El cambalache armado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y sus aliados mediáticos, relacionado con la custodia de los expresidentes terminó en un naufragio. Es que el decreto de Alberto Fernández sobre la protección de los exmandatarios había sido consensuado con el propio Javier Milei y, por lo tanto, cuando Bullrich quiso cambiarlo no pudo. Las custodias de exPresidentes, aún en el exterior, rige desde 2004 y la mejor prueba es que Mauricio Macri, que viajó por el mundo y acumuló en 2022-2023 nada menos que tres meses sumando los días de sus periplos, siempre tuvo custodia. No es que viajó representando al país: lo hizo por la FIFA o jugando al bridge, entre otras cosas. Todos los países consideran que deben cuidar la seguridad de expresidentes porque si, por ejemplo, un argentino que vive en Madrid ataca con un cuchillo a Macri o Fernández o Eduardo Duhalde o Cristina Kirchner, la responsabilidad recae en el Estado argentino. En un hilo en redes sociales, Fernández explicó que reformó el decreto considerando que no parece razonable que la custodia de Cristina quedara en manos de Bullrich, cuya mano derecha, Gerardo Milman, aparece involucrado en la tentativa de asesinato contra CFK.
El único cambio en las custodias
Fernández habló con Milei antes de firmar la reforma del decreto de 2004. La modificación consiste en una sola cosa:
*La custodia de los expresidentes estaba a cargo de la División Custodias de la Policía Federal y, por lo tanto, del Ministerio de Seguridad que es el que tiene en su órbita a esa fuerza.
*La custodia pasaría a depender de la Casa Militar que está en la esfera de la Secretaría General de la Presidencia, ahora ocupada por Karina Milei.
En el diálogo que mantuvieron Fernández y Milei alrededor de este tema se convino lo siguiente: que si la custodia de un presidente en ejercicio está a cargo de la Casa Militar, es razonable que también esté en esa órbita la custodia de exPresidentes. Milei estuvo de acuerdo y Fernández firmó el decreto.
No hubo modificación alguna respecto de custodias en el exterior: la prueba es que Macri viajó por la FIFA, viajó a jugar al bridge, y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, firmó los viáticos correspondientes para que la custodia se cumpliera. Este dato fue confirmado por el exministro a Página/12 en la tarde de este jueves.
Bullrich hizo agua
La ministra de Seguridad y sus aliados mediáticos armaron un show alrededor del decreto firmado por Alberto Fernández. Sostuvieron que era un privilegio la custodia en el exterior y Bullrich llegó a publicar en las redes sociales un decreto trucho modificando el firmado por Fernández. Lo asombroso --que fue marcado por el expresidente en su hilo de tweets-- es que sólo tenía la firma de Bullrich y no la de Milei, como requiere cualquier decreto.
El jueves a la mañana se produjo la sorpresa: el supuesto decreto no apareció en el Boletín Oficial. Lo más probable es que la ministra se lo haya llevado a firmar a Milei y éste le dijo: “Mirá, yo arreglé con Alberto y nos pusimos de acuerdo en el decreto que él firmó”.
La explicación de Alberto Fernández
En un hilo de 22 posteos, Alberto Fernández explicó el motivo del decreto. El resumen es el siguiente:
*”Hubo una operación de prensa acordada (por Bullrich) con un medio (La Nación)".
*”El decreto 735 que yo suscribí, sólo puso la dependencia funcional del servicio de custodias de los expresidentes y vicepresidentes en la órbita de la Casa Militar y la Secretaria General, organismos que siempre tuvieron la función de custodia del presidente en ejercicio”.
*”Ello obedeció a que es público y notorio que la ministra de Seguridad y algunos de sus dirigentes más cercanos, están sospechados de haber ejercido persecución política en el pasado”.
*”Su mano derecha, el diputado Milman, está denunciado en el atentado contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y yo, personalmente, tengo una demanda civil pendiente contra la ministra”.
*”Es claro que no hay garantía alguna de imparcialidad en el manejo de la custodia de los exmandatarios opositores”.
*”El decreto que yo firmé no alteró en absoluto el régimen de custodias otorgados a los expresidentes y sus familiares directos”.
*”Hay una sociedad convocada permanentemente al odio hacia el contrario y pone en riesgo la integridad de las personas”.
*”Debo recordar que mi hijo mayor ha recibido amenazas de muerto y hace poco tiempo el expresidente Macri hizo público que una de sus hijas fue amenazada”.
En el hilo, Alberto Fernández hace referencia a dos hechos:
* En la causa judicial por el intento de homicidio contra Cristina, el asesor legislativo Jorge Abello, declaró bajo juramento que el exnúmero dos de Bullrich, Gerardo Millman, le dijo a dos secretarias: “Cuando la maten yo voy a estar camino a la costa”. Eso fue el 29 de agosto de 2022 en la confitería Casablanca, o sea 48 horas antes de que le gatillaran en la cabeza a la entonces vicepresidenta. Pese a las reticencias de la jueza María Eugenia Capuchetti, se comprobó que Milman estuvo con sus dos secretarias en esa confitería. Fernández concluye que no es razonable que Bullrich esté al frente de la custodia de los expresidentes teniendo en cuenta semejante antecedente.
* Respecto del litigio civil pendiente, Alberto Fernández denunció a Bullrich porque ella dijo que el expresidente pidió coimas a directivos de Pfizer como condición para comprar vacunas contra el Covid. Los directivos ya declararon en la causa negando que haya existido pedido alguno. Por esta demanda es que también Fernández consideró que Bullrich no puede tener en su órbita las custodias de opositores.
Las custodias en el exterior
La mejor prueba de que Alberto Fernández no cambiaba lo relacionado con la protección de exmandatarios en el exterior es que Macri estuvo viajando por el mundo entero y el Estado dedicó fondos -justificadamente- para que lo acompañe una custodia.
Según reveló el programa Argenzuela de C5N, que conduce Jorge Rial, en 2022 el Estado destinó 54.210 dólares y 16.140 euros en viáticos de custodios de Macri, mientras que en 2023 fueron 19.295 dólares y 25.362 euros. Sumando los días que estuvo en el exterior, Macri superó los tres meses en esos dos años. Pero, además, hubo gastos -fueron mucho menos por la pandemia- en 2020 y 2021.
Macri estuvo en Estados Unidos, Qatar, Italia, Francia, Uruguay, Arabia Saudita y muchísimos otros países. En alguna ocasión, permaneció fuera del país 17 días seguidos. En pocos casos lo hizo vinculado a cuestiones políticas o académicas: siempre por la FIFA, negocios o jugando al bridge.
Eduardo Duhalde también tiene custodia, lo mismo que Fernando De la Rúa y Carlos Menem hasta su fallecimiento. Y, antes que CFK fuera vicepresidenta, cuando acompañó a su hija en Cuba, también tuvo protección oficial. La única excepción es la de Isabel Martínez de Perón, en primer lugar, porque el decreto original es de 2004 y ella ya estaba radicada en España desde hacía 30 años. Los dos decretos, el anterior y el actual, no mencionan qué sucede si un exmandatario se va a vivir al extranjero, pero parece tácito que el Estado no destinará una custodia de forma permanente en el exterior. Sea como sea, nada cambió con la norma firmada el viernes pasado.
Como se sabe, Fernández ya desmintió que se vaya a vivir a España. Sólo acudirá esporádicamente, como lo hizo durante once años antes de ser Presidente, a dictar clases en la Universidad de Salamanca.