Puede que Elijo creer, la película que se estrena el jueves 7 en 259 salas de todo el país, se convierta en un acontecimiento histórico. No solo porque refleja el título mundial ganado en Qatar por la Selección argentina de fútbol y que perdurará por siempre en el corazón de los argentinos. Su potencialidad revolucionaria, en todo caso, reside en que se trata de un film que rompe con la lógica clásica del cine, aquella que dice que el rol de los espectadores es contemplar la obra en el mayor de los silencios. En la película que revive la consagración en Doha de Lio Messi y compañía no hay lugar para tradiciones cinéfilas: la interacción de lo que muestra la pantalla y el público es permanente, disfrutando el camino a la tercera con la misma pasión con la que se la vivió hace casi un año.
Elijo creer no es una película para contemplar sino para (re)vivir. Así quedó claro en la multitudinaria avant premiere que en la noche del martes se realizó en los cines Atlas Caballito, en la que personalidades del deporte, la cultura y los medios se dieron cita para ver una película que todos saben cómo termina pero cuya felicidad nadie quiso perderse de volver a sentir, como en aquel 18 de diciembre de 2022 cuando Argentina gritó campeón en tierras lejanas y todos los argentinos salieron a las calles a festejar, en una muestra de alegría colectiva pocas veces vista en la historia del país y del mundo.
La interacción que provoca la película narrada por Ricardo Darín, producida por GM, Tronito y Grupo Octubre, fue inevitable. Cada uno de los goles de la selección en el Mundial se volvieron a gritar. Las atajadas del Dibu Martínez, también. Los cruces al límite de Cuti Romero se siguieron haciendo fuerza desde las butacas. El esfuerzo de Rodrigo De Paul jugando lesionado se aplaudió como un reconocimiento a su compromiso. La picanteada de Leo Paredes en aquel partido de cuartos de final contra Países Bajos se celebró como un gol. La arrolladora victoria a Croacia para llegar a la final se disfrutó con una sonrisa en los rostros. La final contra Francia se sufrió con gritos, catarisis y la emoción final de la victoria. El Mundial de Qatar y sus sentimientos se revivieron en la proyección de Elijo creer.
“Fue muy emocionante: volví a revivir todo lo que nos pasó, todo el sufrimiento, toda la alegría, toda la perseverancia, verdaderamente me conmovió y pude recuperar las sensaciones de ese orgasmo nacional que duró 72 horas hace un año”, le cuenta la actriz Laura Azcurra a Página/12 al final de la proyección. “La película -agrega- sirve para darse cuenta que esa alegría y la felicidad del pueblo continúan hoy. A mí siempre me emociona la felicidad colectiva y creo que no la tenemos que olvidar, sobre todo por lo que significa estar unidos y unidas. Ojalá el film sea un faro para entender que cuando queremos, podemos y estamos, para seguir vibrando con mucha fuerza y para confiar en esa potencia que tenemos”.
La posibilidad de revivir durante más de una hora y media la alegría colectiva del logro futbolístico aparece naturalmente como consecuencia de ver Elijo creer. Imposible no emocionarse, reír y festejar ante una película que cuenta la intimidad del plantel en el camino hacia la consagración, con las entrevistas que Pablo González les realizó a los jugadores y videos inéditos y personales filmados por los mismos protagonistas.
“Tener la posibilidad de participar de una película que va a quedar en la historia es un sueño cumplido, un orgullo enorme”, cuenta González, encargado de entrevistar a los jugadores casi 10 meses después para recordar junto a ellos cada detalle de la estadía en Qatar. “El Mundial -recuerda el periodista- fue un hecho colectivo como pocas veces en la historia argentina. Todos juntos, unidos, celebrando. Para mí, Elijo creer es la nueva Héroes, con una diferencia sustancial: Héroes fue una película que hacía FIFA y que dentro de la película había algunos minutos argentinos. Esta es una película hecha por argentinos, para Argentina. Es un premio para la gente y para estos pibes que nos dieron una alegría como pocas veces en la historia”.
