Maximiliano Pullaro juró ayer como nuevo gobernador de la provincia de Santa Fe, convirtiéndose en el primer mandatario radical desde el regreso de la democracia. Ante un recinto colmado por legisladores provinciales y nacionales, intendentes, jueces de la Corte Suprema, dirigentes radicales, ex gobernadores santafesinos y mandatarios de otras provincias, Pullaro prometió un gobierno “austero, transparente, con carácter y de acción”. Además, adelantó algunas de las medidas que adoptará en materia de seguridad y aseguró que “recuperar la paz y la tranquilidad de los santafesinos” será uno de sus principales ejes de gestión. Por otro lado, hizo referencia a “tarifas atrasadas” en materia de energía y transporte y confirmó la vuelta los planes ABRE y Nueva Oportunidad. “Me comprometo firmemente a trabajar junto a mi equipo 24/7, cada día de estos 4 años, con austeridad y honestidad, para dejar una provincia mejor para todos”, afirmó Pullaro.
Después de mucho tiempo, las banderas blancas y rojas radicales volvieron a flamear en un acto de asunción a gobernador en Santa Fe. Tuvieron que pasar 57 años, desde la gestión de Aldo Tessio entre 1963 y 1966, para que un correligionario vuelva a tomar las riendas del Ejecutivo provincial. Y este evento histórico no pasó desapercibido porque distintos dirigentes de la UCR de todo el país, como Martín Losteau, Leandro Santoro, Rodrigo de Loredo y Gustavo Valdés, se acercaron hasta la capital provincial para ver la jura y escuchar el primer discurso del flamante gobernador. Otra referencia partidaria fue que Pullaro llegó a la Legislatura provincial acompañado por Felipe Michlig, senador provincial y presidente del Comité de la UCR de Santa Fe, y luego saludó a la militancia que se acercó hasta la explanada del edificio que alberga al Poder Legislativo provincial.
Cerca de las 20 comenzó el acto, primero con el juramento de Gisela Scaglia como vice gobernadora, quien juro “por las familias santafesinas, por sus niños, por sus adultos mayores, por cada mujer y cada hombre de nuestra provincia que con trabajo, estudio y esfuerzo la hace grande, productiva y pujante”. Luego fue el turno de Pullaro, quien notablemente emocionado juró “por Dios, por la patria, por el pueblo de la provincia de Santa Fe y por la memoria de Raúl Alfonsín, padre de la democracia”. En primera fila miraban atentos el ex vice gobernador Carlos Fascendini, el juez de la Corte Suprema santafesina Daniel Erbetta y el ex gobernador peronista José María Vernet, a quien Pullaro agradeció por su presencia.
En lo que fue su primer discurso en la Legislatura el nuevo gobernador trazó los lineamientos y principales ejes de su gestión. En el comienzo, Pullaro reconoció que “la situación de la provincia es compleja” y si bien aclaró que “no todo es responsabilidad de la gestión que finaliza” planteo un estado de cosas: “Nos encontramos con déficit fiscal, deuda flotante, inseguridad descontrolada, una justicia cara que no da respuestas, la producción en problemas porque no fue defendida, obras públicas paralizadas, la calidad educativa en retroceso sostenido y un sistema de salud que perdió la capacidad de atención que lo caracterizaba”.
Ante esto, se comprometió a ser un gobierno “de tiempo presente, de compromiso, austero, que escuche y comprenda la angustia, el dolor y también la esperanza de muchos santafesinos”; “un gobierno transparente, que genera las condiciones para que lo controlen, con carácter, que se integra al país y al mundo para defender la identidad de los santafesinos”; y “un gobierno de acción, porque estamos convencidos que las ideas y la planificación necesitan de la convicción y la tenacidad que siempre nos caracterizó a los santafesinos”.
Al mismo tiempo, planteó un escenario complejo a nivel nacional: “Vamos a asumir el desafío de defender lo que somos como provincia en un contexto nacional de mucha incertidumbre, atravesada por una crisis económica y social sin precedentes, con un alto endeudamiento, inflación, aumento de la pobreza y un notable deterioro institucional”. Sin embargo, aseguró que no van “a poner excusas porque frente al dolor de una sociedad que la está pasando mal, no se puede perder un minuto en diagnósticos de problemas que conocemos” y se mostró consciente de que “el apoyo popular obtenido en las urnas no es un cheque en blanco, sino un mandato y la sociedad nos exige que nos hagamos cargo de los problemas”.
