El ministro del Interior, Guillermo Francos aprovechó el acto realizado por la Cámara Nacional Electoral (CNE) en conmemoración por los 40 años de democracia, para cuestionar el sistema actual de votación. El funcionario se mostró partidario de ir "hacia la boleta única" como una forma de reducir el costo del proceso electoral. El ahora libertario consideró que una supuesta "vorágine de representación" genera "confusión" entre los electores. Especialistas aseguran, sin embargo, que el cambio en la herramienta de votación no conduciría por sí mismo a reducir la oferta de partidos.
"Es increíble que en 40 años de democracia no hayamos sido capaces de cambiar este sistema tan arcaico donde un elector llega a un cuarto oscuro y se encuentra con 500 boletas de partidos y de alianzas y de sectores. Sabemos que hay un proyecto con media sanción en Diputados de reformas y creemos que en las próximas elecciones tenemos que ir al sistema de Boleta Única para evitar no solo el gasto de dinero, sino la confusión que se genera", sostuvo Francos en el acto que se realizó en el Museo Electoral y fue encabezado por los integrantes de la Cámara, Alberto Dalla Vía, Santiago Corcuera y Daniel Bejas. También participaron el exdiputado Mario Negri, el diputado Leopoldo Moreau, el exministro de Interior durante el menemismo, Carlos Corach, el exsenador Eduardo Menem, el exministro de Interior, Federico Storani y el empresario José Luis Manzano.
El principal objetivo para el ministro es destinar menos recursos a la organización de los comicios, en el marco del ajuste del Estado propuesto por Javier Milei. En ese sentido, destacó la labor de la CNE para asegurar la transparencia de los procesos electorales, pero pidió "ajustarse a la realidad y ver de qué manera hacemos más eficiente también el sistema electoral".
Por otra parte, Francos apuntó también a reconfigurar el esquema de partidos políticos, ya que -aseguró- "hay muchos que, en esta vorágine de representación y de búsqueda de espacios, quizás no representan". "Debemos poner algunas exigencias en la ley para tener partidos políticos que sirvan al sistema y que no se conviertan en mercadería política", agregó. Por eso pidió a los presentes que aporten su experiencia con el objetivo de generar los consensos necesarios de cara al "proceso de transformación que tenemos que hacer en la política argentina".
"Hay en la Argentina 755 partidos de distrito y 52 partidos nacionales que pueden llevar presidente y vice", dijo a su turno Dalla Vía, quien coincidió con Francos en el diagnóstico. "Estamos muy abocados al control de los gastos de las boletas que han exhorbitado el límite de lo razonable. Se gasta mucho más dinero que en otros rubros del proceso electoral", sostuvo y afirmó que "nuestros ciudadanos no votan por partidos, votan por espacios".
Qué implica la boleta única
"Para
poder implementar la boleta única hay que tener dos temas en cuenta,
sobre todo en relación a la participación. El primero es que sea una
boleta y un sistema que no promueva la fragmentación política, y el segundo es el voto en blanco", dijo a Página/12 Dolores Gandulfo, directora del Observatorio Electoral de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal). El señalamiento está fundamentado en casos anteriores de elecciones provinciales, en tres de los cinco distritos que tienen este sistema de votación. Así, mientras en Santa Fe el voto por categorías (gobernador, diputado, senador, intendente y concejal) propició la fragmentación, en Córdoba y Mendoza los primeros comicios realizados con boleta única arrojaron índices altos de voto en blanco, en muchos casos debido al desconocimiento por parte de la ciudadanía acerca de cómo votar.
Gandulfo, quien además integra la Red de Politólogas, afirmó por otra parte que, contrariamente a lo que aseveró Francos, la implementación de la boleta única no restringiría por sí misma la amplia oferta de partidos. "En Argentina bastan cuatro mil firmas para conformar un partido político. Pero para resolver ese problema se tendría que modificar la ley de partidos políticos y no el instrumento de votación", aseguró.
Al respecto, Ignacio Santoro, politólogo
y becario doctoral del Conicet, señaló que "si el diagnóstico es que
hay mucha oferta, con la boleta única no se va a
reducir, sino que se va a tener una boleta con tantas opciones como las que
podríamos encontrar en el cuarto oscuro con las actuales boletas
partidarias". Si por el contrario, lo que se busca es reducir el gasto,
hay dos opciones posibles: "Una es que el Estado se haga cargo de
la impresión de boletas y no le otorgue a los partidos políticos la potestad de
hacer eso. La otra es un mejor control por parte del Estado".