8 - LA SOCIEDAD DE LA NIEVE
(España/2023)
Dirección: Juan Antonio Bayona
Guion: J.A. Bayona, Bernat Vilaplana, Jaime Marqués y Nicolás Casariego, sobre la novela homónima de Pablo Vierci
Intérpretes: Enzo Vogrincic, Agustín Pardella, Matías Recalt, Tomas Wolf, Diego Vegezzi, Fernando Contigiani y Esteban Kukuriczka
Duración: 144 minutos
Estreno en salas

“¿Qué pasa cuando sentís que el mundo te abandona?”, se pregunta una voz en off mientras la cámara sobrevuela la inmensidad blanca y gélida de la Cordillera de Los Andes. Unos segundos después, sentencia: “Lo extraño acá somos nosotros”. Quien habla es, en la ficción, uno de los 40 pasajeros que abordó el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, contratado por el equipo de rugby amateur Old Christians Club de Montevideo, que partió con jugadores, familiares y amigos desde Carrasco el 13 de octubre de 1972 con destino a Chile, donde el plantel tenía agendado un par de partidos. El resto es historia conocida: un mal cálculo del piloto hizo que la aeronave perdiera altura y chocara contra una montaña, cortando las alas y la cola de un fuselaje que continuó su carrera a 350 kilómetros por hora por una pendiente hasta detenerse contra la nieve. Setenta y dos días después, con la búsqueda de sobrevivientes suspendida hacía dos meses, la noticia dio la vuelta al mundo: un arriero se había encontrado con dos de ellos, quienes guiaron a los helicópteros hasta donde reposaba el fuselaje y otras 14 personas vivas.

El hecho pasó a la historia como “El milagro de los Andes” o “Tragedia de los Andes”. El primero es más pertinente, puesto que lo trágico, en su acepción literaria, implica la marcha voluntaria de un héroe hacia un destino fatal del que no puede escapar y que así y todo elige enfrentar. Aquí, desde ya, nadie eligió clavarse en medio de la nada y donde la vida es imposible. Por eso mismo La sociedad de la nieve, basada en el libro homónimo de Pablo Vierci, no es tanto un relato de aventuras –sí lo era ¡Viven!, de Frank Marshall y con un jovencísimo Ethan Hawke entre los pasajeros– como uno de supervivencia extrema, desesperada y desesperante. Una supervivencia mostrada con una crudeza de corte realista que hace que los huesos suenen al quebrarse y que los gritos agónicos de los sobrevivientes durante la primera noche a la intemperie penetren en la piel del espectador. Una supervivencia con una concepción, con perdón del término new-age, holística del ser humano, pues el deterioro físico va de la mano de una incipiente locura colectiva.

Dirigida por ese muy hábil narrador que es el español Juan Antonio Bayona (El orfanato, Lo imposibleUn monstruo viene a verme), ternada al Globo de Oro a Mejor Film en Habla no inglesa y con buenas chances de alzarse con alguna(s) nominacion(es) al Oscar, La sociedad de la nieve es visceral en su faceta visual y ambigua en términos espirituales. Habrá que ver qué tan flexibles son los académicos al momento de aceptar los dilemas morales de los sobrevivientes y cómo ellos borronean los muy tranquilizadores límites entre el Bien y el Mal que suelen regir la cosmovisión de las películas premiadas. Difícil comprender sus actos sin hacer caso a lo que escribió Primo Levi en su extraordinario libro Si esto es un hombre, donde recuerda y reflexiona acerca de paso por el campo de concentración de Monowice: había que colgar los valores morales a la entrada para poder sobrevivir. De hecho, afirma, quienes se atribuían una moral superior no sobrevivieron.

¡Viven! era apolínea, pragmática y con un héroe definido (Hawke). Esta, en cambio, comulga con un heroísmo coral y colectivo (“¡Una película comunista!”, gritará algún libertario) en el que cada quien aporta su parte. Nando Parrado estuvo herido y acompañando a su hermana hasta su muerte. Su partida le cambia la actitud: consciente de que no vendrán por ellos, e incluso antes de saber que la búsqueda había terminado, siempre dijo que debían irse. Se lo ve “entrenando” caminatas mientras sus compañeros se encargan de otras cosas, incluyendo, claro, el desmembramiento de los cadáveres para alimentarse. ¿Está bien o mal comerse a un amigo? Vale aclarar que el guion toma el cristianismo al que adscribía la mayoría de los pasajeros –como demuestran sus asistencias a misa y los rezos previos al despegue– como un elemento condicionante de esa respuesta.

Último, pero no menos importante. La sociedad de la nieve tiene un lanzamiento limitado en unas 30 salas de todo el país, ninguna perteneciente a los complejos más importantes, en tanto llegará a Netflix el 4 de enero, un periodo menor a los 45 días desde el estreno que pretenden las principales cadenas. Bien vale el esfuerzo de acercarse hasta algún cine para apreciar en su esplendor el notable trabajo visual y sonoro (el in crescendo del ruido del motor en los minutos previos al accidente es aterradoramente perfecto), así como también para experimentar en carne propia el hambre y el frío de la intemperie. Se recomienda, desde ya, llevar una camperita.