Javier Milei convirtió la venta de órganos en uno de sus caballitos de batalla. El mandatario electo sorprendió en junio de 2022 con esa iniciativa, a la que consideró un "mercado más" y sumó repudios desde entonces, al tiempo que mantuvo su postura. Se verá cómo sigue esa idea desde el Gobierno, ahora que confirmó a las mismas autoridades que están en el Incucai.
"Es un mercado más. Vos podrías pensarlo como un mercado. El problema es por qué todo lo tiene que estar regulando el Estado", dijo Milei hace un año y medio en declaraciones radiales. Añadió que "hay estudios en Estados Unidos que indican que, si dejaras esos mercados libres, funcionarían muchísimo mejor y tendrían menos problemas".
Los repudios no se hicieron esperar. El propio Incucai expresó que "la donación de órganos se basa en una decisión solidaria, altruista y desinteresada por lo que no puede existir ninguna contraprestación económica a cambio".
A través de las redes sociales, el organismo afirmó que "en nuestro país solo está permitida la donación de órganos en vida para los mayores de 18 años en caso de parientes consanguíneos o por adopción hasta el cuarto grado, cónyuges, o personas que mantengan una unión convivencial. De esta forma, se garantiza que no exista comercio ni ningún tipo de contraprestación por la donación de órganos".
Milei no se amilanó ante las críticas. Tampoco sus colaboradores. Alberto Benegas Lynch (h), al que presenta como "máximo prócer del liberalismo" en la Argentina, se mostró proclive después de las PASO. "Estoy a favor de la venta de órganos y en contra del aborto porque, como dijo la Academia Nacional de Medicina, desde el momento de la concepción hay una persona de naturaleza humana que está en potencia de muchas cosas, al igual que usted y yo estamos en potencia de muchas cosas", afirmó por radio.
Añadió: "Debido a la venta de órganos, se está mostrando un interés y un precio que va a atraer a la medicina en el futuro a tener órganos sintéticos sin necesidad de vender órganos". Lo dijo en relación a un estudio del Premio Nobel de Economía Gary Becker. "El hecho de eliminar esa posibilidad, o sea, eliminar ese precio, es lo mismo que pretender que en lugar de que se vendan las vacunas o el alcohol en gel en el medio de los problemas en que estamos, sea prohibido, lo cual significa que la gente tendrá pestes y epidemias mucho mayores", destacó.
Después de la primera vuelta, la ahora designada canciller, Diana Mondino, defendió la iniciativa. Así lo explicó por televisión: "Lo que se habló es de mercado de órganos que es radicalmente diferente a la venta de órganos. ¿Qué es el mercado de órganos? Vos necesitás un riñón y no hay nadie de tu círculo íntimo que sea compatible con vos o que te lo pueda o quiera donar. Pero a lo mejor hay alguien en la otra punta que es compatible con otro, que es compatible con otro, que te lo da".
En ese momento, Mondino trazó un paralelismo con la Ley Justina. Es la norma sancionada la muerte de una niña de 12 años que esperaba un trasplante de corazón y que establece que toda persona mayor de 18 años es donante de órganos salvo que haya dejado expresa constancia de lo contrario. Mondino sugirió que había que modificar la ley. "Hay una mamá cuya hija muere y su mamá quiere donarle el corazón a su hija y dicen ‘no porque no necesariamente son compatibles, porque no es solo el grupo sanguíneo’. Pero si esa nena la mamá hubiera permitido que lo done a fulano, y así, a lo mejor le quedaba a Justina", llegó a decir. La familia de Justina Lo Cane rechazó esos dichos.
Se verá en qué queda la iniciativa, ahora que Carlos Soratti fue ratificado al frente del Incucai.