“Hacemos esta conferencia para contarles los impactos que las políticas públicas han tenido en estos cuatro años en la vida de millones de mujeres y diversidades”, comenzó Ayelén Mazzina, ministra de Mujeres y Diversidades de la Nación, acompañada por Dora Barrancos y por integrantes de organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos, de mujeres y diversidades y de familiares de víctimas de femicidios como la mamá de Wanda Tadei.

También estaban presentes Liliana Hendel, titular de la Secretaría de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidades de La Matanza; Leonor Cruz, secretaria de Géneros y Diversidades de la CTA Autónoma; Clarisa Gambera, secretaria de Géneros y Diversidades de ATE Nacional; Nina Brugo y Nelly Minyersky, abogadas y militantes históricas por el derecho al aborto.

La ministra explicó que “el cierre del Ministerio es una decisión política e ideológica, no fiscal, porque representamos el 0,2 por ciento del presupuesto nacional. De cada 100 pesos que gasta el Estado solo 20 centavos va para este Ministerio. No somos un gasto, estos lugares de institucionalidad son imprescindibles para construir una sociedad sin violencia”.

“Detrás de los números hay personas, hay historias y hay vidas que salvamos gracias a las políticas públicas y detrás de los y las trabajadoras hay familias. Quiero dejar asentado que dejé firmados los contratos de 1263 trabajadores y trabajadoras que han dado todo por estas políticas”, agregó la ministra. Y señaló: “Le pido al próximo gobierno que garantice el trabajo a todos y todas”.

Durante los cuatro años de gestión del Ministerio, cuyo nacimiento es producto de la lucha en las calles del movimiento de mujeres y diversidades de todo el país, más de 350 mil mujeres pudieron salir de la violencia gracias al programa Acompañar y 1.200.000 personas fueron asistidas por la atención de la línea 144, que cuenta con trabajadoras que hablan cincoidiomas originarios y atienden a personas hipoacúsicas: “este programa es único en el mundo”, explicó Mazzina.

Además se conformaron 59 equipos en todo el país para brindar apoyo contra las violencias: “Necesitábamos dar respuestas en todas las provincias y municipios”, dijo la ministra. Durante su gestión, 995 personas travestis y transgénero se sumaron a trabajar dentro de las estructuras estatales y más de 25 mil mujeres pudieron compatibilizar su trabajo con la lactancia con el plan 1000 días, que además redujo la mortalidad infantil.

Ante la pregunta de les periodistas sobre lo que viene, la ministra respondió: “Lo que va a hacer el nuevo gobierno con este Ministerio es una pregunta sin respuesta, pero sabemos que la lucha no se acaba: nos conocimos en la calle luchando por nuestros derechos, que llevaron a nuestro país a la vanguardia y en estos 40 años de democracia las Abuelas y las Madres nos han enseñado que no nos podemos olvidar de la memoria, de la verdad y la justicia. Protejamos lo que tanto nos costó construir”.

Luego, Dora Barrancos, presidenta del Consejo Asesor Ad Honorem, leyó un manifiesto en el que se destacó la lucha por que el aborto seguro, legal y gratuito fuera ley. “Las integrantes del Consejo Federal y del Consejo Asesor Ad Honorem del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, representantes de 24 jurisdicciones del país, expresamos la importancia de la continuidad y fortalecimiento de políticas públicas de alcance federal que den respuesta concreta a los problemas de desigualdad que aún persisten en nuestro país”, leyó.

El manifiesto dice además que la violencia por razones de género es un problema estructural en todo el mundo. Según la encuesta de prevalencia e incidencia de violencia, una de cada dos mujeres atraviesan alguna de las formas de violencia en el ámbito doméstico. Cada año, más de 500.000 denuncias se reciben en comisarías de todo el país por violencia de género e intrafamiliar. Se trata de la principal causa de muerte violenta de mujeres: dos de cada tres mujeres asesinadas en Argentina lo son por razones de género. “La respuesta a esta problemática no puede recaer sólo en el sistema de justicia. Son necesarias políticas de abordaje integral que incluyan la prevención, el fortalecimiento de la autonomía económica, el acompañamiento psicosocial a víctimas de violencias y familiares, el acceso a la justicia y la reparación”, leyó Barrancos.

