujer, que además aclaró que no volvió a tener contacto con él después de eso, por lo que presume que el fallecimiento se produjo el jueves 30.
Minutos antes de la tragedia, Lucero, apasionado de la lectura y –además de un experimentado guía– egresado de la carrera de profesor de Literatura en la Universidad Nacional de Cuyo, anotó en su teléfono “Estoy emprendiendo mi viaje”, un mensaje que para Fernanda anticipó su última aventura hacia el plano no terrenal.
Sobre esto, la mujer, que trabaja como asistente de una clínica odontológica en Mendoza, comentó: "Nacho siempre me decía que quería volar, amaba su trabajo en las cumbres, aunque cada vez le costaba más irse de casa porque extrañaba a Salvi (el hijo de ambos, de 2 años)".
La última vez que se vieron fue el 22 de noviembre, cuando Nacho y Fernanda se despidieron en su casa y se dieron un beso. Más tarde, cuando ella estaba en su trabajo, el hombre de 50 años le había ido a dejar la llave y volvió a despedirse con un abrazo y un beso. "Cada vez le costaba más irse porque no quería dejar a Salvi. Modificó lo que más amaba en su vida que era trabajar en la montaña", contó la mujer.
Quién era Ignacio Lucero, uno de los tres andinistas que murieron en la Cordillera
Lucero era un reconocido guía de montaña y tenía más de 30 años de experiencia y 46 ascensos al Aconcagua. En 2011 sufrió un infarto masivo a 7.400 metros de altura en el Himalaya. Después, sufrió un ACV y quedó internado durante 20 días en un hospital asiático, por lo que tuvo que hacer muchos años de rehabilitación para recuperar el habla, lo que le provocó un cuadro de depresión, una historia de superación que transformó su vida. Rescatado por un perro callejero llamado "Oro", continuó su trayectoria en el andinismo y compartió sus vivencias en charlas TED.
Además de sus múltiples ascensos al Aconcagua, escaló el Denali (Alaska), a 6.190 metros sobre el nivel del mar; hizo una expedición al Manaslu (Nepal), a 8.162 msnm; y subió el Mont Blanc, el pico más alto de la Unión Europea a 4805,59 msnm, además de otros desafíos en países como España, Chile, India y Tanzania.