El secretario general de ATE Capital, Daniel “Tano” Catalano, salió al cruce de los anuncios económicos del Gobierno de Javier Milei y su política de fuerte ajuste fiscal -con la promesa de achicar drásticamente el Estado y de dar de baja todos los contratos del último año-, advirtió que las medidas generarán dolor y aclaró que “no mueven el amperímetro”.

“Si uno mira el sector público, la presencialidad es algo que existe, nunca se reglamentó el teletrabajo. Solo muy pocas áreas tuvieron trabajo remoto. Es una cuestión de fantasía de que los empleados públicos no están en los lugares de trabajo. Es una fantasía. Que no joda, porque eso es una fantasía”, comenzó el duro descargo.

En tanto, sobre el recorte de los contactos del último año, aseguró que “si fuera por una crisis económica, no mueve el amperímetro”. Pero el ajuste al tun tun genera mucho dolor: “Ponen en riesgo 10 mil puestos de trabajo. Una parte de eso son el cupo travesti-trans y de discapacidad. Los otros ingresos tienen que ver con urgencias que había”.

A esto se le suma otro arco de trabajadores estatales: “Lo otro que tenés es el cambio de contratación. Compañeros de muchos años que se los toma como contratados nuevos, contratos de un año de duración o de seis meses. Si eso lo toman como ingreso es un problema”.

Lo que está de fondo es evidente. No importa el ajuste fiscal, sino “mostrar poder y disciplinamiento”. “Y van a afectar a gente que labura. Y si son militantes, son trabajadores. No te pueden sancionar porque sos peronista. Esas épocas oscuras ya habían pasado”, añadió sobre el discurso justificatorio del Gobierno.

Repudio al plan represor

La otra cara de la moneda del ajuste tiene que ver, en este manual neoliberal, con la represión. Por eso tampoco sorprende el proyecto que promueve el nuevo ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, que propone detener con prisión preventiva a las personas que participen en tres protestas sociales.

Sobre este tema, Catalano fue contundente: “Qué pena que no tengan creatividad para generar puestos de trabajo. En Jujuy morales te mete en cana. Tampoco es que son tan creativos. Me parece que están desesperados para ver quién puede estar más a la derecha de Milei”.

Y fue durísimo con una advertencia: “Yo lo que les digo es que cuando no esté el plato de comida en la mesa, y tu pibe te diga ‘qué onda’, acá hay rock and roll y no por nosotros. Son ellos los causantes de lo que están haciendo. Deberían estar preocupados para ver cómo viven las personas en vulnerabilidad”.