El viernes pasado, en la previa del cambio de mando del Poder Ejecutivo, las petroleras aumentaron los precios de las naftas y el gasoil, ante la expectativa de una devaluación del dólar oficial por parte del gobierno de Javier Milei, quien prometió liberar los precios de los combustibles.
Shell y Puma fueron las primeras en incrementar sus precios en un 15% en promedio en todo el país, seguidas por YPF, que lidera casi el 60 por ciento del mercado interno de naftas con más de 1.600 estaciones de servicio- que aumentó un 25% promedio, con alzas de hasta el 30% en algunas zonas del país.
En YPF, los valores vigentes de referencia para la Ciudad de Buenos Aires (CABA) quedaron en $404 la nafta súper; $499 la premium, $426 el gasoil y $543 el gasoil premium.
En el caso de Shell, de la petrolera Raizen, sus precios son los más altos del mercado y en CABA son: nafta súper $439; nafta premium $499; gasoil súper $479 y gasoil premium $529.
En algunas ciudades del interior, como Córdoba, el aumento registrado el viernes ubicaóal precio de la nafta súper de Shell a $476, muy por encima de los valores del AMBA.
El último aumento de los combustibles se había aplicado el 25 de noviembre último y había sido del 10%. Con este último ajuste -el primero de este mes- los combustibles acumulan una suba del 35% desde noviembre, cuando llegó a su fin el programa "Precios Justos" para el sector de hidrocarburos.
En lo que va del año, los precios de la nafta y el gasoil aumentaron 126% en promedio, por debajo de la inflación, estimada en 146% en el período.
El designado secretario de Energía Eduardo Rodríguez Chirillo consideró que, en este mercado, "se debe apuntar a una fluctuación libre, sin el control indirecto que hoy ejerce el Gobierno a través de YPF".