Las primeras medidas tomadas en materia de seguridad por el gobierno provincial tuvieron sus repercusiones. En menos de 24 horas se registraron tres balaceras en edificios de la ciudad y con mensajes amenazantes contra el gobernador Maximiliano Pullaro, en dos de ellos. El primer ataque fue durante la tarde del martes, en una sucursal bancaria de zona sur, mientras que a la madrugada del miércoles dispararon contra la fachada del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). La misma secuencia se repitió contra una escuela de zona oeste, donde se encontraron 16 vainas servidas. Los hechos se registraron luego de que el gobierno provincial dispusiera una serie de cambios en las condiciones de encierro, como la reubicación de los presos de alto perfil, así como también el traslado de 86 presos que se encontraban en comisarías de Rosario a unidades penitenciarias, con el objetivo de contar con más policías para volcar a las tareas de patrullaje. El ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, señaló que “se esperaba algún tipo de respuesta” a los anuncios. “Nosotros tenemos un programa de trabajo y de ninguna manera vamos a permitir que unos criminales nos muevan un milímetro de las acciones y objetivos estratégicos”, aseguró.
En sus primeros días de trabajo, el gobierno provincial puso el foco en la seguridad. Este martes, el gobernador Pullaro, acompañado por Cococcioni, anunció una serie de cambios en las condiciones de encierro de los reclusos de la provincia. En primer lugar, la restitución de los pabellones para presos de alto perfil, destinados a jefes narcos y sicarios, para “ser monitoreados 24 horas”. Además se ordenó reforzar las unidades con inhibidores de señales, así como también la suspensión del ingreso de alimentos por parte de las visitas en las cárceles.
Los anuncios tuvieron una respuesta inmediata. Durante la tarde del martes, dos personas en moto balearon un banco ubicado sobre la avenida Ovidio Lagos y Saavedra, en el sur de la ciudad. Al momento de la balacera había gente que se encontraba dentro de los cajeros, pero nadie resultó herido. En la fachada del lugar se registraron al menos cuatro disparos y los atacantes dejaron un mensaje escrito con amenazas dirigidas al gobernador. Por este hecho el Ministerio de Seguridad ordenó un operativo en el pabellón 9 de la cárcel de Piñero, de donde se presume que se podría haber ordenado el ataque.
Pero en horas de la madrugada se registró otra balacera, esta vez en el HECA, donde nuevamente dos personas en moto dispararon por el acceso que da a calle Vera Mujica. En el lugar los atacantes volvieron a dejar una nota dirigida a Pullaro, con un tono similar al mensaje intimidatorio encontrado en la sucursal bancaria. Tras el ataque, las autoridades del hospital decidieron que el lugar permanezca cerrado y sin atención en los consultorios externos, mientras que los trabajadores realizaron un aplauso simbólico a media mañana, en reclamo de mayor seguridad.
También durante la madrugada tuvo lugar una tercera balacera en la escuela N° 63 “Almirante Guillermo Brown”, ubicada en Cochabamba al 5500, en la zona oeste de Rosario. El hecho se conoció algunas horas más tarde, cuando las autoridades del establecimiento educativo llegaron al lugar. El portón de la escuela tenía 8 impactos de balas y la policía incautó 16 vainas servidas en la zona. A diferencia de los otros dos hechos, no se encontró ninguna nota o mensaje amenazante en la zona.
"Se esperaba algún tipo de respuesta"
En ese marco, este miércoles Cococcioni convocó a una conferencia de prensa para anunciar más medidas. Con la premisa de sumar más policías a las calles, el gobierno provincial dispuso el traslado de 86 presos que estaban en comisarías de Rosario hacia dependencias del Servicio Penitenciario. La intención es desligar a los efectivos de las tareas de cuidado, o administrativas, y reforzar las acciones de patrullaje. Los operativos de traslado se realizaron en la Comisaría 15, que tenía 17 detenidos; la Comisaría 12, con 15 presos; la Comisaría 32, con 19 reclusos; y la Comisaría 24 de Granadero Baigorria, que contaba con 35 internos.
Respecto a los ataques, el funcionario aseguró que se adoptaron “todas las medidas a disposición” para esclarecer los hechos. “Nosotros tenemos un programa de trabajo y de ninguna manera vamos a permitir que unos criminales nos muevan un milímetro de las acciones y objetivos estratégicos”, expresó. Al mismo tiempo, el dirigente reconoció que “se esperaba algún tipo de respuesta” a los anuncios: “Evidentemente cuando uno ajusta un poco dos o tres parámetros básicos la reacción se produce, pero estaba dentro de las previsiones y vamos a responder con medidas más enérgicas todavía”.
En esa línea, el ministro de Seguridad informó el levantamiento de unas 30 custodias fijas que estaban dispuestas por orden judicial, que va en sintonía con el “bloqueo administrativo” y la intención de que el personal de seguridad se vuelque a tareas de prevención. Asimismo adelantó que se intensificarán los operativos de cacheos y control, la averiguación de antecedentes, y las requisas aleatorias en la vía pública. Mientras que en las cárceles se restringirán los horarios de visita, horarios de patio y comunicaciones, entre otras medidas anunciadas.
“La seguridad se va a brindar a todos los ciudadanos mediante la cobertura de patrullaje preventivo, con toda la policía en la calle. No vamos a hacer más custodias fijas de edificios, porque cada custodia fija nos saca un patrullero que tendría que estar en la calle cuidándonos a todos”, explicó Cococcioni. “De 18 móviles que recibimos hoy estamos llegando a un poco más de 40, lo cual es una miseria en una ciudad como Rosario. Pero gradualmente vamos a ir aumentando y recuperando el control de la calle. En Rosario y en toda la provincia”, añadió.
Asimismo, el ministro aseguró que se encuentra en contacto permanente con el gobernador y destacó las muestras de solidaridad, tanto de instituciones, como de dirigentes de todo el arco político. “En definitiva no se trata de las personas que podemos o no estar acostumbradas a esto, sino de las instituciones democráticas del Estado que no vamos a permitir que se afrenten de forma alguna”, finalizó.
En tanto, la vicegobernadora Gisela Scaglia también se refirió a las amenazas contra Pullaro y defendió las medidas tomadas por el gobierno en materia de seguridad. Para la funcionaria los presos de alto perfil “no pueden estar en celdas comunes” y señaló que los ataques buscan infundir temor en la sociedad. “Nos comprometimos a luchar contra el narcotráfico y sabemos lo que estamos haciendo”, manifestó en declaraciones a Canal 3.