El fiscal Miguel Moreno imputó ayer -luego de una fallida primera audiencia el día miércoles- a los líderes de la barra de Rosario Central y de la UOCRA rosarina. El acusador entiende que Andrés "Pillín" Bracamonte y Carlos Vergara, secretario del gremio de la construcción, fueron desde el año 2018 los jefes de una asociación ilícita que, mediante aprietes, logró negocios millonarios con los servicios de viandas, baños químicos y contrataciones de familiares en empresas constructoras, los que en muchos casos ni siquiera trabajaban efectivamente. Moreno describió que mediante el uso dela violencia lograron introducir servicios de la empresa Vanefra SRL en obras donde intervenía el sindicato de la construcción. La audiencia continuará el lunes próximo.

El fiscal reveló que, en un primer momento, Bracamonte utilizó personas de su confianza como prestanombres y administradores, como su esposa, de la que se divorció, asi como también su hijo y su suegra. Y que más tarde adquirió o directamente formó sociedades que abarcan diversos objetos comerciales, a través de las cuales puso en circulación en el mercado los bienes provenientes de aquellos aprietes.

Los dos lideres se relacionaron en 2018, poco tiempo después que Vergara fuera designado interventor de la seccional La Plata, a finales de septiembre de 2017, tras caer detenido el hombre fuerte de aquella seccional,  Juan Pablo “Pata” Medina.

Según afirmó el fiscal, Vergara -desde que desembarcó en la capital bonaerense- empezó a relacionarse tanto con “Pillín” como con Iván Tobar, una de las caras visibles de la barra brava de Estudiantes de La Plata, quien aparentemente llegó a amenazar en nombre del interventor de la Uocra a familiares del “Pata” Medina y “pasó a integrar el grupo que controlaba el sindicato intervenido”.

El sindicalista y el barrabrava "forman una simbiosis perfecta. Bracamonte aporta la fuerza de choque para que Vergara se mantenga en el poder sindical. Y Vergara, a su vez, aporta la estructura de la UOCRA para que Bracamonte realice sus negocios extorsivos”.

A la hora de repasar las formas de extorsionar, el fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos enumeró tres variantes: dinero por parte de la UOCRA para entregar el certificado de libre deuda sindical y maniobras que describió como "rentamiento" y "la colaboración de un inmueble".

El rentamiento era el pago de salarios a familiares de Bracamonte y Vergara que no cumplían ninguna función. La figura de "colaboración de un inmueble" tiene directa alusión al secretario general de la UOCRA Rosario. “Vergara incorporó inmuebles al patrimonio familiar a partir de simulaciones de adhesiones a fideicomisos o compraventas con empresas constructoras. La simulación consiste en que el precio que consta en los contratos nunca se abonó”, sostuvo Moreno.

El funcionario recordó que, en relación a Vanefra SRL -de la que Pillín figuraba como socio-, “hay evidentes inconsistencias entre la actividad declarada y los activos incorporados”. Lo imputó de utilizar esa firma como vehículo e instrumento del negocio del monopolio de la prestación de servicios a las empresas de la zona norte del cordón industrial de Rosario, impuesto a través de extorsiones y de acuerdos venales con los dirigentes sindicales.

Además, se identificó a personal integrante de la UOCRA como las personas que forzaban a la empresa constructora a contratar los servicios de Vanefra. También contó que una testigo dijo que el sindicato pidió a una firma dedicada a la automatización y montajes eléctricos que debía hacer una obra en una planta industrial en Timbúes una “colaboración”, para cubrir gastos de un evento; a cambio le entregaron una factura de Vanefra SRL. Hecho similar pasó con una constructora donde la Uocra solicitó un baño químico y recomendó la firma Vanefra SRL, circunstancias similares se dieron con al menos otras cuatro empresas.

A Pillín también lo imputó de haber amedrentado a un colaborador de la Uocra en un restaurante de Rosario. La escena tuvo lugar en el restorán “Nuevo Cid”, de barrio Echesortu, en febrero. En el almuerzo, organizado por el secretario general, Carlos Vergara, estaba la mesa chica del gremio local. El convite se vio interrumpido cuando Bracamonte llegó sin invitación y comenzó a mirar fijo a un delegado, Juan Pablo Menucci, un hombre afectado a Villa Constitución, Venado Tuerto y San Lorenzo. Cuando Menucci encaró para el baño, Pillín lo siguió. Y, según este delegado, el barrabrava lo prepoteó: “Yo te dije que te iba a sacar de San Lorenzo y de Villa y voy por vos y por tu familia”.

La denuncia sobre ese episodio fue uno de los puntapiés para que la fiscalía comenzara a investigar nuevamente a Pillín, luego de la fallida investigación de 2020 que lo tuvo algunos meses en prisión preventiva, pero que luego acabó en un limbo del que ahora parecer despertar. Lo curioso es que también Menucci cayó preso en los ultimos dias, sospechado de participar también de maniobras ilícitas.