Este jueves Fiscalía ordenó 47 allanamientos en la ciudad y la región, con el objetivo de avanzar en la investigación de las tres balaceras registradas contra distintos establecimientos de la ciudad, donde además se encontraron amenazas contra el gobernador Maximiliano Pullaro. Los operativos estuvieron direccionados a los domicilios de los familiares de algunos presos ubicados en la cárcel de Piñero y se secuestraron vehículos de alta gama, dinero en efectivo, armas de fuego y dispositivos electrónicos que serán peritados. Las hipótesis apuntan a que los ataques fueron ordenados desde las cárceles en respuesta a la reubicación de los presos de alto perfil y las primeras medidas adoptadas por el gobierno provincial en materia de seguridad. “Esto es una reacción que viene a partir de un cambio en la lógica dentro de lo que es el servicio penitenciario”, evaluó el fiscal Franco Carbone,quien reveló que en una de las requisas realizadas en esa unidad penitenciaria encontraron “una suerte de bunker” con marihuana prensada lista para la venta al menudeo.

Los allanamientos fueron realizados por la Policía de Investigaciones (PDI) por orden de los fiscales Franco Carbone, en colaboración con sus pares Pablo Socca y Federico Rébola, de la Unidad de Balaceras. El alcance de los operativos no se limitó a la ciudad de Rosario, también hubo procedimientos en Villa Gobernador Gálvez y Pueblo Esther. En conferencia de prensa, Carbone calificó al procedimiento como “positivo” y si bien no hubo detenidos aclaró que quedaron personas aprehendidas para averiguar sus antecedentes. Además se informó el secuestro de vehículos, dinero en efectivo, armas de fuego y teléfonos celulares, de donde buscan extraer más información que aporte a la causa.

La hipótesis de los investigadores es que los ataques fueron planeados desde la cárcel de Piñero, a partir de la decisión del gobierno provincial de restituir los pabellones para presos de alto perfil, que vino acompañado por una serie de requisas, además de otras medidas como la prohibición en el ingreso de alimentos a las unidades penitenciarias. Lo que no está claro es quién ordenó las balaceras. Una de las posibilidades es que la orden provenga, efectivamente, del pabellón 9, que aparece mencionado en las amenazas que dejaron a Pullaro. La otra es que desde un pabellón distinto busquen responsabilizar a los reclusos del 9, por alguna disputa interna.

“Claramente esto viene por una instigación desde la cárcel en respuesta de una primera acción que ha hecho el gobierno, con esta intervención dentro de los penales, concretamente en Piñero”, comentó Carbone. “Tenemos distintas hipótesis. Puede ser una falsa bandera dentro de lo que es el mensaje de la nota, o puede ser efectivamente el grupo al que pertenece, quien hace referencia en la nota. En ese sentido, claramente estamos trabajando distintas líneas, pero todas tienen su punto de partida intramuros”, explicó.

Bunker/celda

Uno de los datos llamativos brindados por el fiscal es que en las requisas de los pabellones encontraron una celda que funcionaba como bunker, donde secuestraron marihuana preparada para la venta. Ese mismo lugar había sido allanado un mes atrás secuestrando también distintas drogas, además de teléfonos celulares y dispositivos electrónicos. Es que allí se encuentra alojado Gabriel Lencina, el preso que fue atendido de urgencia en el Hospital Provincial, y al que se presume que quisieron rescatar, en el ataque donde fue asesinado el policía Leoncio Bermúdez a mediados de noviembre.

“Recordemos que esto comienza con unas requisas y un reacomodamiento de distintos presos considerados de alto perfil y una reacción también dispuesta por el Ministerio de Seguridad de la Nación de lo que son las cárceles federales en Ezeiza y Marcos Paz. A partir de ahí comienza el primer ataque”, recapituló Carbone. “Luego ordenamos requisas en los pabellones 6, 7, 8 y 9 de Piñero y después se da el otro ataque al Heca. En el día de ayer requisamos por tercera vez algunos pabellones donde, para nuestra sorpresa, nos encontramos con dispositivos celulares. Y en una de las requisas hechas en un pabellón, requisado 3 veces en 12 horas, se encontró una suerte de bunker en una de las celdas, había cincuenta envoltorios con marihuana prensada, ya lista para la venta al menudeo”.

En ese marco, el secretario de Seguridad Pública, Omar Pereira, adelantó que continuarán con las investigaciones internas y, en caso de encontrar algún tipo de irregularidad con funcionarios del sistema penitenciario “se iniciarán los sumarios administrativos internos con intervención de la Justicia”.

“Tenemos instituciones dentro de la misma policía y el servicio penitenciario, como Asuntos Internos, para investigar a sus propios compañeros. Y por fuera, las acciones de la Justicia y los fiscales, cuando surge alguna situación. Así como no nos vamos a mover ni un milímetro de lo que tenemos previsto para encauzar las cuestiones de la seguridad, tampoco vamos a retroceder, al contrario, vamos a avanzar con más fuerza contra esta gente uniformada, no policías, sino delincuentes vestidos de policías que también incurran en acciones delictivas”, agregó.

Los ataques

Esta semana el gobernador Maximiliano Pullaro, junto al ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, dispusieron una serie de cambios en las condiciones de encierro de los reclusos de la provincia. Entre otras medidas, la restitución de los pabellones para presos de alto perfil con la intención de tener un mayor control de sus acciones. El martes por la tarde, un par de horas después de la implementación del anuncio, dos personas en moto balearon una sucursal bancaria en Ovidio Lagos y Saavedra, en el sur de la ciudad. En el lugar, los atacantes dejaron una nota intimidatoria dirigida al gobernador, donde se mencionaba el pabellón 9 de Piñero.

Luego, durante la madrugada del miércoles se registró otra balacera en el Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (Heca), donde dos personas en moto dispararon contra una de las entradas del lugar y volvieron a dejar una amenaza contra Pullaro. También durante la madrugada se dio una tercera balacera contra la Escuela N° 63 “Almirante Guillermo Brown”, ubicada en Cochabamba al 5500, en la zona oeste de Rosario. Allí la policía incautó 16 vainas servidas, que las autoridades del establecimiento encontraron durante la mañana del miércoles.

 

En diálogo con la prensa, Cococcioni reconoció que “se esperaba algún tipo de respuesta” ante las medidas tomadas por el gobierno provincial. “Tenemos un programa de trabajo y de ninguna manera vamos a permitir que unos criminales nos muevan un milímetro de las acciones y objetivos estratégicos”, expresó. “Vamos a responder con medidas más enérgicas todavía”, aseguró.