El gobierno español rechazó las declaraciones del líder ultraderechista Santiago Abascal, de Vox, sobre el presidente Pedro Sánchez, de quien dijo durante una entrevista que "habrá un momento" en el que "el pueblo querrá colgarlo de los pies". Sánchez encabezó un rosario de críticas oficialistas e incluso de la oposición de derecha, a la declaración de Abascal.
"Este tipo de discursos obedecen a intentar convertir nuestro país en un país donde sea monopolizado todo por el discurso del odio y un país enfrentado", afirmó Sánchez durante la presentación en Madrid de su último libro. Al contrario de la visión de Abascal, el líder socialista considera que el ambiente en el país es diferente. "Aquí no se está rompiendo nada, no se está hundiendo nada, no hay esa polarización ni ese odio que trata de inocular en el debate público Abascal", destacó Sánchez.
La polémica saltó este fin de semana cuando Abascal, líder de Vox, se encontraba en Buenos Aires para asistir al acto de asunción del presidente Javier Milei. En una entrevista, el líder de ultraderecha criticó duramente la gestión de Sánchez en España.
Abascal afirmó que el líder del PSOE "no tiene escrúpulos" y por ese motivo, "puede pisar las leyes, puede hacer cualquier cosa, puede poner en riesgo la unidad nacional", en referencia a medidas como la futura aprobación de una ley de amnistía para independentistas catalanes procesados por la justicia.
El ministro español de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, enfatizó el "rechazo total a las palabras del señor Abascal, que desde mi punto de vista es un discurso de odio que no hace más que polarizar e incitar a la violencia". Antes de una reunión con sus pares en Bruselas, Albares dijo que este tipo de lenguaje "no se oía en España desde hace muchas décadas, décadas que fueron muy oscuras" en el país, en referencia a la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).
El canciller le pidió también al Partido Popular (PP) que rompa sus pactos en gobiernos municipales y locales con el partido de extrema derecha. "Con un líder así, uno no debe ir a ningún sitio", advirtió Albares. El jefe del PP, Alberto Núñez Feijóo, condenó las declaraciones de Abascal, que tachó de "lamentables", y acusó a la ultraderecha de favorecer los intereses del socialista. "Creo que es un gran juego a la estrategia de Sánchez y del Partido Socialista de dividir España a través de un muro", evaluó Feijóo en una entrevista.
En un mensaje publicado a través de su cuenta en X, Abascal aseguró que sus palabras sobre Sánchez son "manipulaciones del gobierno y de sus meretrices mediáticas", criticando al PP por contestarlas "como si fueran realidades". "Y piden perdón a la izquierda nada más empezar a hablar", sostuvo Abascal.
El líder de ultraderecha aseguró que los "populares" son "los nostálgicos de la derechita cobarde", en alusión a la calificación que Vox hacía del PP de Pablo Casado. "Mejor un muro frente al golpe que sentarse con los golpistas a negociar políticas, comisiones y sillones", indicó Abascal antes de afirmar que "condenan la estafa al pueblo español".