Paso a paso, Victoria Villarruel cimenta su liderazgo en el Senado de la Nación. Reacia a que la corran de la mesa chica de La Libertad Avanza, la Vicepresidenta enfocó sus esfuerzos en tejer acuerdos con todas las bancadas desde el día uno y, este miércoles, esos esfuerzos rendirán sus frutos si logra forzar la aprobación de la designación del presidente provisional. El peronismo —que ostenta la primera minoría— pretendía aplazar la discusión hasta febrero, pero Villarruel logró imponerle una mayoría circunstancial de 39 senadores junto al PRO, el radicalismo y los bloques provinciales.
La sesión será a las 15 y Villarruel apuesta a proponer para la presidencia no al senador que había anunciado Javier Milei la semana pasada, sino a otro: el puntano Bartolomé Abdala. Pero no solo eso. El verdadero botín de guerra será imponer el mecanismo de conformación de las comisiones, aprovechando la lógica de esta "nueva mayoría" de 39 para evitar que Unión por la Patria se haga del control de las comisiones.
"Villarruel está jugando fuerte", reconocía un senador radical al abandonar la sala de la Presidencia del primer piso del Senado, en donde se había llevado a cabo la reunión de Labor Parlamentaria. Era el mismo despacho que, hasta hace una semana, ocupaba Cristina Fernández de Kirchner y que hoy Victoria Villarruel utiliza como base de operaciones. El objetivo era coordinar la designación de las autoridades que, a diferencia de lo ocurrido en Diputados, había quedado empantanada por la dificultad de llegar a un acuerdo con el peronismo, que cuenta con 33 de los 72 senadores de la cámara. Finalmente, no hubo acuerdo, pero no fue necesario.
La discusión era reglamentaria, pero escondía una pulseada política. José Mayans, Juliana Di Tullio, Wado de Pedro y Anabel Fernández Sagasti, en representación de UxP, reclamaban posponer el nombramiento de las autoridades con el argumento de que el Senado no podía sesionar porque estaba de receso. Mayans, a su vez, presionaba con que la presidencia provisional le correspondía a ellos, en tanto primera minoría (una postura distinta a la que había sostenido Cristina Fernández de Kirchner cuando aún era presidenta del Senado).
En la vereda de enfrente estaban el titular del bloque libertario, Ezequiel Atauche; los radicales Eduardo Vischi, Pablo Blanco y Mariana Juri; Luis Juez (PRO); el salteño Juan Carlos Romero (Cambio Federal); la misionera Sonia Rojas Decut y la santacruceña Natalia Gadano. Es decir, los voceros de todas las bancadas excepto UxP que representan, en el recinto, un total de 39 senadores. Villarruel había logrado acordar con todos los bloques opositores —menos el peronismo— para construir una mayoría que le permitiera, teniendo solo 7 senadores propios, imponer a un libertario como presidente provisional del Senado.
La vice había logrado, así, construir una mayoría antes impensada. "No es para las leyes, es solo para las autoridades", advertían, rápidamente, en la oposición cambiemita, que especula con lograr en el Senado lo que no consiguió en Diputados: mantener la fachada del interbloque de Juntos por el Cambio para conseguir más lugares en las comisiones y convertirse, así, en un importante factor de negociación con el gobierno de Javier Milei. Y es que, más allá de la definición del presidente provisional, el verdadero triunfo de esta nueva mayoría había sido arrebatarle al peronismo el control de la mayoría de las comisiones.
UxP tenía otros planes: el titular del interbloque, Mayans, reclamaba la mitad más uno de todas las comisiones, lo que volvería al peronismo el principal actor de negociación para la sanción de cualquiera de las leyes de Milei. Las comisiones son, después de todo, el lugar en donde se define la letra chica de los proyectos que luego serán debatidos en el recinto. Además de, claro, el primer round para las negociaciones.
Sin embargo, a partir del acuerdo que LLA había llegado con JxC y los bloques provinciales —que antes habían sido aliados del peronismo— se definió que los lugares se distribuirían no por bloque —como se había decidido en Diputados— sino por "mayorías" y "minorías". Es decir que en las comisiones de 19 senadores, 11 serían para ellos y 8 para UxP. Después, habría que definir el criterio de distribución de las bancas entre ese falso agrupamiento que no tenía mucho en común salvo el no ser de UxP. Cada partido tiene, ahí, sus propios intereses y actuará diferente al momento de que lleguen los proyectos al Senado. "No es un acuerdo de gobernabilidad", repetía otro legislador de JxC. Lo importante era conseguir mayor poder de fuego y lo consiguieron a costa del peronismo.
El miércoles a las 15 horas, por lo tanto, se convocará a la sesión para oficializar las designaciones. LLA propondrá al puntano Bartolomé Abdala que no es, sin embargo, el mismo senador que Milei había confirmado a través de un comunicado la semana pasada cuando anunció que Martín Menem sería el presidente de la Cámara de Diputados. El designado, en aquel momento, era el formoseño Francisco Paoltroni. Paoltroni, sin embargo, era impugnado por UxP, por lo que, tras varias negociaciones, Villarruel terminó optando por Abdala.
Con 39 senadores, LLA está cómoda para conseguir el quórum sin necesidad del apoyo de UxP. Ahora, dependen de que no haya ausencias sorpresivas, porque el peronismo esperará a que consigan el número antes de bajar al recinto. "Yo soy bilardista, así que hasta verlos a todos ahí no estoy seguro de nada", deslizó, serio, un senador libertario.