A la hora de anunciar las medidas de gobierno, el flamante mandatario le dedicó gran parte de su discurso a la seguridad, uno de los ejes de su campaña. En ese sentido, anticipó que “como medida extraordinaria” se dispondrá de la presencia de “180 patrulleros en Rosario, 80 en la ciudad de Santa Fe, organizados por cuadrículas y por capas para recuperar la presencia policial en la calle”. Estas acciones serán parte de “un plan de contingencia y emergencia operacional, que va a volcar todos los recursos disponibles a la prevención en calle”. Paralelamente, anunció que van “a intervenir progresivamente ocho barrios en Rosario y cuatro en Santa Fe, mediante una acción estatal concertada tendiente a reducir la violencia, atacar la venta de droga y restablecer la paz social”. Según detalló, estos operativos de intervención barrial se organizarán dentro de los primeros días y se ejecutarán de manera secuenciada y sostenida a lo largo de toda la gestión.
Por otro lado, Pullaro se refirió a la situación en las cárceles y prometió rápidas medidas de controles: “De poco sirve a la seguridad pública desarticular organizaciones y condenar a sus integrantes si desde adentro de las propias unidades penitenciarias siguen cometiendo delitos que impactan todos los días en la calle. Vamos a abordar este problema de forma clara y terminante, combatiendo el “home office” de los delincuentes desde los lugares de detención”. En ese marco, anunció la restitución de los pabellones y el régimen de reclusos de alto perfil, poner límites al ingreso de mercadería y alimentos, retomarán el plan de construcción de Alcaidías regionales y se construirá una cárcel de máxima seguridad con capacidad de escalar gradualmente hasta las 3000 plazas. Además, adelantó que en la semana habrá reuniones con el Gobierno nacional para acordar la llegada de refuerzos federales, que estarán bajo mando operativo del gobernador. Finalmente, Pullaro dejó en claro: “Nuestras fuerzas de seguridad tienen un arma reglamentaria en su cintura y deben utilizarla en el uso progresivo de la fuerza. Este es el rol que la ley y la sociedad les encomendó”.
En otro orden, el gobernador hizo referencia a que encontraron a la EPE con un atraso tarifario deliberado por una “tarifa congelada a pesar de que el aumento del 20% había sido aprobado y con déficit financiero mensual desde octubre. En la misma sintonía, alertó que el sistema de transporte de pasajeros está reclamando una actualización de la tarifa: “El equipo ya está trabajando en el escenario actual, análisis de subsidios y tarifa donde la provincia de Santa Fe fue sistemáticamente discriminada a pesar de los reclamos realizados por el gobierno saliente”.
Como reconocimiento de políticas implementadas por el gobierno de Miguel Lifschitz, Pullaro anunció el regreso del programa Nueva oportunidad, “orientado a adolescentes y jóvenes que se encuentran en situación de riesgo, excluidos de los circuitos formales educativos, recreativos y culturales; y lo mismo con el Plan Abre: “Entendemos que el Estado debe recuperar el territorio, planificando intervenciones de integración urbanística, mejora del hábitat e instalación de servicios en los barrios priorizados por sus altos niveles de criticidad social e índices de violencia”, sentenció el gobernador entrante.
El discurso completo de Pullaro:
Hoy empezamos una nueva etapa en la Provincia de Santa Fe.
Es tiempo de un nuevo comienzo que no pretende ser fundacional, sino que se reconoce como heredero de los 40 años de Democracia que los argentinos fuimos capaces de construir; asumiendo sus logros, pero sobre todas las cosas, conociendo sus enormes deudas, las que vamos a enfrentar con proyectos, acciones y mucho trabajo.
Creo en la necesidad de recuperar el valor de la palabra. Y la mejor manera de cumplir con esa premisa es hacer. Por eso quiero tener un mensaje claro y concreto que nos convoque a la acción.
La situación de la provincia es compleja, no todo es responsabilidad de la gestión que finaliza. Pero nos encontramos con déficit fiscal, deuda flotante, inseguridad descontrolada, una justicia cara que no da respuestas, la producción en problemas porque no fue defendida, obras públicas paralizadas, la calidad educativa en retroceso sostenido y un sistema de salud que perdió la capacidad de atención que lo caracterizaba.