México 71 6 Puntos
(Argentina/2023)
Dirección: Carolina Fernández y Carolina Gil Solari
Guion: Carolina Gil Solari y Emilio Guazzaroni
Duración: 64 minutos
Estreno en el Cine Gaumont
Diciembre viene con ajustes, remarcaciones de precios y devaluación en materia de economía, y con pelotas en términos cinematográficos. Si la semana pasada se estrenaron Elijo creer y Muchachos, la película de la gente, un díptico sobre el título obtenido hace doce meses por la selección nacional en el Mundial de Qatar, esta semana llega una nueva película mundialista. Una que no tiene a la Scaloneta y al fervor popular que despertó la tercera estrella en el centro de su relato, sino a la selección femenina que disputó el Mundial de México de 1971. Dado que recién en marzo de 2019 se profesionalizó esa rama del deporte en la Argentina, superando décadas de menosprecio, prejuicios y miradas de reojo hacia quienes lo practicaban, no es muy difícil imaginar en qué condiciones viajaron hasta el país donde un año antes Pelé se había cansado de desparramar rivales.
Dirigido a cuatro manos por Carolina Fernández y Carolina Gil Solari, México 71 nunca esconde sus intenciones, que pendulan entre la divulgación de un hecho prácticamente desconocido en estas tierras y la reivindicación y el homenaje a esas mujeres fundacionales a las que les pone voz y rostro. Ellas fueron, incluso sin saberlo, un faro para muchas de las que vendrían después. Entre ellas, la arquera Luky Sandoval, que cuando colgó los guantes tras cuidar el arco en clubes como All Boys, River, Boca e Independiente fundó Pioneras del Fútbol Femenino Argentino, una organización que busca conocer y difundir la historia de la disciplina. Una de sus primeras acciones, cuenta ante las Carolinas, fue saber qué había sido de esas jugadoras de cuya existencia recién se había enterado a fines de la década de 1980, cuando vio el póster del equipo pegado en una de las paredes de la vieja Asociación Argentina de Fútbol Femenino de la calle Gallo.
A partir de allí, las realizadoras apelan a las armas más clásicas del documental expositivo, con los recortes de artículos periodísticos publicados en diarios y revistas y las entrevistas a cámara a la cabeza, para narrar el paso a paso del proceso previo, el desarrollo y el después de un campeonato al que las jugadoras fueron sin nada, con solo unos días de prácticas conjuntas en un predio prestado por la UTA. Ni siquiera un entrenador tenían, por lo que, antes que una selección, era un grupo de entusiastas que había dado sus primeros pases en picaditos con vecinos de sus barrios y en ese momento se conocían por la pasión en común.
Como suele ocurrir en este tipo de trabajos, lo más rico está en la relevancia testimonial de lo mostrado y, sobre todo, de lo oído.
Aquí hablan, entre otras, la defensora María Esther “Pelusa” Ponce, la mediocampista Virginia “La Negra” Andrada, la delantera Elsa Irene “Blanquita” Bruccoli, la arquera María “La Tana” Fiorelli y la goleadora Elba Selva, quien le metió cuatro pepas al seleccionado de Inglaterra en el triunfo por 4 a 1 en fase de grupos.
Todas ellas, septuagenarias y con cuerpos curtidos por una vida muy alejada de los estándares de las actuales superestrellas masculinas, recuerdan la empatía de la afición mexicana que colmaba las tribunas –la final enel Estadio Azteca entre las selecciones de México y Dinamarca fue vista por 110 mil espectadores–, la camaradería entre ellas y también de parte de sus colegas y, muy especialmente, los mil y un sacrificios que hicieron para demostrarle a la Argentina que, vaya novedad, ellas también podían jugar al fútbol. Y muy bien.