“Los tipos pararon a almorzar y les dijeron que se frenaba la obra”. La motosierra sobre la obra pública comenzó a funcionar en la provincia de Buenos Aires. Más de 140 trabajadores fueron notificados sobre la paralización en la construcción de 208 viviendas de ProCreAr en la localidad de Castelli. “No hay plata en el banco y no tenemos un interlocutor que nos diga qué hacer”, le dijo el representante de la firma SZCZECH S.A al intendente local Francisco Echarren, tal cual lo relata el mandatario a Buenos Aires/12

Noventa y siete de esos obreros son de Castelli. El promedio de su salario, según cuenta el intendente, estaba entre los 250 y 300 mil pesos. “¿Sabés lo que significa toda esa plata menos por mes en la economía del pueblo?”, se pregunta en la charla con este medio. Tomando como referencia un valor de 275 mil pesos, son más de 26 millones y medio de pesos mensuales que no estarán dentro del circuito de consumo local.

“El empresario nos comunicó que el banco no tiene fondos, que aguantó hasta donde pudo, teniendo en cuenta que hace quince días hablé con él y tenía los certificados al día, pero me dijo que no tienen certezas de cómo sigue, que no tiene interlocutor, y me dice que lo lamentaba mucho pero que tenía que paralizar la obra porque no tenía certezas como para seguir invirtiendo”, resume la conversación que mantuvo Echarren con la empresa que llevaba a cabo la obra.

Se trata del Desarrollo Urbanístico ProCreAr II que ya había montado la estructura principal de los edificios que contemplaban un total 208 viviendas nuevas para ser adjudicadas con créditos a tasa cero. “Pasamos de tener un edificio que era el sueño de una vivienda para 200 familias a un problema de seguridad porque nos queda una estructura abandonada que cuidar”, relata Echarren.

“A lo doloroso de saber que cien familias pasarán unas fiestas horribles, se le sumaron las discusiones entre los propios trabajadores sobre quien votó a Milei y las consecuencias de sus decisiones”, cuenta el intendente que recientemente fue reelecto.

El video que circula en la comunidad de Castelli habla por sí sólo. Los obreros retirándose de la obra sabiendo que ingresan a una cobertura de desempleo que tiene la UOCRA pero sin ninguna perspectiva acerca de la reanudación de la obra o la posibilidad de que aparezcan otras alternativas de empleo.

“Los tipos estaban devastados, y ahora algunos verán si encuentran laburo en el campo o empezar a cortar el pasto en las casas de los vecinos”, señala el intendente con más bronca que dolor en su tono.

La preocupación de Echarren también está anclada en el probable enfriamiento del consumo, por la incidencia de casi cien desempleados de un día para el otro en una ciudad que apenas supera los 10.500 habitantes, según los datos del último censo.

La estrategia de que no haya interlocutores

El intendente Echarren se toma unos minutos para explicar las razones por las que la empresa SZCZECH S.A no encuentra con quien hablar en medio de una transición que fue dilatando el anuncio de las medidas que, se suponía, tenía planificadas hace meses.

“Una de las grandes decisiones del gobierno de Milei es que no haya interlocutores, y esto es una estrategia, no es un accidente”, advierte en su análisis. Consultado sobre el porqué de esta decisión y si eso involucra también a los intendentes bonaerenses, dice que “sí” y que desde La Libertad Avanza “no van a construir interlocutores porque si lo hacen al menos te tienen que dar una explicación, y de esta manera hacen todo el daño posible sin siquiera avisarte o explicarte”.

Para ejemplificar esta condición toma el caso del Ministerio del Interior de la Nación, Guillermo Francos, y su rol inicial como articulador con los gobernadores. Según Echarren, ese lugar lo pasó a ocupar Luis “Toto” Caputo, titular de la cartera económica porque su manera de interactuar con los dirigentes políticos será más simple: “Directamente no te habla”.

Golpeado por un anuncio que lo tomó de sorpresa, Echarren también manifestó su preocupación por la continuidad de la construcción del Microestadio para la ciudad que, estima, corra la misma suerte que el plan de viviendas.

Sobre la obra recientemente paralizada, la Municipalidad de Castelli comunicó mediante sus redes que “que no hay nada que esta gestión municipal pueda hacer, ya que no contamos, ni cerca, con los recursos necesarios para terminar este Desarrollo Urbanístico”.