El lunes 4 de diciembre familiares de Magalí Soruco, la nena del Pueblo Wichí de siete años que falleció tras un cuadro que no encontraba explicación, pues terminó con el abdomen hinchado pero el certificado de defunción mencionaba como causa de fallecimiento una neumonía bilateral, supieron que la causa del fallecimiento fue hantavirus. 

Frente a las presuntas improlijidades en la comunicación y la falta de explicaciones oficiales, la comunidad indígena de la que forman parte tomó la escuela el miércoles último, e informaron que mantendrán la medida que mantendrán hasta hoy sábado, dado que en el interior provincial las clases también se brindan los fines de semana. 

La protesta, sin embargo, tiene mucho de simbólica. "Si no hay respuestas vamos a levantar nomás la toma", dijo a Salta/12 Antonia Pérez, cacica de la Comunidad Wichí Misión Anglicana Santa María. Pero añadió: "Eso sí, hacemos responsable al Ministerio de Educación y al de Salud por si le llega a pasar algo a los chicos de la comunidad".

La Comunidad Wichí Misión Anglicana Santa María se encuentra en la jurisdicción de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia.

Antonia es tía por vía materna de la nena que tras ser atendida en el Hospital de Santa Victoria Este fue derivada a Tartagal (ciudad cabecera del departamento San Martín), en donde falleció en la madrugada del 26 de noviembre pasado.

La niña tenía un cuadro de diarrea y vómitos. Pero el certificado de defunción indicó que falleció a raíz de una neumonía bilateral. Esto generó desentendimientos dado que para los familiares, el cuadro con el que la vieron no coincidía con un problema respiatorio. Las sospechas se acrecentaron cuando, al momento de velarla, se dieron con que la nena tenía el abdomen hinchado.

Recién el 4 de diciembre pasado se conoció de un certificado del Instituto Malbrán que confirmaba al hantavirus como la causa de muerte.

Pérez afirmó que el viernes anterior a la confirmación de la causa de fallecimiento, fue a hablar con el gerente del Hospital victoreño, José Ordóñez, quien la hizo ingresar a la oficina, "Pero estaba con llamadas todo el tiempo y como que no ponía atención y me dejaba con la palabra en la boca". Frente a esa situación, la niyat decidió retirarse sin entregarle la nota que habían preparado los caciques de las comunidades. Antes de irse le advirtió su comunidad iba a tomar medidas.

Pérez es colaboradora en la cocina de la Escuela Isi Nilataj (Luz Eterna), a la que asisten niños y niñas del paraje. Contó que el lunes pasado vio a Ordóñez hablando con la directora de la escuela "y (el médico) fue con barbijo", con lo que interpretó que buscaba protegerse. La niyat añadió que pasado el mediodía se enteró por otras personas de la causa de la muerte de su sobrina.

El martes Pérez fue a la escuela con otros referentes a hablar con la directora, quien les confirmó la información. "Y había dispuesto que los docentes vayan con barbijo y los chicos no", cuestionó. 

Frente a ese panorama el miércoles se decidió tomar la institución en reclamo, una vez más, de la presencia de autoridades que expliquen la situación y les informen también a qué deberían atenerse quienes viven en el paraje.

Las respuestas del Hospital

"Yo personalmente fui a hablar con la familia, a darles el resultado cuando salió positivo hantavirus. También fuimos a la escuela a hablar con la directora y la profesora de grado. Y darles los cuidados y precauciones que tienen que tener", dijo por su parte Ordóñez al ser consultado por los acontecimientos.

Pérez "me dejó en medio de una reunión diciéndome que iban a hacer justicia", sostuvo el gerente hospitalario. 

Afirmó que si el equipo especializado no llegó hasta el lugar es porque había amenazas de ataques por un supuesto rechazo al resultado de la presencia de hantavirus.

Para la semana entrante se espera que un equipo llegue finalmente a Santa María para realizar un rastrillaje sanitario.

Casos y prevención

Según la información del último Boletín Epidemiológico, en la provincia se registraron 32 casos de hantavirus en lo que va del año y con el actual, serían ya cuatro los fallecimientos.

Se recomienda a la población que vive en la zona rural mantener limpios los domicilios y terrenos baldíos para evitar la presencia de roedores que transmiten el hantavirus, como también bloquear orificios en puertas, paredes y cañerías, por donde pueden ingresar estos animales.

La infección por hantavirus es una zoonosis, es decir que es una enfermedad que se transmite desde un animal al ser humano. El agente transmisor del hantavirus es el ratón rural, que vive en maizales, cañaverales, bosques y pastizales. La rata urbana no es transmisora de esta enfermedad.

Se aconseja usar veneno o trampa para roedores, no tocarlos ni golpearlos. Si se encuentra uno de estos animales muerto, rociarlo con lavandina y luego de 30 minutos como mínimo recogerlo, usando guantes, y enterrarlo a más de 30 centímetros de profundidad, o quemarlo. Luego de usar veneno, lavarse bien las manos con agua y jabón.

En el caso de que sea necesario acumular leña, hacerlo lo más lejos posible de la vivienda; desmalezar terrenos y evitar el contacto con las secreciones de roedores.

Ventilar por lo menos 30 minutos antes de ingresar a lugares que hayan estado cerrados y cubrir boca y nariz con pañuelo húmedo. Limpiar pisos, mesas, cajones y alacenas con una solución de agua y lavandina, en una proporción de diez partes a una y dejar 30 minutos antes de enjuagar. Humedecer el piso antes de barrer, para no levantar polvo, que puede estar contaminado.

Si se acampa, hacerlo lejos de malezas o basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua segura.

La enfermedad y sus síntomas

La infección por hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, que se transmite por ratones de campo, a través de su saliva, heces y orina y para la cual no existe vacuna.

La causa más frecuente de transmisión es la inhalación, cuando se respira en lugares donde los ratones infectados, a través de sus secreciones, han contaminado el ambiente con el virus Hanta.

También se puede transmitir la enfermedad por contacto directo, al tocar roedores infectados, vivos o muertos, o sus heces u orina. La forma menos frecuente de transmisión es la mordedura de ratones.

Los síntomas del hantavirus pueden confundirse con un estado gripal, con presencia de fiebre, dolor muscular, escalofrío, dolor de cabeza. Estos síntomas pueden acompañarse con náuseas, vómito, dolor abdominal y diarrea. Posteriormente, puede haber dificultad respiratoria con serias complicaciones.

Ante la presencia de alguno de estos síntomas, sobre todo si se ha estado expuesto a orina, saliva o excreta de roedores en las seis semanas previas a la aparición de los síntomas, se debe acudir de inmediato al médico.