Guillermo Clarke tiene una historia ligada a los derechos humanos. Historiador de profesión y guardián apasionado de la historia contemporánea argentina, dirige hoy el Archivo Provincial de la Memoria de la Provincia de Buenos Aires, espacio creado en la gestión de Axel Kicillof, bajo la órbita del subsecretario de derechos humanos de la Provincia de Buenos Aires, Matías Moreno.

El espacio es donde estaba el destacamento 101 de inteligencia del ejército. Pensado y construido para que sea exactamente lo que es: un archivo. El edificio original en ruinas donde trabajaba la central de inteligencia y donde vivía el coronel (destituido y condenado a 21años de prisión) Arias Duval, no fue tocado y espera la restauración para ser museo y lugar de visita. El edificio que ya es el archivo fue construido en el mismo terreno, donde estaba el galpón matero, espacio de descanso de los conscriptos. Es el mismo criterio usado con el archivo de la Bonaerense: el nuevo espacio dentro o junto al original. Durante la primera reforma policial de León Arslanian, fue desclasificado y funciona como repositorio para investigaciones o juicios de lesa humanidad donde estaba situada la inteligencia al servicio de Ramón Camps.

Clarke siente -y sabe- que esta etapa es un importante escalón para continuar desde la provincia, la ardua tarea de reconstruir la memoria. Trabajo que viene haciendo hace décadas.

--¿Esto es un hito en la historia de los derechos humanos de la Provincia de Buenos Aires y personal tuyo?

--En realidad, a mis 18 años decidí estudiar historia, y la temática de derechos humanos atravesó a mi generación, a la militancia, porque veíamos en sus referentes, como Hebe de Bonafini, lo que no encontrábamos en las dirigencias políticas. Para poner en contexto: Años ´89, ´90, Menem, todo ese circo. Solo en Hebe y en las Madres veíamos coherencia, valentía, desinterés. Y de muy joven entré a trabajar al archivo histórico de la Provincia de Buenos Aires, del que después fui director en el 2011 hasta el año 2015, en que presenté mi renuncia. Cuando llegó la gestión de Kicillof, él me volvió a convocar para ese cargo, de director del archivo de la Provincia de Buenos Aires, donde también había generado allí un espacio para la memoria, a partir de la donación de un archivo impresionante. Una donación de Adelina de Alaye, Madre de Plaza de Mayo. Habíamos incorporado ese archivo a la historia reciente. En el año 2020 Axel, Matias Moreno y Alak, resuelven la creación de esta institución, el Archivo de la Memoria de la Provincia de Buenos Aires y me convocan para hacerme cargo de esa obra. Así llego en el 2021, como director de un archivo al que le faltaba todo. No tenia ni edificio, y desde entonces hasta hoy, con un equipo de trabajo muy interesante y con el apoyo enorme del sub secretario de derechos humanos, Matías Moreno, que siempre tuvo en la cabeza la idea de la creación de un archivo de la memoria. De hecho desde hacia muchos años discutíamos con el la pertinencia o no de tener un archivo provincial, y cuando y donde.

--¿La pertinencia tiene como premisa el hecho de que la Provincia de Buenos Aires fue las más castigada del país durante la dictadura?

--Sin duda la pertinencia tiene que ver con que el carácter de la provincia, es casi única junto con Córdoba, como provincias industriales, porque tenían una clase obrera con un alto grado de integración y de organización. Tiene universidades en su territorio, que ya las tenia en el ´72. La Plata, Bahía Blanca, estaban con un alto grado de radicalización política, concentrando parte de la población, y luego sus playas han sido receptoras de los cadáveres de los vuelos de la muerte. Los centros clandestinos rodeaban a esta capital provincial, pero también el área del conurbano y todo lo que es el corredor Zarate, Campana, San Nicolás, fueron asolados por el terrorismo de estado.

--Claro. Incluso la cantidad de centros clandestinos

--Sí. Son doscientos cincuenta detectados hasta ahora en la provincia y más de la mitad de los detenidos desaparecidos, son de la Provincia de Buenos Aires, o son nativos de la Provincia de Buenos Aires.

--Es un dato fuerte. ¿De dónde surge eso?

-Nosotros hemos mapeado todo el territorio y si bien la mayor parte de las caídas se dan en el corredor industrial y zonas universitarias, cuando vas a sus lugares de nacimiento están ahí los datos, o es aquí donde construyeron su subjetividad, en la escuela primaria, la secundaria, la iglesia o la parroquia, no hay partido de la provincia que no tenga desaparecidos. Y los partidos de la provincia son ciento treinta y cinco. Señalamos esas escuelas y trabajamos con ellos, y las cifras son alarmantes para su población en cantidad de desaparecidos. 

