La cinta adhesiva americana se inventó por que todo se rompe. Las cosas se rompen primero en América y luego en el resto del mundo. Más de una vez, nuestro país fue reparado con cinta americana. No le fue bien. Mauricio Macri la quiso probar en Boca. Tampoco resultó. Pegó pedacitos de jueces, conspiradores, encantadores de serpientes, tertulianos, politólogos; todos juntos, pegaditos, en un entramado de sospecha político-deportivo grotesco y fallido.
Román Riquelme le ganó la batalla a la privatización de Boca. Más allá del resultado futuro. La sublimación de un hecho no consiste sólo en volverlo un fenómeno masivo de resistencia desde el punto estrictamente formal, sino también moral. Uno se pregunta si también saldremos a las calles a defender con el mismo entusiasmo, con la misma convicción, con las mismas agallas, cuando el zarpazo ultraliberal desgarre las costuras del derecho universal y gratuito de tener una sanidad, una educación, unas pensiones públicas.
Es necesario recuperar, cuanto antes, el debate de las ideas. Más ahora, que existe una enorme dificultad para quedar con el Estado, al que nadie llama para tomar una copa. Es que el Estado no bebe, te dicen ahora. No come, ni bebe. Solo duerme.
Riquelme nos está marcando el camino. Con esa explosión fulgurosa de pertenencia colectiva que nos a invadido el alma. "Boca no se privatiza", nos dice. ¿Nos está diciendo, además, que Vaca Muerta tampoco? Es posible. Aunque Vaca Muerta no juegue la Libertadores.
Las ideas de las clases dominantes son a veces imperceptibles, pues sus mandatos se disfrazan de falsas libertades. A estas alturas nos resulta más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del "macrismo". Esa crónica apasionada del desencanto, donde se persiguen inocentes, se aplasta a los débiles, se aseguran privilegios, y se destrozan universos públicos dolorosamente construidos. Esta vez, Riquelme se lo llevó puesto. Y nosotros con él. Esto ya no tiene que ver con lo que un día soñaste, sino con lo que debes evitar, proteger, conservar y defender.
(*) Periodista, ex jugador de Vélez, clubes de España y campeón mundial 1979.