Seis jugados, seis ganados, 18 puntos, 100 por ciento de efectividad 15 goles a favor y solamente 1 en contra. Impresionan los números de Boca, aunque sus hinchas no pueden olvidar que perdieron un partido vital en medio de este torneo ante Central por la Copa Argentina. Pero en la Superliga, todos los vientos soplan a favor y por eso Boca toma distancia de sus rivales (de River, fundamentalmente) a dos fechas del Superclásico, que ya empieza a calentarse. Con un gol de Pavón y otro de Benedetto, sin lucir, pero mostrando superioridad en todos los planos, el equipo boquense suma y sigue. Boca no juega la Libertadores, ya no disputa la Copa Argentina y por eso le pone todos los boletos al torneo local y pasa por ventanilla partido a partido.

El equipo que salía de memoria ya no va y por lo tanto Guillermo Barros Schelotto tuvo que empezar a ver cómo armaba el rompecabezas. Optó por Vergini por Goltz (sufre una distensión y no está en plenitud); el uruguayo Nández por Gago (con los cruzados rotos) y Espinoza por Cardona (expulsado ante Chacarita). Un cambio por línea para prender un alerta sobre el invicto y la continuidad de la racha de cinco victorias al hilo. Y enfrente, en una circunstancia poco propicia, Patronato, un rival difícil que en este torneo había ganado los dos paridos que jugó en Paraná, contra Argentinos Juniors y Atlético Tucumán. 

Pero la ausencia de Gago se notó fundamentalmente en el gesto efectivo de sus compañeros que salieron a la cancha todos con una camiseta numero 5 y luego posaron con una bandera con la inscripción “Fuerza Fer”. No se notó en el partido la ausencia de Gago ni tampoco las de Goltz ni la de Cardona porque sus reemplazantes no anduvieron mal y porque el 2-0 final que pudo haber sido aun más amplio dejó en segundo plano algunas imperfecciones, desatenciones defensivas y momentos oscuros del equipo.

Patronato fue un rival de riesgo solo en algunos pasajes del primer tiempo en los que jugó de igual a igual y dispuso de un par de aproximaciones para quebrar el cero. Su ilusión de ganar el partido o al menos empatarlo, se empezó a diluir en el arranque del segundo tiempo cuando Pavón recibió un pase en profundidad de Benedetto y definió con incomodidad por la marca, pero pudo romper el cero. Otra vez Pavón, a favor de su velocidad en las diagonales, como en el partido de la fecha anterior contra Chacarita abrió el camino para la victoria de su equipo.

Boca dispone de distintas variantes para llegar al gol (tiene 15 en lo que va del campeonato con un promedio de dos y medio por partido. Llega por las puntas y el centro atrás, llega por un centro de un lateral (Jara contra Lanús) llega porque Benedetto es implacable en el área, porque Pavón parece haber dejado atrás los tiempos en los que hacia una bien y tres mal, porque Pérez se anota seguido. Llega con sencillez, como lo hizo en el segundo gol que se originó en un desborde del colombiano Fabra, tras un pases de Junior Benítez y terminó con el remate de Benedetto debajo del arco vacío después de que la pelota superara la estirada de Bértoli.

El equipo local ya se había derrumbado hacia rato cuando llegó la estocada final. En el primer tiempo había mostrado un manejo en el medio y una disposición para ir a buscar el partido que obligó la línea de fondo visitante a mantenerse alerta. Anduvieron bien los centrales de Boca, no cometió errores Rossi y los intentos de Balboa y Contrera no prosperaron.