Los egipcios votaron este domingo en unas elecciones presidenciales opacadas por la escalada en la vecina Gaza entre Israel y Hamas y con pocas dudas de que el actual presidente, Abdel Fatah Al Sisi, logre un tercer mandato. 67 millones de personas están habilitadas para votar este domingo, lunes y martes y los resultados se divulgarán el 18 de diciembre.
La reelección de Al Sisi es casi un hecho, a pesar de que el país viva una gran crisis económica, con una inflación por encima del 40 por ciento tras varias devaluaciones de la moneda egipcia. La moneda perdió la mitad de su valor desde marzo de 2022, y el FMI impuso una fuerte reducción de los subsidios a cambio de un préstamo para reflotar la economía.
Los opositores más importantes se encuentran detenidos. Los otros tres rivales son relativamente desconocidos: Farid Zahran, líder del Partido Socialdemócrata Egipcio, una formación de izquierda; Abdel Sanad Yamama, del centenario partido Wafd y Hazem Omar, del Partido Republicano del Pueblo. El presidente ni siquiera concurrió a un debate entre los candidatos.
El foco de atención estará en el nivel de participación, que fue baja en las últimas citas electorales. Al Sisi, un mariscal que llegó al poder en 2013 luego del derrocamiento en medio de protestas del único presidente elegido democráticamente, Mohamed Mursi, concurrió después a las urnas y ganó las elecciones en 2014 y en 2018.