Carmen Ledda Barreiro de Muñoz, histórica responsable de la filial Mar del Plata de Abuelas de Plaza de Mayo, falleció a los 88 años sin haber podido encontrar a su nieto o nieta, que debió de nacer entre julio y agosto de 1977. Silvia, su hija mayor, está desaparecida desde 1976, cuando fue secuestrada por un operativo de la dictadura. Abuelas de Plaza de Mayo, tras confirmar la muerte de la integrante de su comisión directiva, compartió un sentimiento de "tristeza e impotencia" porque la despedida de Carmen haya sido "sin el abrazo de su nieto".
Ledda había nacido el 28 de marzo de 1935 en Mar del Plata, donde
conocería en su adolescencia a quien fue su marido, Alberto Muñoz, con
quien tuvo tres hijos: Silvia, Alberto y Fabián. El 22 de diciembre de 1976, una patota de la dictadura secuestró a Silvia en La Plata. La joven de 21 años estaba embarazada de dos meses: la criatura iba a llamarse Ramiro o Mariana. Al día siguiente, en la misma ciudad, fue secuestrado el compañero de Silvia, Gastón Larrieu, quien también continúa desaparecido. Ella estuvo detenida en la Brigada de Investigaciones platense, en el centro clandestino Pozo de Arana, en la Comisaría 5ª, en el Pozo de Banfield y posiblemente en La Cacha.
Luego del secuestro de Silvia, Carmen y Alberto Muñoz fueron detenidos y torturados durante más de tres meses. También torturaron al hijo menor del matrimonio, Fabián, de 9 años. Poco después de su liberación, Ledda se sumó a las Abuelas de Plaza de Mayo y desde entonces se convirtió en una referente indiscutida de la organización y del movimiento de derechos humanos en Mar del Plata. Su hijo Fabián se incorporó también a la asociación.
"Ledda, quien desde hace un tiempo atravesaba problemas de salud y se encontraba internada en un centro de salud de Mar del Plata, murió este viernes a las 7", informó la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo a través de un comunicado. "Impotencia y sensación de injusticia es lo que nos causa esta despedida, como la de cada abuela que se va de este mundo sin poder encontrar a su nieto o nieta. Pero a la vez, tenemos la responsabilidad de continuar su lucha", refirió la organización.
En agosto de 2011, Ledda compareció ante el Tribunal Oral Federal 1 durante el juicio por la megacausa "La Cueva", donde brindó un testimonio pormenorizado que se extendió por casi tres horas. "Mujer de convicciones firmes, aguerrida, cocinera habilidosa, lectora voraz y amante del color rojo, esperó hasta su último aliento el abrazo tan soñado con su nieta o nieto", la describieron desde Abuelas.
Hace unos años, Ledda le escribió una carta a su nieto o nieta: "Hoy saldríamos a la Costa y, entre risas y de la mano, viviríamos por fin tanto tiempo perdido. Recuperaríamos también los 'te quiero'. Te quiero siempre. Te sigo buscando".