Tras el rescate de los cuerpos de los tres andinistas argentinos, Ignacio Lucero, Raúl Espir y Sergio Berardo, quienes murieron en la Cordillera de los Andes cuando intentaban escalar el cerro Marmolejo del lado de Chile, a más de 5.600 metros de altura. Aún se desconocen las razones de sus decesos. La autopsia se realizará este fin de semana.
Según la embajada argentina en Santiago de Chile, debido al estado de congelamiento en que se encuentran, las autopsias de los tres cuerpos se realizarán durante este fin de semana.
En este momento, los cadáveres de los pampeanos Raúl Espir -intendente de General San Martín- y Sergio Berardo, y del mendocino Ignacio Javier Lucero están en el Servicio Médico Legal, donde llegaron la tarde noche del miércoles para ser sometidos a una autopsia que determinará cómo murieron.
Para que puedan ser repatriados a la Argentina, se necesitan los certificados de defunción, además de los permisos para ser enterrados y una nota de la Secretaría Regional Ministerial de Santiago que dé cuenta de que los cuerpos no van infectados con ninguna enfermedad. Se calcula que los trámites pueden demorarse entre 5 y 10 días.
De qué murieron los tres andinistas
De acuerdo a las hipótesis que se manejan, existe la posibilidad de que los tres andinistas hayan sido alcanzados por un temporal de fuertes vientos, que pudo haberlos congelado.
Por otro lado, la altura y los vientos fuertes pudieron hasta haber perforado una carpa, sumado al cansancio extremo que pudieron haber tenido luchando contra el mal tiempo. De manera que no pudieron seguir su camino y murieron congelados.
Sin embargo, no se descarta que uno de ellos hubiera caído y rodado por la montaña, por lo que quedó a 200 o 300 metros más abajo.
Tampoco se descarta que uno de ellos pudo haberse lesionado o descompensado `por el llamado "mal agudo de montaña", que se produce por la exposición del cuerpo a la altura y la deshidratación. Esto puede generar edemas pulmonares o cerebrales.
Para estos eventos, la solución es descender lo antes posible para que baje la inflamación, y pedir una rápida asistencia médica.
Quiénes eran los tres andinistas argentinos
Ignacio Lucero, de 49 años, era un reconocido guía de montaña y tenía más de 30 años de experiencia y 46 ascensos al Aconcagua. En 2011 sufrió un infarto masivo a 7.400 metros de altura en el Himalaya. Después, sufrió un ACV y quedó internado durante 20 días en un hospital asiático, por lo que tuvo que hacer muchos años de rehabilitación para recuperar el habla, lo que le provocó un cuadro de depresión, una historia de superación que transformó su vida y que compartió en charlas TED.
Además de sus múltiples ascensos al Aconcagua, escaló el Denali (Alaska), a 6.190 metros sobre el nivel del mar; hizo una expedición al Manaslu (Nepal), a 8.162 msnm; y subió el Mont Blanc, el pico más alto de la Unión Europea a 4805,59 msnm, además de otros desafíos en países como España, Chile, India y Tanzania.
Raúl Espir, de 55 años, formaba parte de Juntos por el Cambio (JxC) y era intendente de la localidad pampeana de General San Martín, donde asumió como jefe comunal en 2019 y en las elecciones de este año consiguió su reelección con el 63% de los votos. Antes de dedicarse a la política trabajaba como farmacéutico y era, además, un apasionado del montañismo.
Sergio Berardo, amigo de Espir, era escribano y ya había realizado seis expediciones junto a Lucero, a quien recomendaba por su experiencia y profesionalismo, resaltando la seguridad y dedicación que brindaba a quienes lo acompañaban en las montañas. “La seguridad de quienes suben con él es su prioridad. Y va a hacer lo posible para que llegues a la cumbre, si es tu deseo, pero siempre que las condiciones estén dadas para eso”, escribió en la web de la empresa de Lucero.