Un diagnóstico económico crudo, un país al borde de la hiperinflación y un ajuste "de shock" fueron las premisas centrales del primer discurso del presidente Javier Milei. En este contexto, ¿qué dijo sobre los salarios y cómo abordará la compleja situación económica?

En un discurso que duró un poco más de 30 minutos, Javier Milei dio un adelanto de lo que será su gobierno. Con el foco puesto en la economía, el ultraderechista dijo que el país está al borde de la hiperinflación, y ratificó que en su gestión se aplicará un "ajuste de shock".

"No hay alternativa posible al ajuste. Tampoco hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo. Todos los programas gradualistas terminaron mal, mientras que todos los de shock -menos el de 1959- fueron exitosos", sentenció Milei, y agregó que el ajuste "impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, empleo, salarios reales y cantidad de pobres e indigentes".

El flamante mandatario justificó sus primeras medidas -a las que calificó de drásticas- en la compleja "herencia" recibida, y aceptó que su plan incluye recortes en el gasto público, reducción del Estado y liberalización de precios. En este contexto, puso de manifiesto (nuevamente) que "no hay plata", destacando la falta de alternativas al ajuste.

"Aún cuando hoy dejemos de emitir dinero seguiremos pagando los costos del desmadre monetario del gobierno saliente. Lo vamos a pagar en inflación", sostuvo.

Milei señaló además que el Gobierno saliente dejó salarios diezmados, y un preocupante escenario social con un 45% de pobres y un 10% de indigentes. Con este escenario, según el presidente, no debería sorprender que el futuro sea complejo para todos.

Ante esta situación, Milei anticipó la presencia de estanflación en los próximos meses y un aumento en los índices de pobreza. Sin embargo, reiteró su compromiso de que, a pesar de los desafíos, "no todo está perdido" y que la capacidad de resiliencia del pueblo argentino jugará un papel fundamental en la recuperación.

El presidente reconoció la dificultad de las decisiones que deberán tomarse en las próximas semanas, pero subrayó que no hay opción y que su compromiso es inalterable.

Y cerró: "Que las fuerzas del cielo nos acompañen en este desafío. Será difícil, pero lo vamos a lograr. Viva la libertad, carajo".

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