La asunción de Javier Milei a la presidencia dejó en un segundo plano a buena parte de las provincias que vieron jurar a sus nuevo gobernantes. Hubo algunos, como el salteño Gustavo Sáenz o incluso el pampeano Sergio Ziliotto, que asumieron su segundo mandato. También estuvieron los que llegan por primera vez como el santafesino Maximiliano Pullaro o el cordobés Martín Llaryora, este último aprovechó su discurso para ofrecer varios guiños al gobierno central. Un común denominador en los discurosos inaugurales fue el temor a la ausencia de obras públicas, una de las herramientas que ayudan a mover la economía y mantener empleos.
Los del segundo mandato
El salteño Sáenz continuará al frente de la provincia norteña. Durante su discurso de asunción pidió, por un lado, mantener un clima de encuentro y fraternidad entre los argentinos. Pero por otra parte, reclamó rediscutir la coparticipación federal y continuar con la obra de la reversión del Gasoducto Norte, entre otros puntos. "Es preciso rediscutir la coparticipación para que se establezcan criterios objetivos de reparto si queremos vivir en una Argentina justa, equitativa y solidaria", aseguró.
"El desarrollo social y económico de la provincia es inviable si no se atienden algunas premisas: en primer lugar construir un bloque regional sólido, capaz de terminar con la discriminación presupuestaria que hace décadas sufren por parte de la Nación las provincias alejadas de la zona central del país", resaltó.
En este sentido, manifestó que espera que el gobierno de Milei "tenga esa visión federal y que podamos trabajar de manera conjunta, para que todo los argentinos tengamos las mismas oportunidades".
Asimismo, resaltó que "con los mandatarios de Misiones, Río Negro y Neuquén, provincias que como Salta son parte de frentes provinciales, conformamos un nuevo espacio federal en el Congreso, decidimos que es necesario construir una agenda común en defensa del federalismo y los intereses de las provincias".
Por otro lado, Sáenz expresó que la región "necesita de la continuidad del Gasoducto Norte, la obra de reversión, como factor de desarrollo y de calidad de vida". "Es una obra prioritaria que solicito a Nación que tenga continuidad inmediata" para que "no nos sorprenda en julio, cuando se termine el convenio con Bolivia, que siete provincias argentinas se queden sin gas por haber evitado que esta obra continúe", solicitó.
El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, fue uno de los pocos que presenció la asunción de Milei para luego regresar a su provincia para reasumir la conducción provincial. Sobre el discurso presidencial Ziliotto dijo que "fue predecible y muy triste" y que "el pueblo va a sufrir mucho". En cuanto a la advertencia de Milei a los piqueteros, "el que corta no cobra", Ziliotto dijo "no sé si son frases hechas o si se van a llevar después a la práctica" pero advirtió que "el pueblo tiene el derecho constitucional de reclamar y especialmente por una mejor calidad de vida".
Durante su discurso ante la Legislatura pampeana, ratificó la política salarial con aumentos atados a la inflación, al tiempo que anunció mayor inversión en salud, educación, seguridad, conectividad y fibra óptica. En ese marco aseguró que "no se detendrá la obra pública provincial". Pero advirtió: "La responsabilidad que me ha otorgado la sociedad pampeana obliga a dejar en claro que no podremos cumplirlos en su totalidad si nos quitan recursos nacionales. Que no son ninguna dádiva, nos corresponden en el marco de un país federal".
"Esperamos que estos objetivos no sean sólo una expresión de deseo, menos aún una utopía inalcanzable. Será muy negativo si se detiene la economía destruyendo nuevamente la industria nacional, achicando el consumo por la baja del poder adquisitivo del salario, eliminando la obra pública y generando así altísimos niveles de desocupación", alertó.
Los primerizos
Martín Llaryora asumió como el nuevo gobernador de Córdoba temprano en la mañana para luego partir a Buenos Aires. Lo hizo con anuncios de recortes de entre el 10 y el 25 por ciento de los salarios para los funcionarios públicos, pero sobre todo con respaldo a la gestión de Javier Milei. "Desde el Partido Cordobés vamos acompañar el gobierno del presidente Milei", destacó Llaryora para luego recurrir a la frase con la que se busca disimular la adhesión a la propuesta de Milei: "Si al Presidente le va bien, le va a ir bien a todos los argentinos".
Al respecto agregó que "no es tiempo de poner palos en las ruedas, sino de sumar para que Argentina encuentre un camino de desarrollo y prosperidad. Debemos ser capaces de recuperar el diálogo y dejar atrás las grietas", instó Llaryora. De paso advirtió que "los cordobeses esperamos que el señor presidente cumpla con las promesas que le hizo al pueblo de Córdoba", y que la provincia "no va a abandonar los reclamos históricos", y en ese sentido mencionó las bajas a las retenciones del sector productivo, reparto equitativo de los subsidios y el envío de fondos para la Caja de Jubilaciones.
