Javier Milei comenzó a confirmar su primer equipo de Gobierno. Lo hizo con nombres nuevos y viejos. Con algunos del riñón del economista, otros de pasado reciente en el gobierno macrista y otros tantos que pasaron por la gestión de Carlos Menem. Sin embargo, no todos los nombres que fueron confirmando desde la Oficina del Presidente Electo podrán asumir en sus cargos.
En las últimas horas comenzó a circular la información de que el hombre elegido para representar la Procuración del Tesoro de la Nación, Rodolfo Barra, cuestionado por su pasado con Carlos Menem, su apoyo a leyes controversiales y su militancia filo-nazi, podría quedarse en la puerta de la Casa Rosada el 11 de diciembre.
En este punto cabe una aclaración: la Procuración del Tesoro es un cargo de vital importancia para el Gobierno. Se trata del máximo organismo de asesoramiento jurídico del Poder Ejecutivo y de los más altos funcionarios de la administración pública. Es decir, debe estar a cargo de personas superespecializadas, más puntualmente en Derecho Administrativo.
Más allá, el Procurador del Tesoro es el abogado de la República Argentina ante organismos jurisdiccionales o arbitrales extranjeros. En tal carácter, produce una opinión legal antes de la celebración de los convenios económico-financieros que el país celebra otros organismos financieros internacionales.
Sin embargo, la Ley 18.777, que regula la Creación del cargo de Subprocurador del Tesoro de la Nación, de 1970, establece una serie de requisitos que podrían obligar al equipo de ultraderecha a nombrar a otra persona para este cargo estratégico en un momento donde, justamente, no sobran manos amigas.
Entre los requisitos de la normativa, hay algunos que Barra cumple, como ser ciudadano argentino, abogado con el título habilitante expedido o revalidado por Universidad Argentina y contar por lo menos con ocho años de antigüedad en la profesión.
Sin embargo, hay otro que no, ya que según la reglamentación incumple el requisito de edad: debe ser “no menor de treinta ni mayor de setenta años”. Acá si el quipo de Milei tiene un problema, ya que Barra tiene 75 años. Entonces, ¿qué pasaría si no designan a otro procurador antes de la asunción de los nuevos equipos?
En este contexto se abren dos caminos: o Milei modifica esta ley mediante un decreto o mediante el Congreso, o deja que los decretos sean firmados por los funcionarios actuales que, tras la renuncia de Carlos Zannini, está en manos de funcionarios de carrera.
El caso Karina Milei
El otro caso que tiene complicado Milei es el del nombramiento de su hermana, Karina Milei, como Secretaría General de la Presidencia, cargo que ya tenía reservado para su familiar.
En este caso, la barrera está vinculada con el Decreto 93/2018, que establece que no podrán efectuarse designaciones de personas bajo cualquier modalidad, en todo el sector público nacional, que tengan algun vínculo de parentesco tanto en linea recta como en linea colateral hasta el segundo grado, con el Presidente y Vicepresidente.
Esta resolución se presenta ahora como un problema significativo para Milei, quien ve en la Secretaría General un espacio crucial para el despliegue de su visión de gobierno, y en su hermana, a la persona ideal para ocuparlo.
Si bien, Karina Milei ya mantuvo reuniones con el actual secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, en Casa Rosada, para avanzar con la transición el 25 de noviembre pasado, a la fecha no hay anuncios de su futuro nombramiento en el Gabinete.