El Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) fue una organización guerrillera chilena de ideología política marxista-leninista y de orientación patriótica y revolucionaria. Fundado oficialmente el 14 de diciembre de 1983, el FPMR tuvo la función de encarar las acciones armadas que tenían por objetivo el derrocamiento de la dictadura militar de Augusto Pinochet. El nuevo documental de Fernando Krichmar, No son 30 pesos. Chile, genealogía de una insurrección, bucea en la historia de esta organización armada, que usó el nombre del héroe de la independencia chilena, considerado el primer guerrillero en la historia del país trasandino.
El documental -que se estrena este jueves en el Cine Gaumont- muestra a un grupo de jóvenes actores que intentan recrear algunas de las escenas fundamentales que cuentan la trayectoria de la guerrilla creada por el Partido Comunista chileno, luego de diez años de iniciada la dictadura del genocida Pinochet. En esta búsqueda, los actores comparten los rodajes con los verdaderos protagonistas y sobrevivientes de esta experiencia. Muchos de estos militantes aún están perseguidos o encarcelados por la actual Justicia, luego de treinta años de democracia. Mientras se filmaba la película, estalló la rebelión contra el gobierno de Sebastián Piñera, cuya consigna fue “No son 30 pesos, son 30 años” y ese hecho social resignificó la película de Krichmar.
"Con los compañeros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez yo tengo contacto personal desde los años '80; no desde lo cinematográfico sino desde la militancia", cuenta Krichmar. "Nosotros ayudamos a esconder a algunos de ellos, luego de que fracasó el atentado a Pinochet en Rosario. Es una organización en la que yo estaba, pero hace más de treinta años que ya no estoy". Luego surgió la idea que la película visibilizara que "algunos que lucharon contra la dictadura de Pïnochet aun hoy están judicializados y perseguidos en Chile", señala el director sobre el germen cinematográfico. "Pero como sucede con todos los documentales, los hechos de la realidad fueron más grandes que lo que pretendíamos a nivel cinematográfico. De hecho, nos excedieron y nos hicieron entrar en otro tipo de cuestiones más actuales y que no solo tienen que ver con la reivindicación y con el cese de la persecución a estos compañeros, sino a contar en detalle su historia y sus contactos con la actualidad chilena, que es una actualidad que tuvo que ver en ese momento con la rebelión popular del 2019", agrega Krichmar.
-En relación al nacimiento del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, ¿por qué surgió diez años después del golpe de Pinochet?
-En mi opinión por cierta inocencia que hubo respecto de que la derecha respeta la democracia. El gobierno de la Unidad Popular que había ganado una elección muy pocos meses antes del golpe del 73 tenía un programa bien claro, había nacionalizado el cobre, había generado repartos de tierras y muchas otras medidas socialistas, pero está claro que el recientemente fallecido Henry Kissinger no era tan pacifista como Allende. Así que yo creo que en el '73 el golpe los agarró desarmados, confiando en el supuesto carácter históricamente democrático de las Fuerzas Armadas chilenas, que tampoco era tan así. Los agarró desarmados militarmente. A partir del golpe, empezaron a perseguir a todos los partidos opositores, incluido el Partido Comunista, y eliminaron dos Comités Centrales completos. Recién en el '77 se pronunciaron por la lucha con todos los medios y surgió primero en el '80 el Frente Cero y luego en el'83 el Frente Patriótico Manuel Rodríguez que, en realidad, era una estructura del Partido Comunista, pero que también tenía muchos milicianos que se sumaban en una lucha social que iba en aumento ante el desastre que representaban las políticas de Pinochet para las grandes masas empobrecidas.
-¿Qué fue lo que pasó entre el Frente y el Partido Comunista Chileno?
-A partir del fracaso del atentado a Pinochet y la durísima represión que se llevó a cabo contra ellos, el Partido decidió disolver el Frente y sumarse a lo que se llamó la Concertación, que fue la salida de la dictadura en Chile, mucho más traumática que acá porque, de hecho, fue con una Constitución hecha por Pinochet y con Pinochet que quedó como Jefe del Ejército como diez años. A partir de ese abandono del Partido, muchos de los del Frente se convirtieron en Frente Patriótico Autónomo y siguieron la lucha varios años más hasta que fueron eliminados sus principales líderes: la comandante Tamara y el comandante José Miguel.
-¿Qué le aportaron las entrevistas con protagonistas de la época a tu idea del documental?
-Por empezar, son personajes muy ricos, con una experiencia de vida tremenda que, al día de hoy, son tremendamente solidarios. Y nos aportó esto que tiene hacer las películas desde adentro de las organizaciones, sin cuestionarlas, sino más bien escuchándolas. Y entendiendo sus razones, lo cual generó no solo una buena hermandad, sino mucha colaboración por parte de ellos, muy buena disposición a trabajar. Es algo que también nos pasó con Seré millones en su momento y con otras películas en las que hemos trabajado con compañeros de esa época. Para alguna gente es muy difícil porque muchos lo encaran desde el ángulo de lo acusatorio o de exigirles autocrítica y todo eso. Y nosotros siempre lo encaramos desde el reconocimiento de la valentía que tuvieron enfrentando dictaduras, jugándose la vida. Entonces, ellos enseguida al ver nuestra obra y al conocernos confiaron y se entregaron de lleno a la película.
-¿Por qué pensaste que era importante el relato en off que aparece con tu voz?
-En general, lo primero que surge es a quién le interesa esto y por qué le interesa. Mi idea era anclar en mi voz en off el porqué de mi interés en contar esta historia. Lo cuento desde que a mí me llamó la atención. Siempre tuve mucha relación personal y política con los chilenos y quería un poco meterme en la historia. En otras películas habitualmente no utilizo mi voz en off, pero era un tema complejo, donde había que justificar el por qué estamos narrando esto. Entonces, lo quise hacer desde mi subjetividad y mi experiencia que, además, es honestamente el motivo por el cual hice esta película.