Por otra parte, anunció que ante la crisis que afecta a todo el país por la "recesión económica", comenzarán a tomarse "medidas de austeridad", por lo que se debe comenzar por la política para hacer frente a la caída de los ingresos. En ese sentido, adelantó que se reducirá el 25% de los haberes del gobernador y vicegobernador; 15% de los ministros y 10% de los restantes funcionarios políticos, y pidió que los restantes poderes del Estado adhieran a esa medida.
En esa línea de austeridad también se reducirá a 14 la cantidad de ministerios y se congelan las vacantes, con excepción de los prestan servicios esenciales como salud, educación y seguridad.
Ante la advertencia de Milei sobre los riesgos de 'estanflación', Llaryora dijo que ese eventual contexto "obliga a ser responsable y tomar acciones para cuidar a los cordobeses". En otro tramo de su discurso resaltó que va a "hacer lo posible y lo imposible para que la obra pública no pare, para que salud pública mejore, la educación pública sea un estandarte de calidad y de progreso social para todos los cordobeses vivan donde vivan".
Anunció también que enviará a la Legislatura un proyecto para modificar el sistema de seguridad, que incluye aumentar los recursos para las fuerzas de seguridad y en especial para las fuerzas antinarcóticos, y que se va a duplicar la cantidad de fiscalías antinarcotráfico en toda la provincia.
En Santa Cruz asumió Claudio Vidal, el hasta hace poco líder del Sindicato del Petróleo, Gas Privado y Energías Renovables (SIPGER). Desde el extremo sur del país afirmó que comienza "una nueva etapa en la transformación de la provincia". Vidal advirtió que recibe "una provincia devastada".
"Nos toca encabezar una nueva etapa en la transformación de nuestra provincia que es un momento único en más de 32 años, es el momento de probar que si se administra la plata alcanza, que no somos todos iguales y no todo da lo mismo", aseguró. El novel mandatario dijo que su gobierno "tendrá tres columnas que serán la base fundamental de la provincia: Educación, Trabajo y Producción".
"Para crecer tenemos que animarnos a encarar la deuda educativa que tenemos, debemos recuperar el salario y las condiciones de trabajo para los docentes, debemos mejorar y ampliar la infraestructura escolar, debemos asegurar la formación y capacitación permanente de los docentes", señaló. Vidal contrastó que hay "miles de santacruceños bajo la línea de pobreza" mientras "tenemos los recursos, tenemos gas, tenemos petróleo, tenemos carbón, oro, plata, actividad pesquera, energía renovables, turismo y servicios". Afirmó que "tenemos todo y a la vez demasiado poco para el pueblo", añadió.
Vidal adelantó además que "no hay fondos" para "dar aumento a los trabajadores estatales" y señaló que "la situación actual es insostenible, lamentablemente somos el resultado de demasiado fracaso, conflictos y una corrupción desmedida, nos dejan aguas envenenadas, la provincia está devastada y en muy malas condiciones", denunció.
En Santa Fe prestó juramento como nuevo gobernador el radical Maximiliano Pullaro. "Hoy empezamos una nueva etapa, es tiempo de un nuevo comienzo, que no pretende ser fundacional, sino que se reconoce como heredero de los 40 años de democracia que los argentinos fuimos capaces de construir", dijo el flamante mandatario.
En cuanto a la situación de la provincia, Pullaro la calificó de "compleja" y señaló que "nos encontramos con déficit fiscal, deuda flotante, una inseguridad descontrolada, una Justicia cara que no da respuestas". Por otra parte, agregó que "la producción está en problemas porque no fue defendida, (hay) obras públicas paralizadas, la calidad educativa en retroceso y un sistema de salud que perdió la capacidad de atención que lo caracterizaba".
El mandatario dijo que asumirá "el desafío de defender lo que somos como provincia en un contexto nacional de mucha incertidumbre, atravesada por una crisis económica y social sin precedentes, con un alto endeudamiento, inflación, aumento de la pobreza y un notable deterioro institucional".
Respecto del agro, dijo que la provincia "lleva años en una meseta en la producción de leche, carne y granos" y que las causas "han sido las políticas nacionales" por "presión impositiva, intervención de mercados, cierre de exportaciones o eventos climáticos".
A la vez, consideró "necesario tener una agenda estratégica" para la industria, a la que mencionó como la principal creadora de empleo, y dijo que la idea es "duplicar la cantidad de pymes de la provincia, hoy en el orden de las 750" en sus cuatro años de Gobierno.
Pullaro sostuvo que encontró a la Empresa Provincial de la Energía "con un atraso tarifario deliberado" y "con déficit financiero mensual desde octubre", a la vez que explicó que el sistema de transporte de pasajeros "está reclamando una actualización de tarifas", por lo que su equipo está trabajando en el análisis de la situación.