En medio de la crisis sanitaria que atraviesa la provincia de Buenos Aires, la gobernadora María Eugenia Vidal sentenció: “No voy a abrir hospitales nuevos”. Una frase que sirvió como respuesta de la mandataria provincial a la demanda que hizo la candidata a senadora por Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner, de “terminar” los hospitales que se construyeron durante su presidencia y que la administración de Cambiemos frenó.
Una de las razones que dio Vidal para justificar su negativa a incrementar la infraestructura sanitaria del territorio que gobierna fue que su prioridad es “que todos tengan SAME”, el sistema de atención de emergencias que su administración lanzó hace días tomando como modelo el que funciona en Capital Federal, que tiene una superficie 1.500 veces menor que la provincia.
Su “compromiso”, dijo, es posibilitar “una ambulancia y una guardia que funcione, con turnos por prioridad de urgencia”. Aseguró que este dispositivo “se está implementando en 30 guardias del Conurbano” y lo hará “en los 79 de toda la provincia". Así que ahora, añadió durante una entrevista por Radio Nacional, “primero arreglemos los que están antes de inaugurar nuevos”.
Durante las entrevistas y los actos públicos de las últimas semanas, la ex presidenta Cristina Kirchner exigió al gobierno nacional que concluya los siete hospitales de alta complejidad que inició durante su gestión, muchos de los cuales tienen aparatología de última generación y que no pueden funcionar en plenitud por la falta de inversión de los gobiernos de Cambiemos para las obras que quedaron pendiente.
Esta situación fue denunciada en un reciente informe de la Fundación Soberanía Sanitaria publicado por Página/12, en el que se da cuenta en detalle del estado en que quedaron esos hospitales que hoy “podrían haber atendido 30.700 internaciones, 14.300 partos, 8.730 cirugías y 1.693.000 consultas externas".
Cinco de esos centros sanitarios están en la provincia de Buenos Aires. "Abran esos hospitales y la universidad si quieren progreso y modernidad de verdad para todos los argentinos", dijo esta tarde CFK en La Matanza, partido en el que hay dos de esos hospitales sin habilitar. “Alcanzamos a terminarlos pero no a ponerlos en marcha. La Matanza necesita más camas. Si no les alcanza la plata para los hospitales ¿por qué no prueban poner un poco menos de guita en publicidad en las rutas?”, puntualizó la ex presidenta.
La respuesta de Vidal no se hizo esperar. “No voy a abrir hospitales nuevos ni cortar cintas porque eso es una estafa a la gente”, sostuvo Vidal, quien durante las últimas semanas de campaña para las próximas elecciones –y sin ser candidata- encabezó la inauguración de inicio obras del entubamiento de arroyos en San Fernando, un bajo nivel en Ezeiza y una represa en Azul, iniciada durante la gestión del Frente para la Victoria. Entre otras obras, también estuvo en Lomas de Zamora inaugurando una planta de tratamiento cloacal y el acceso de la autopista a Puente La Noria, ambas obras aún sin concluir y también iniciadas durante el gobierno de CFK.
Para la dirigente de Cambiemos “el construir un edificio es la parte más fácil” e indicó que "lo que vale la pena es poner equipamiento de última generación, que haya insumos, enfermeras y médicos. O seguridad”, como si una cosa fuera opción de otra. También dijo que es preciso dotar de “tecnología para que la gente sepa cuánto hay que esperar en una guardia". Pero los hospitales continúan sin habilitarse.