La exministra de Seguridad, Sabina Frederic, cuestionó este viernes por AM750 el nuevo protocolo “antipiquetes” presentado por la actual titular de la cartera, Patricia Bullrich, al que calificó de ilegal y repleto de atributos graves para la democracia.
Frederic empezó señalando lo obvio, al remarcar que “lo que el protocolo plantea es solamente conceder el derecho a la libre circulación, en contra de la libre expresión". "Por eso es inconstitucional. Porque está impidiendo un derecho que la Constitución garantiza”, sintetizó la exminsitra de Seguridad durante la primera etapa del Gobierno de Alberto Fernández.
Más allá de esta inconsistencia en la base del protocolo, señaló que hay otros elementos que violan otras leyes, como la importante ley de Inteligencia: “Dice que se identificara a las organizaciones y sus líderes y se consignará la nómina de esas personas, eso se parece al ‘Proyecto X’ blanqueado”.
Pero las inconsistencias siguen, esto tiene que ver con que el protocolo derogó muchísimos de los criterios que dejó Nilda Garré en 2011 en el marco normativo que, hasta ayer, regía la regulación de las protestas sociales.
“Aquellos criterios mínimos obligaban a la fuerza de seguridad a identificarse, este no lo hace. Además, prohibía el uso de armas letales y el uso de munición letal de aquellos en contacto con los manifestantes. Eso es peligrosísimo”, enumeró.
Incluso desde su asunción en 2003, Néstor Kirchner fue consciente de esta gravedad y, según recordó Frederic, en un marco de mucho malestar social prohibió el uso de armas de fuego en la protesta. Cabe recordar que el país venía de los 39 muertos en las marchas reprimidas del 2001 y del asesinato de Kosteki y Santillán en 2002.
“Esto lo deroga. Es muy peligroso. El riesgo más alto es ese. Que la Policía Federal haya convalidado esto es un mensaje pésimo para el personal. Lo que está haciendo Bullrich es obligando a la policía a actuar contra la Constitución”, dijo.
Y añadió: “Se está metiendo con un derecho de los padres. Ayer escuchaba a Solano y decía que es una forma de intimidación para que la gente no se movilice. La verdad es que decirle a los padres qué hacer con sus hijos si no los están exponiendo a ningún riesgo es insólito”.
“Porque considera que todas las manifestaciones son iguales. Pero no son todas iguales. Hablar de piquetes es un problema. El objetivo es manifestarse. O movilizarse. Porque mientras una manifestación se traslada corta la calle”, comentó.
Por eso, en este marco, consideró que, en primer lugar, los ciudadanos deben ser “cautelosos” y que los juristas, junto a las organizaciones sociales y de Derechos Humanos, deben hacer un trabajo conjunto para presentar un amparo en contra de este protocolo.