Racing terminó anoche con su sequía de triunfos y de goles y superó a Tigre por 1-0 en Avellaneda, por la sexta fecha de la Superliga. El conjunto de Cocca acumulaba 442 minutos sin convertir, un período que terminó cuando a los 77 minutos, Solari desbordó por derecha y habilitó al colombiano Ibargüen, quien superó a Crivelli con un remate que el arquero visitante tapó a medias.
A pesar del resultado final, el rendimiento de ayer no logró consolidar el criticado 5-3-2 que viene presentando Diego Cocca. La alternancia estéril entre los pelotazos de Vittor, la distribución de un movedizo Arévalo Ríos (haciendo las veces de Pulpo González –lesionado–) y los arranques de un Lisandro López retrasado en el mediocampo, sólo se vieron interrumpidos (en su monotonía) por las aventuras ofensivas de Brian Mansilla y Solari por las bandas. Principalmente las de este último, que pudo llevar riesgos al arco de Crivelli cuando sacó provecho de las distracciones de Jacobo Mansilla y Hongn.
Algo pareció cambiar en el arranque de la segunda parte, a partir de que Tigre dejó la timidez en el vestuario y se lanzó a contragolpear con velocidad a las espaldas de los carrileros académicos. Por esa vía, primero Mansilla quedó frente a Musso, rematando al cuerpo del arquero. Inmediatamente, Imperiale, también mano a mano, definió pero el palo le ahogó el grito y minutos después, Musso se erigió nuevamente como estandarte para despejar un peligroso cabezazo de Janson. Pero en su peor momento, la Academia encontró en un desborde de Solari la llave del gol, y del triunfo, en los pies del ingresado Ibargüen.