Por otro lado, siguió leyendo, es importante trabajar en políticas de Estado que aborden la desigualdad estructural que sustenta la violencia por motivos de género: las mujeres dedican el doble de tiempo que los varones a tareas de cuidado; una de cada dos mujeres en edad productiva está fuera del mercado laboral formal; existen en nuestro país 1.600.000 mil mujeres que crían solas a 3 millones de niños y niñas. Sostener políticas públicas tendientes a reducir brechas de desigualdad en materia de participación económica, representación política, acceso a la educación, a la salud y a la justicia, son importantes; garantizar vidas libres de violencias, es urgente.

Las políticas públicas salvan vidas

Otra de las cuestiones escritas en el manifiesto es que erradicar la violencia de género y promover la igualdad es una obligación de los Estados: “en los 40 años de Democracia ininterrumpida del país, todos los gobiernos desplegaron políticas de género para promover la igualdad y atender y prevenir las violencias por razones de género, en cumplimiento de leyes nacionales y compromisos internacionales de rango constitucional asumidos por el Estado Argentino: la Convención Belém Do Pará, la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing, la Convención para la eliminación de la disciminación contra las mujeres (Cedaw); en el plano nacional, la Ley 26.485 de Prevención, Sanción y Erradicación de las Violencias hacia las Mujeres, la Ley 27.499 para la capacitación obligatoria en género para todas las personas que integran los tres poderes (Ley Micaela); la Ley 26.743 de Identidad de Género, la Ley 27.636 de Promoción del Acceso al Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgénero, entre otras normas”.

Barrancos dijo además que el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad se creó en 2019 para cumplir con este compromiso: “El fortalecimiento de las áreas institucionales de género, tanto en el nivel nacional como en cada gobierno provincial y municipal, permitió fortalecer el alcance federal de las políticas públicas y su impacto efectivo”, dijo.

En cuatro años de gestión y articulación con provincias y municipios, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación alcanzó a 1.810.000 mil mujeres y LGBTIQ+ de todo el país con diferentes políticas y programas para promover la igualdad y garantizar vidas libres de violencia de género. Se diseñaron e implementaron dos planes nacionales de Acción contra las Violencias de Género, que incluyen más de 200 compromisos asumidos por organismos de todo el Estado Nacional con una impronta de abordaje integral.

Entre los principales programas de alcance federal se encuentra el Programa Acompañar, que logró fortalecer la independencia económica de más de 350.000 mujeres y LGBTIQ+, para que puedan salir de una situación de violencia.

“Es necesario seguir construyendo igualdad con una perspectiva federal. A partir del 10 de diciembre de 2023, asumen en la Argentina nuevas autoridades nacionales tanto en el Poder Ejecutivo como en el Poder Legislativo. Tendrán la inmensa responsabilidad de decidir el rumbo del país en los próximos años y de cumplir con los compromisos asumidos por el Estado Argentino con la igualdad. En este sentido, será necesario consolidar una agenda de gobierno que garantice la participación de mujeres y diversidades en el mercado laboral formal y las oportunidades para emprender; a la vez que posibilite el acceso igualitario a la formación, la salud y la justicia en todo el país. Además, será clave el apoyo y la articulación con las áreas de género locales de más de 2200 municipios, que cuentan con exigencias y realidades diversas y demandan soluciones particulares”, dijo Dora Barrancos.

Y agregó: “Durante diferentes gobiernos nacionales, las autoridades en materia de mujeres y LGBTIQ+ fuimos construyendo una red de articulación institucional que trabaja a diario y en forma coordinada ante cada caso que se requiere. Bregamos por la continuidad de esta institucionalidad a través del Consejo Federal de Mujeres, Géneros y Diversidad”.

El manifiesto concluyó: “Hacia una sociedad donde todas y todos podamos vivir en libertad. A 40 años de la vuelta a la democracia en la Argentina, resulta fundamental resguardar lo construido en materia de institucionalidad de género y diversidad en todos los niveles de gobierno de la República Argentina. Todos los gobiernos, sin distinción de color político, deben bregar por el desarrollo humano con igualdad de oportunidades. La convivencia democrática sólo es posible en una sociedad sin miedo y sin violencias, donde las mujeres y LGBTIQ+ podamos alcanzar igualdad de trato y oportunidades para vivir en libertad”.

Antes de finalizar y ante el aplauso de todes, Barrancos completó: “Ninguna feminista se despide, la lucha sigue”.