Israel llamó al grupo islamista Hamas a rendirse mientras profundiza su ofensiva militar en la Franja de Gaza, en una nueva jornada de una guerra que ya deja casi 18 mil muertos en el enclave palestino sin que la comunidad internacional logre un cese el fuego para proteger a los civiles. El cuerpo de artillería del Ejército israelí operó por primera vez dentro de la Franja desde que empezó la guerra, con combates en prácticamente todo el enclave palestino. Además las tropas navales están operando frente a la costa de Gaza, apoyando a las tropas terrestres y atacando desde el mar.
Las tropas israelíes tomaron el control de la "Plaza Palestina", una zona del corazón de la ciudad de Gaza donde se encuentra la oficina de Yahya Sinwar, líder de Hamas, así como oficinas gubernamentales, propiedades de altos funcionarios y "una red de túneles terroristas", aseguró Daniel Hagari, vocero del Ejército de Israel. Hamas "invirtió una fortuna para crear una Gaza subterránea con un amplio escudo humano en la superficie", dentro de áreas civiles, comentó Hagari.
Las fuerzas israelíes, con ayuda de información de inteligencia, mataron al nuevo comandante del batallón de Hamas en Shejaiya, Emad Krikae, luego de haber asesinado al anterior comandante a principios de la guerra. El movimiento islamista indicó que Israel lanzó una serie de "ataques muy violentos" el domingo temprano contra la ciudad sureña de Jan Yunis y la ruta que conecta esa localidad con Rafah, cerca de la frontera con Egipto. Por su parte Hamas siguió disparando cohetes hacia Israel. La gran mayoría fueron interceptados.
Se intensifican los ataques
La guerra estalló el 7 de octubre tras un ataque de Hamas que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes y la infiltración de unos 3.000 milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y raptaron a otras 250 en las aldeas israelíes cercanas a la Franja. Desde entonces el Ejército israelí ha realizado una implacable ofensiva militar sobre el enclave palestino que deja 17.997 muertos, más de 50 mil heridos, miles de desaparecidos bajo los escombros y 1,8 millones de desplazados, casi la población total de Gaza.
Los ataques israelíes no frenaron más que durante los siete días (del 24 al 30 de noviembre) que duró un cese el fuego mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, que incluyó la liberación de 105 rehenes de Hamas a cambio de 240 palestinos presos en cárceles israelíes. Desde que terminó la tregua las tropas israelíes atacaron más de 3.500 objetivos de Hamas en la Franja y más de 22 mil desde que se inició la guerra, informó el Ejército israelí.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, instó este domingo a los milicianos de Hamas a entregar las armas en vez de morir por su líder Sinwar. Por su parte Hamas advirtió que ninguno de los rehenes podrán ser liberados salvo que Israel acuerde intercambiarlos por palestinos presos, luego de que las fuerzas israelíes intentaran rescatar sin éxito a algunos de los más de 120 rehenes que se estima quedan con vida en Gaza.
Crisis en Gaza
La agudización de la ofensiva israelí empeora la crisis humanitaria en la Franja de Gaza, donde los hospitales colapsaron casi por completo y miles de personas han quedado atrapadas entre el fuego, en medio de una grave escasez de agua potable, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. "Las fuerzas de ocupación israelíes invadieron el área cercana a la clínica del campo de refugiados de Jabalia", denunció el servicio de emergencia de la Media Luna Roja.
Israel ataca hospitales, escuelas, mercados, mezquitas, viviendas y otras estructuras civiles, argumentando que los milicianos de Hamas utilizan esos lugares para operar. "Los heridos mueren desangrados como resultado del asedio (israelí) y sus ataques contra los hospitales", denunció el ministerio de Salud de Gaza, al calificar la situación de los hospitales como "catastrófica" y llamar a la comunidad internacional a que establezca hospitales de campaña en toda la Franja.
EE.UU. envía más armas
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo este domingo que su país está tratando de "cerrar la brecha" entre el derecho de Israel de defenderse contra Hamas y el resultado de esa campaña. Estados Unidos, principal socio de Israel, vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que instaba a un cese el fuego inmediato, exigía la liberación inmediata de todos los rehenes y que se garantice el acceso humanitario a la Franja.
Netanyahu agradeció al presidente estadounidense, Joe Biden, por el veto, así como la aprobación del envío urgente de unos 14 mil proyectiles de artillería a Israel. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, denunció la parálisis de Naciones Unidas frente a la guerra y advirtió que "la situación evoluciona rápidamente hacia una catástrofe" que podría tener consecuencias "irreversibles para los palestinos" y para la región.