María Alicia Gutiérrez, socióloga, docente e investigadora feminista analiza en esta entrevista cómo se organizaron las feministas de los 90 para impulsar la aprobación de la ley de salud sexual y reproductiva en medio de la resistencia de grupos conservadores del menemismo y la Iglesia Católica. Al igual que en 2018, tal como sucedió con el tratamiento de la legalización del aborto, el debate por la ley de salud sexual y reproductiva en el 95 solo consiguió el triunfo en la cámara de Diputados y recién fue aprobada en 2002.
A continuación, extractos de su relato:
En 2002, entre gallos y medianoche, según se decía, por un arreglo con sectores de la Iglesia se aprobó la ley Salud Sexual y Procreación Responsable, sin embargo, el debate fuerte e importante se dio durante la discusión del 95 que tuvo una movilización y una organización impresionante, muy parecida a la que tuvo el debate del aborto de 2018 con el que se ganó en Diputados y se perdió en Senadores.
El debate del 95 fue un hito que hay que enmarcarlo en las luchas de los años 90, con otro hito clave cuando se constituyó el grupo Mujeres Autoconvocadas para Decidir en Libertad (MADEL) que peleó mucho junto a grupos de otras provincias para que no entrara la famosa cláusula que consideraba el origen de la vida desde la concepción en la reforma constitucional del 94 que lideraba dentro del menemismo Rodolfo Barra, este personaje que vamos a tener otra vez en escena. Todas las discusiones las teníamos con este hombre del Opus Dei que representaba a los grupos conservadores y también al gobierno.
MADEL actuó en tres instancias clave de los 90: en la reforma constitucional del 94, en la discusión de la ley de salud sexual y reproductiva del 95 y en la Asamblea Estatuyente de la Ciudad de Buenos Aires en el 96, porque con la reforma constitucional la Ciudad pasó a ser autónoma y necesitaba su propia Constitución. Ahí teníamos muy buenas compañeras desde los feminismos y los grupos LGTB, es una constitución que nadie le da bolilla, pero es muy progresista.
En el 95 se armó un grupo parecido a las sororas por el aborto del 2018, eran cuatro legisladoras de distintos partidos que llevaron adelante el proceso. Fue la primera vez que las legisladoras armaron un grupo para discutir la ley y las organizaciones sociales trabajamos muchísimo de manera conjunta. Lo interesante de MADEL era que si bien tenía un origen en Capital tuvo también su expansión hacia el resto del país, no tanto como fue después la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
También estaba el Foro por los Derechos Reproductivos, académicas, sindicalistas que nunca habían participado organizadamente y mujeres políticas. Éramos muchas y de muy diferentes espacios, fue una articulación bastante novedosa en su composición que trabajó conjuntamente con las cuatro legisladoras en la disputa por sacar la ley de salud sexual y reproductiva.
Los puntos más sustantivos de discusión que tenía la ley fueron los métodos anticonceptivos, no querían que se nombraran, sobre todo el dispositivo intrauterino porque estaba en contra toda la Iglesia Católica y también estaban en contra del acceso de los jóvenes y adolescentes a la ley de salud sexual y reproductiva.
Fue la primera vez que hubo muchísima movilización en la calle y también una de las primeras veces -por lo menos para mi que estoy desde los 80 en el feminismo- que se articuló con otros grupos como la CHA con Carlos Jáuregui y también con el Grupo Ecologista. También lo hacíamos para las marchas del orgullo que empezaron en los 90 y aparecieron periodistas feministas como Fanny Mandelbaum y otras como Mónica Gutiérrez, algo que ahora parecería imposible.
Los grupos conservadores y la Iglesia Católica movilizaron a los chicos de los colegios e hicieron una convocatoria muy grande con escarpines. Lo que se logró fue que la ley tuviera un anexo donde se nombraran los métodos anticonceptivos. Parece ser que esto no es muy efectivo pero se logró que entrara una ley lo más parecida a lo que nosotras queríamos con la negociación de este anexo. La ley tenía atención a embarazo, parto, puerperio, anticoncepción, enfermedades de transmisión sexual pero lo que no tenía era aborto y eso fue una discusión muy rica al interior de MADEM sobre por qué se decidió dejar aborto y plantear derechos reproductivos.
Algunos grupos estaban de acuerdo con esa estrategia para que, por lo menos, saliera esa ley y después seguir avanzando hacia aborto, otros grupos decían que no, que había sido un rendimiento de los feminismos frente a los ataques. Lo que pasó es que fue una ley muy atacada, con muchas movilizaciones en la calle y lograr que se aprobara en Cámara de Diputados fue un gol de media cancha y fue dificilísimo, después se perdió en Senadores, muy parecido a lo que pasó en 2018.
*Socióloga, feminista, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto
Reunión previa al tratamiento del Proyecto de Ley de Salud Reproductiva