Las emociones afloran a cada instante en la película. Cuando aparece Messi por primera vez la platea se viene abajo, entre la ovación y los aplausos que invade la sala y los espontáneos gritos de aliento para el capitán de la selección, como si estuviera en ese momento en la sala y no se tratara de un film. Algo similar sucede con Dibu, aunque en él los aplausos se combinan con las carcajadas que provoca el histrionismo y excentricismo en sus declaraciones. Las risas aparecen con la honestidad y simpleza de los testimonios de los jugadores. El origen del baile del Dibu, Nahuel Molina y su relato del pase imposible de Messi para su gol contra Países Bajos, De Paul confesando cómo mintió para jugar ese partido pese a estar lesionado, la atajada del Dibu con el pie izquierdo en la final y sus sensaciones en esos segundos en los que los corazones se detuvieron… Todo es una concentración de dosis justas de emoción y risas.
“Repasar un lindo momento y con la experiencia colectiva del cine, todos juntos en una sala, experimentando sensaciones parecidas y compartiéndolas, es espectacular”, detalla el periodista y conductor Diego Iglesias. “La selección -cuenta- sigue siendo el lugar en el que nos une a todos y esta camada de jugadores en particular consiguió esa unión social, que es ficcional, que tiene que ver con una cosa momentánea, pero que en ese momento nos entregamos, lo disfrutamos y la peli nos hace revivir”.
La alegría en comunidad es el denominador común de quienes vieron Elijo creer, una película que como pocas puede ser compartida en familia y amigos, acaparando la atención y el disfrute de personas de cualquier edad e interés. “A mí el fútbol no me resulta de mucho interés, pero en el Mundial hay algo que se enciende y me dejo contagiar por el entusiasmo y la alegría que provoca en la gente", detalla la actriz Paola Barrientos. "Esa posibilidad de festejar, de exorcizar un poco angustias y problemas, junto a seres queridos, es única. Ese bienestar colectivo que la película vuelve a provocar es hermoso y esperanzador”.
Con la presencia de Claudia Villafañe, de los periodistas Nancy Pazos, Erica Fontana, Adrián Puente, Clemente Cancela y Diego Della Sala y el actor Felipe Colombo, entre otros, la avant premier de Elijo creer puso en pausa al mundo al menos durante el tiempo en el que duró la proyección. A la posibilidad de revivir la alegría el film le sumó la de espiar la intimidad del plantel, con videos inéditos en el que se destaca uno en el que Lionel Scaloni le habla a sus colaboradores post derrota frente a Arabia Saudita. “Tenemos que aprender a perder. Forma parte del juego y del aprendizaje”, les dice en una improvisada charla arriba de un auto, buscando respuestas a ese inesperado traspié pero seguro de que la suerte podía cambiarse. Y vaya si tenía razón.
“Elijo creer permite detener -aunque sea un rato- el mundo y la agitada vida de la Argentina para darnos un permitido de alivio y felicidad, de revivir un momento tan hermoso, tan emotivo, de tanta unión”, afirma la periodista y conductora Luciana Rubinska. Butacas más atrás, Gisela Busaniche considera que lo que pasó con la selección en Qatar y la felicidad que aún perdura y la película expone con emoción es el más claro ejemplo de que Argentina es mucho más que el país que muchas veces algunos comunicadores y medios quieren instalar.
“A un año del Mundial elegimos creer en esta selección y en nuestro país”, cuenta la periodista y conductora. “Hay algo en el elegir creer, que tiene que ver con que nos vaya bien como sociedad, y ellos nos hicieron soñar y yo quiero seguir soñando. Es como que no nos queremos despertar más de este sueño porque nos hicieron muy felices. Y en estos tiempos que son difíciles y contradictorios, donde muchos hablan de Argentina como un país de mierda, la película no solo es una bocanada de aire fresco sino también el ejemplo de que el trabajo en equipo tiene sus frutos en una sociedad que parió a las Abuelas, que parió a las Madres, que tiene un Messi, un Papa y que se permite hacer la celebración más grande de la historia”, subrayó Busaniche.
La alegría de aquel 18 de diciembre de 2022 se empezará a reeditar desde el jueves en cada una de las salas de todo el país, con la sensación de que si la felicidad entra en una película, lo más cercano a ese film es Elijo creer. La experiencia cinematográfica del camino a la gloria futbolística garantizó en la avant premiere emoción, alegría y risas colectivas. Y un final con la inevitable y a esta altura inolvidable canción “Muchachos….” por La Mosca, cantada una vez más por todos y todas, cerrando espontáneamente la función. Un ritual que, seguramente, se repetirá en cada función. Porque nunca es una mala idea seguir celebrando.