Violentos combates urbanos y bombardeos sacudieron este jueves ciudades de toda la Franja de Gaza, al cumplirse del tercer mes de hostilidades entre el Ejército israelí y Hamas, al tiempo que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, amenazó con convertir Beirut y el sur de Líbano en Gaza y Khan Yunis si Hezbollah decidiera iniciar una guerra contra Israel.
Además de profundizar la ofensiva de varias semanas en las norteñas Ciudad de Gaza y Jabaliya, las tropas israelíes apoyadas por aviones, tanques y excavadoras lucharon por tercer día contra los milicianos de Hamas en la principal urbe del sur gazatí, Jan Yunis. Un comunicado castrense aseguró estar eliminando docenas de objetivos en ataques terrestres y aéreos en estos y otros puntos de la Franja. Entre ellos se encuentran dos altos cargos del servicio de Inteligencia de Hamas: Abdelaziz Rantisi y Ahmed Ayush.
También bombardearon la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto, sembrando temor en uno de los últimos lugares donde los civiles podían buscar refugio luego de que Israel ampliara sus ataques, inicialmente centrados en el norte, a zonas sureñas que ya estaban repletas de personas desplazadas, dijeron medios y residentes. "¡¿Dónde quieren que vayamos, por Dios?!", expresó desesperadamente el palestino Khamis al Dalu, cuya familia había huido primero de Ciudad de Gaza a Khan Yunis y de allí a la cercana Rafah, informó la agencia de noticias AFP.
"La resistencia está librando feroces batallas con las fuerzas de ocupación que penetran en Gaza por varios frentes", declaró Osama Hamdan, un alto cargo de Hamas, quien aseguró que la milicia palestina está resistiendo con todas sus fuerzas y capacidades, según recogió la cadena panárabe de noticias Al Jazeera. "La resistencia tiene todavía mucho que ofrecer", declaró, además de mencionar que en los últimos tres días, la milicia logró destruir parcial o totalmente cerca de 80 vehículos del Ejército israelí.
Según el último balance del Ministerio de Sanidad de Gaza, la cifra de muertos subió a 17.177 --la mayoría mujeres y niños-- y a más de 46.000 los heridos, en el marco de la campaña de bombardeos de Israel contra la Franja, en represalia por el ataque terrorista de Hamas el pasado 7 de octubre que mató a 1.200 personas y tomó 240 rehenes, entre ellos una veintena de argentinos.
Estados Unidos anunció que los vuelos con drones sobre la Franja de Gaza para recabar información que permita localizar a los 136 rehenes que continúan retenidos tras el fin de la tregua humanitaria. "Seguimos brindando asesoría y asistencia para apoyar a nuestro socio israelí mientras trabaja para recuperar a los rehenes", señaló la portavoz del Pentágono, Lisa Lawrence, en un comunicado.
Se agudiza la crisis humanitaria
Respecto al plano humanitario, muchos hospitales y centros de atención primaria de Gaza están abarrotados, sin combustible ni casi material médico, pero intentan mantener sus servicios pese a estar al límite. Uno de los que está en peores condiciones es el Hospital Naser de Rafah, que recientemente recibió unos 1.000 heridos que yacen en el suelo.
"Continuaremos intentando hacer funcionar cualquier hospital en la Franja de Gaza pese a las dificultades", remarcó el portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza, Ashraf al Qudra. "La tasa de ocupación de camas en todos los hospitales alcanzó más del 209% y la tasa de ocupación de camas de cuidados intensivos llegó al 248%", agregó la cartera en un comunicado.
Los cirujanos de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), que tiene un personal de 235 personas en el territorio gazatí, se vieron obligados a realizar operaciones sin los medicamentos o la anestesia apropiada, o amputaciones en niños pequeños en el suelo, reveló su máximo responsable, Christos Christou. Según él, la situación en Gaza es caótica y que, después de cierta mejora en el abastecimiento de suministros a los hospitales durante la tregua, ahora la situación es incluso más grave que antes del cese el fuego por la falta de medicamentos y material vital para tratar a tantos enfermos y heridos. "Necesitamos un flujo regular e incondicional de material para atender a los que lo necesitan", comentó.
El sur de Gaza sufre ya los mismos niveles de violencia que el norte, por lo que las operaciones de asistencia son ya casi imposibles, afirmó en rueda de prensa el jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Martin Griffiths. "Aún hay camiones con ayuda que cruzan el paso fronterizo de Rafah e intentan circular por carreteras que aún no hayan sido minadas o destruidas, para distribuirla a unas pocas personas", explicó. "Es un plan improvisado, errático, del que no se puede depender y que, francamente, no es sostenible", lamentó.
El coordinador humanitario también aseguró que la ONU está negociando con el Gobierno de Israel para coordinar la apertura de un segundo paso fronterizo, el de Kerem Shalom, para que puedan entrar más camiones con ayuda humanitaria al territorio palestino. Durante la tregua, unos 200 camiones ingresaban a diario a través del paso terrestre de Rafah, que conecta Gaza con Egipto y es el único cruce por el que Israel permite el ingreso de la asistencia. Sin embargo, tras la vuelta de los combates el volumen de camiones se redujo a alrededor de 100.
El problema con Líbano
Al compás del redoblamiento de los combates tras el fin del acuerdo de alto al fuego para intercambiar rehenes israelíes por presos palestinos, la tensión entre Israel y Hezbollah crece. El primer ministro israelí dijo que podría convertir Beirut y el sur de Líbano en Gaza y Khan Yunis si el movimiento chiíta libanés decidiera iniciar una guerra contra su país. "Estamos decididos a lograr la victoria", advirtió Netayahu al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, durante una visita a la zona norte de Israel.
Las amenazas del premier se producen apenas unas horas después de que se haya confirmado la muerte de un civil israelí por el impacto de un misil antitanque disparado desde el territorio libanés en las inmediaciones de la localidad de Matat. Los servicios de emergencia israelíes señalaron que la víctima fue un hombre de 60 años.
Hezbollah detalló en un comunicado que había atacado el cuartel de Matat con armas apropiadas y causado bajas. "El frente libanés seguirá siendo un frente de presión", subrayó Nasrallah en un discurso televisado. "Las operaciones diarias continuaron a pesar de todas las medidas preventivas tomadas por el enemigo. La resistencia continúa. A pesar de los drones armados del enemigo. Este es un factor nuevo, pero no impide continuar con las operaciones",destacó.
A primera hora del día, el Ejército israelí informó en un comunicado de varios disparos procedentes de Líbano y añadió que en respuesta aviones de combate atacaron una serie de objetivos de Hezbollah. Ambos bandos mantienen fuego cruzado desde el 8 de octubre, un día después del ataque de Hamas. Solo no hubo combates mientras duró la tregua entre el grupo islamista palestino e Israel, aunque Hezbollah no tenía nada que ver con el acuerdo.
Desde el comienzo de las hostilidades, se registraron al menos 120 muertos: 10 en Israel --7 soldados y 3 civiles-- y al menos 112 en el Líbano, incluyendo 81 miembros de Hezbollah, 12 integrantes de milicias palestinas, dos soldados y 17 civiles -entre ellos tres periodistas y tres niños-. Israel evacuó a más de 60.000 personas de las comunidades del norte, al tiempo que la violencia obligó al desplazamiento de unas 55.000 en Líbano.