--¿Y como surge al idea de hacer un archivo de la memoria?

-Es una creación argentina de Luis Duhalde que crea el archivo nacional de la memoria. En el mundo hay museos, como el del holocausto, u otros con otros campos de concentración en Europa, que tienen que ver con experiencias traumáticas y hacer con eso políticas pedagógicas como parte de la enseñanza de la no repetición. Y eso está muy bien, pero son fotos, momentos. El archivo de la memoria no repite eso. Nosotros mantenemos los documentos en un contexto general, por eso estas placas que están a la entrada nos van poniendo en contexto de lo que aquí ocurrió.

--Hablando de contexto, tenés la costumbre de juntar fotos de cualquier época. Pedís que te las manden con referencia de año y lugar. Fotos que nada tienen que ver con este archivo ni con tu largo trabajo en esto…

--Es información que me permite muchas veces encontrar referencias. Es un trabajo de historiador. La fotografía es un documento. Es “el” documento histórico del siglo veinte, y como tal, ese documento histórico, esa fuente histórica requiere de una interpretación histórica y profesional. Recuerdo una foto emblemática de una mujer que se abraza a un policía y la publicaron como una imagen de contención y en realidad era un acto de represión. Esa foto fuera de contexto y sin interpretación es una cosa, con contexto e interpretada es otra cosa. Esas fotos que pido y que parece que no tienen nada que ver, me ubican históricamente. Tenemos muchas fotos para identificar y recomponer. Desde el hecho, el año, quienes son esas personas. Saber si esa foto pudiera ser portadora de una historia mayor. La fotografía es buen ejemplo para saber que ningún documento aislado de su contexto temporal y espacial, tiene sentido. A lo sumo se convierte en una joyita de museo. Nuestro trabajo es reconstruir y guardar la historia. Es muy importante el contexto que le dé lugar histórico a esa pieza.

Ochenta y siete latas

Entre los muchos estantes de libros, documentos y fotos, hay unespacio especialmente refrigerado que guarda antiguas latas de celuloide.

--¿Qué hay en esas latas?

--Historia argentina. Esas latas contienen filmaciones de un grupo de cineastas militantes peronistas de la década del ´70 contemporáneos y conectados a Cine Liberación y Pino Solanas y otras personas también relacionadas con la facultad de artes de la Universidad de la Plata. Ellos firmaban los actos de la J.P, el regreso de Perón, el entierro, como testimonio y como registro documental. Cuando comienza la persecución, que aquí fue antes de marzo de 1976, porque comienza en el ´74, con el asesinato de Achén y Miguel, dos funcionarios de universidad de la plata a manos de la derecha peronista. En ese momento estas latas se convierten en un riesgo, porque allí había caras, actos, banderas, consignas, discursos de mucho compañeros de los mismos cineastas. Entonces las latas pasaron de mano en mano. Los que las buscaban torturaron gente pasa saber el destino de las películas. Incluso una de las madres de esos cineastas también fue torturada para que diga donde estaban las latas. Estuvieron escondidas muchos años y hoy están acá. Volvieron a La Plata y hoy están en un lugar seguro.

--¿Se van a hacer públicas?

--Muchas ya está accesible por un convenio con el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires en una plataforma que se llama Bafilm. Acá tenemos ochenta y siete latas, pero la mitad ya pueden verse en Bafilm. 

--¿Como ves la relación que va a tener la Provincia con el nuevo gobierno nacional? Hablo de este archivo.

--Soy historiador. En principio veremos, pero hacemos bien en intentar imaginar, con reparos. Yo digo incluso por la actividad de la inauguración de hoy, (donde estuvo el gobernador y varios de sus ministros, el subsecretario de derechos humanos, Matías Moreno), nuestro gobierno provincial se va a diferenciar, sin sobreactuación ninguna, del gobierno nacional, porque hay una voluntad de no bajar ninguna de las banderas que constituyan la identidad del espacio político que gobierna y que conduce la provincia. Eso ya se ha mostrado incluso en la campaña por demás exitosa de Kicillof, donde e ningún momento se bajaron las banderas. Para el gobernador los derechos humanos son columnas que sostienen a este peronismo. Esta obra ,que se comenzó a construir en el año 2021, es muestra de eso,. Puedo decir tranquilamente que acá, en esta provincia, no para nada.