El martes 19 de marzo de 1991 este diario tituló dos temas fundamentales: como cabeza, una conmovedora nota sobre la primera visita de 350 familiares de los héroes de Malvinas al cementerio de la Isla Soledad. Y como nota central de tapa, el decreto por el cual el presidente Carlos Menem dispuso el primer gran remate de bienes del Estado Argentino, infame decisión que inauguró un “estilo” presidencial (de algún modo hay que llamarlo) que con los años haría escuela como una de las formas más corruptas de abuso y malversación de bienes públicos en beneficio de amigotes del poder.
Aquella centralidad mostraba a Menem colocándose los lentes como para confirmar el espanto político-económico que inauguraba: un estilo, además, que hizo escuela y todavía estamos pagando: 32 años después otro presidente promete profundizar el remate de los bienes del Estado, también vaciando a la República de contenidos y sumergiéndola en dolores e incertidumbre.