En su editorial en La Mañana, el periodista y conductor Víctor Hugo Morales analizó el concepto de "libertad" que enarbola Javier Milei y cómo se contrapone al de "justicia social".
El editorial de Víctor Hugo Morales
Temo ser redundante. Al final de estas palabras, van a escuchar las palabras de Axel Kicillof en su discurso de ayer, excepcional por donde se le mire, sobre todo teniendo en cuenta el contraste, teniendo en cuenta el mamarracho que llevó a cabo Milei el día anterior. La comparación es casi hiriente en lo intelectual, en la argumentación, en la calidad humana. Axel Kicillof va a decir al final de este tramo ‘Viva la justicia social, carajo’.
Habrá citado al arzobispo García Cuerva, cuando dijo ‘No hay libertad sin amor. La dimensión social es fundamental y nos permite mirar al bien común y no solo al interés privado’. No se pueden discutir las bases de sustentación de la sociedad.
Pero, qué verso este de la libertad, y la gente lo repite. Pero bueno, esa gente canta ‘Policía, policía’, se enamoran de eso. Le dicen ‘No hay plata’ y lo festejan como si fuera un golazo. Además, es mentira que no hay plata, bien lo aclara Sergio Massa. Verso total.
Pero lo que quieren ellos y los diarios mafiosos, encabezados por Clarín, es dar la sensación que se ha tocado fondo. Esto no es ni por asomo el 2001. No es ni por asomo, en términos relativos, la comparación que se hace con el gobierno de Macri. Es muy injusto.
Hay problemas, serios problemas, uno de ellos, clarísimo, la inflación. Pero cuidado, está todo funcionando.
El empleo es cercano al pleno empleo. Los salarios están muy bajos. Gran conquista de los empresarios, a través de este tiempo en el cual la inflación se disparó porque la pelea fue muy modesta desde el gobierno y los salarios se quedaron, porque también fue muy modesta la actitud a determinada altura del gobierno. Primer año, segundo año. Ahí en vez de corregir el atraso de los salarios impuestos por Mauricio Macri, se había perdido más de un 20%.
En vez de alcanzar de nuevo como quien corre un tren porque se le escapa y por lo menos tomarse de la última manija, del último escalón y subirse como se pueda, no se hizo. No se corrió detrás de ese tren, detrás de aquello que se le escapaba, que no era más que el salario de los trabajadores y los jubilados, y no se recuperó.
Pero de ahí a jugar con que se está en una situación desesperante en cuatro a lo que es un país, se ve que no toman nota de lo que pasa hoy día en el resto del mundo. A la salida de la pandemia todo el mundo, todo es un desastre. ¿Ustedes creen que las protestas multitudinarias en Europa son porque sí, porque tiene ganas de pasear, de caminar por Champs Élysées o por la avenida principal de Berlín?
"Viva la justicia social"
La cuestión es que, cuando hablan de libertad ofenden la inteligencia. La libertad en un mundo capitalista la tiene el que está bien económicamente. Después tenemos libertad para la poesía, libertad para crear, libertad para soñar. Pero no tenemos libertad indispensable para movernos, para hacer aquello que queremos o lo que nos impulsan nuestros sueños, para comer lo que queremos, para vivir donde queremos, para comprar la ropa que queremos. Comprá lo que quieras, pero no puedo. Y si no podés, ¿cuál es la libertad?
Y se pueden poner millones de ejemplos. En nombre de la libertad yo podría prender un cigarrillo acá, yo soy libre de fumar. Atento contra la libertad de mis compañeros que exigen que no se fume, porque les hace daño, porque la gente se enferma.
No hay ese tipo de libertad. No existe. No hay libertad para usar o no, como decía Milei ‘yo soy libre de ir sin cinturón de seguridad si quiero’.
Mirá la pavada, la tontería, la absurdidad que son capaces de decir para mantener la idea de libertad y que eso sea el grito de la gente en materia política.
No. Lo que tiene que vivir por todo lo alto es el criterio de la justicia social, eso que convoca Axel Kicillof. Eso que se buscó denodadamente y, vaya que se encontró en términos latinoamericanos, hasta el 2015.
Sí, viva la justicia social. Es la justicia social la que te puede decir que tenés, hasta cierto punto, una relativa libertad.