Hace rato que las apariciones públicas de Raúl Castells son extrañas. Dirigente de la izquierda radicalizada a fines de los ‘90, su trayectoria hizo un inesperado giro durante el kirchnerismo, con el que confrontó hasta el punto de acercase a la derecha: marchó con Juan Carlos Blumberg cuando el falso ingeniero era ícono de los pedidos de mano dura, en 2015 hizo ruido en favor de Mauricio Macri (aseguró que el peronismo le había ofrecido armas para generar incidentes si ganaba la Presidencia), en la gestión de Cambiemos prácticamente desapareció de la escena porteña, en 2019 reapareció para hacerle el primer piquete al gobierno de Alberto Fernández… Y este martes volvió a buscar el primer plano con una marcha piquetera, la primera para la gestión de Javier Milei.
Al frente del MIJD, su organización de siempre, Castells manifestó ante la Secretaría de Trabajo y luego en la Casa Rosada. Sin cortar la calle: los manifestantes se mantuvieron sobre la vereda, tal como lo exige el gobierno de LLA. Demandaron un aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil (ya que el monto del plan Potenciar es, por ley, la mitad del SMVM) y la entrega de 60 mil canastas navideñas.
En Trabajo, Castells fue recibido por funcionarios que mantuvieron con él una reunión. “Vinimos con una audiencia que nos tramitó Fernando Cerimedo (el director de la campaña digital de Milei), cuando hace unos días estuvimos en el Hotel Libertador para que nos recibieran”, contó a Página/12. Agregó que, en el encuentro, los funcionarios le anticiparon que antes de fin de año el gobierno convocará al Consejo del Salario “para actualizar el salario mínimo”.
Como la canasta navideña depende del Ministerio de Capital Humano, pidieron hablar con su titular, Sandra Petovello, “pero nadie nos supo decir dónde tiene su oficina”. Por eso marcharon hasta la Casa Rosada, donde manifestaron por un rato.
Para las cámaras que transmitieron la movilización, el dato principal fue que los piqueteros no habían interrumpido el tránsito. Milei avisó en su discurso de asunción que “el que corta, no cobra”, y en ese punto no fue desafiado. No valía la pena porque en Trabajo tenían audiencia, “y, la verdad, la calle estaba densa, había mucha policía”, comentó Castells.
El dirigente del MIJD va a cumplir 70 años. Estaba viviendo en el Chaco, contó a Página/12, debido a que sufre de una afección pulmonar -Epoc- y el clima de esa provincia le hace tan bien como mal la humedad de Buenos Aires. Pero ahora tiene la intención de quedarse en CABA “para enfrentar a Milei” y lo que será su gobierno, que aún no sabe cómo caracterizar, “si como un nuevo menemismo o una continuidad de las políticas de la dictadura del ‘76”.
Por lo pronto, Castells amaga con volver a alinearse con la izquierda. El 20 de diciembre se sumará a la jornada anunciada por el Frente de Lucha Piquetero.
Jornada de lucha
El Frente de Lucha Piquetero ratificó, luego de los anuncios del ministro de Economía, Luis Caputo, que el 20 de diciembre va a realizar una jornada de lucha en todo el país. Así lo confirmó a este diario el titular del Polo Obrero, Eduardo Belliboni.
En la Ciudad de Buenos Aires, la jornada de protesta incluirá una movilización a la Plaza de Mayo.
“El plan motosierra de Caputo-Milei muestra que el ajuste lo pagará el pueblo y no la política. Es un plan inflacionario porque combina una gran devaluación con tarifazos al transporte y a la energía. Para los trabajadores habrá despidos y menos salarios”, dijo sobre el punto Gabriel Solano, del Partido Obrero. “Al Rodrigazo que anunció Milei-Caputo se lo derrota luchando. El 20 de diciembre tenemos que ser decenas de miles en Plaza de Mayo y en todas las provincias del país.”
La protesta del 20 de diciembre, por ahora, engloba sólo a una parte de la Unidad Piquetera, la liderada por el Polo Obrero. Otros sectores, como Libres del Sur y los movimientos ligados a la izquierda independiente, como el FOL, aún no han definido su estrategia ante los anuncios económicos, y habrá que esperar para ver si se suman.