"¡Arrancó la Navidad en Bariloche!" El viernes por la noche el Centro Cívico se colmó de turistas, locales y gente de ciudades vecinas, tocó la Filarmónica de Río Negro y Papá Noel salió a saludar desde el edificio de la intendencia. El único que no participó de la fiesta, como cada año, fue el monumento ecuestre de Julio Argentina Roca, que queda tapado bajo un gran árbol de Navidad.

La asunción de Javier Milei, dos días después, revivió las quejas de las asociaciones que reivindican la figura de Roca, a quien el presidente mencionó en su discurso como "uno de los mejores de la historia", detrás de Carlos Saúl Menem. 

La tradición de colocar un arbolito navideño sobre el monumento empezó en 2013. Pero este año, los libertarios locales, mostraron su desagrado con mayor ímpetu que otros años.

El monumento de Roca instalado hace más de 70 años en el Centro Cívico no estaba en los planos originales del característico espacio arquitectónico de la ciudad y, desde siempre, es una fuente de polémicas. Por un lado, quienes defienden la figura de Roca, como Milei, que lo utilizó el domingo para justiciar su plan de ajuste: “Nada grande, nada estable y duradero se conquista en el mundo cuando se trata de la libertad de los hombres y del engrandecimiento de los pueblos si no es a costa de supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios”. 

Por otro lado, los Pueblos Originarios víctimas del genocidio llevado adelante en la Campaña del Desierto y amplias organizaciones de la sociedad civil que rechazan el modelo a sangre y fuego instalado por Roca

La primera vez que se instaló el arbolito de Navidad sobre el monumento de Roca fue en 2013, con respaldo de las cámaras comerciales, el municipio y la provincia. En las redes y las crónicas de los diarios locales recogen testimonios similares en una década de la fiesta navideña en Bariloche: "Me parece más lindo este pino que es arte puro que ver una estatua de un genocida", "Excelente trabajo y una idea genial: ¡taparlo a Roca! va a quedar divino!", decían algunos barilochenses en 2013. 

En la crónica del viernes pasado, cuando se inauguró con un megavento el arbolito que tapa a Roca, el Diario Río Negro hizo un pequeño balance de la década de esta nueva tradición de ocultar para las fiestas al artífice de la mal llamada "Conquista del Desierto": "Lo cierto es que esa controversia quedó atrás y todos -en Bariloche y entre el turismo- valoraron la decoración como un atractivo en sí mismo". 

Las voces que se levantan a reclamar que le saquen el arbolito de encima a Roca son de organizaciones como el Instituto Nacional Rocaniano, con sede en Bariloche. "No se puede defender un monumento si no defendemos a quien está sentado en el caballo", dijo el coronel retirado José Martiniano Duarte, de 72 años, intengrante del instituto, en diálogo con el centenario diario La Nación. "Julio Argentino Roca está a la altura de eso y bastante más", aseguró Duarte comparando al ex presidente con figuras como las de José de San Martín y Guillermo Brown. 

Otra de las voces que se escuchó al respecto fue la de Gonzalo De Estrada, hijo de el urbanista Ernesto De Estrada, quien diseñó el Centro Cívico. De Estrada contempló que guste o no guste no está bien que se estropeé el monumento, pero él impulsa, desde 2021, una ordenanza popular para que Roca sea retirado del icónico sitio de Bariloche y trasladado varias metros más cerca del lago. 

"Altera la armonía simbólica que poseía el conjunto y plantea un determinado significado que genera conflictos sociales y políticos", lamentaba De Estrada, dos años atrás cuando presentó un proyecto al Concejo Municipal. Fue a través de la "banca de vecino" y lo hizo junto a especialistas en historia, arquitectura, turismo, patrimonio urbano y filosofía con el objetivo de reubicar el monumento y recuperar la idea original de su padre en la que el monumento a Roca no estaba presente. La presencia del militar y ex presidente es un disputa simbólica entre su figura y las pintadas que recuerdan su pasado "genocida". 

El ex intendente Gustavo Genusso, que dejó la intendencia hace días, fue quien intentó avanzar con la idea de De Estrada, pero tuvo que frenar la reubicación del monumento en medio de amenazas de muerte y medidas judiciales, a pesar de que el proyecto de refuncionalización del Centro Cívico contaba con la aprobación de la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos. 

El debate quedó en suspenso e incluso se habló de realizar una consulta popular para definir el destino del monumento. El flamante intendente Walter Cortés prometió revisar el lanzamiento de las festividades navideñas para evitar que se repitan las quejas de los roquistas. 

"El traslado del monumento no tendrá mayores impactos en nuestros debates como sociedad hasta que no lo anteceda un cambio profundo inspirado en la diversidad cultural. Roca es una justicia racista, un proyecto extractivista, una política de élite, la Sociedad Rural, la extranjerización del territorio", advirtió el lonko mapuche Mauro Millán en los días del debate sobre la reubicación.