Una mujer de entre 53 y 55 años que se desempeñaba como defensora oficial en el Ministerio Público de la Defensoría provincial, falleció ayer a causa de un accidente cerebro vascular (ACV) que se produjo el martes cerca del mediodía, mientras estaba en audiencia.

Tras el fallecimiento de la defensora se hicieron dos observaciones: la demora de la ambulancia para llegar a asistirla y, por otro lado, el hecho de que en los ascensores del edificio de la Ciudad Judicial no caben las camillas.

Fuentes del Poder Judicial indicaron que este organismo cuenta con un protocolo de actuación propio, además de un servicio médico privado. Respecto de las camillas, fue imposible encontrar un vocero oficial que explique las características de los ascensores. Las fuentes que accedieron a hablar se limitaron a decir que se realizaron licitaciones internacionales para la construcción en su momento y que por ello cumplen todas las normativas de seguridad. Sin embargo, el edificio judicial de la ciudad de Salta cuenta con una planta baja y tres pisos.  

Según se indicó, el encargado de protocolos e infraestructura es el Consejo de Administración, que se encuentra conformado por representantes de la Defensoría, Ministerio Público Fiscal y Poder Judicial.

En cuanto a la demora en la llegada de la ambulancia, se apuntó al servicio de emergencias médicas SAMEC, por haber llegado una hora después de la llamada.

Al respecto, el director general del SAMEC, Fabián Argüello, afirmó que en realidad reibieron la llamada tardeo. En diálogo con Salta/12, explicó que la Ciudad Judicial cuenta con un servicio privado que a su vez tiene su propio personal de salud dentro del edificio, por lo que primero se convocó a la ambulancia del servicio privado en cuestión.

Argüello detalló que la llamada al SAMEC ingresó a las 12.45 y la ambulancia llegó a la Ciudad Judicial a las 13, apenas 15 minutos después. “A las 13.25 la paciente ya estaba en un centro sanitario de Tres Cerritos”, sostuvo.

Indicó que el llamado al SAMEC fue por una crisis hipertensiva. Pero el médico a cargo del triaje de emergencia detectó por los síntomas relatados que se trataba de un ACV. “Entonces el móvil que circulaba en amarillo (según el nivel de urgencia), pasó a rojo”, explicó Argüello.

El director confirmó que como no pudieron ingresar con camillas, porque no caben en el ascensor, la mujer tuvo que ser trasladada con una silla de ruedas.

Por un convenio con el Hospital San Bernardo cualquier paciente que presenta una crisis de ACV es derivado al tomógrafo en donde recibe atención inmediata con el propósito de tratar la aflicción a tiempo. Pero en este caso en particular “solicitaron que la paciente sea directamente derivada a Tres Cerritos”, precisó Argüello.

Síntomas y alerta temprana

A raíz de este hecho, las autoridades de salud de la provincia insistieron en que se deben tener presentes los síntomas de una persona que sufre un ACV.

En este sentido se recordó que una persona que está cursando un ACV puede sentir adormecimiento repentino o debilidad de la cara, brazos o piernas, especialmente de un lado del cuerpo. También puede experimentar confusión repentina, dificultad para hablar o para entender la comunicación oral. Puede sufrir problemas repentinos para ver en uno o ambos ojos, y problemas repentinos para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación.

Frente a estos síntomas es necesario avisar a los servicios médicos, dado que cuanto antes se detecte la situación más posibilidades hay de evitar una muerte, y también hay más posibilidad de tener una mejor recuperación.